Cobarde

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—¡Vas a jugar quidditch!—dijo Nora mientras se lanzaba a los brazos de su hermano—. No tengo idea de lo que es, pero todos hablan de eso como si fuera lo mejor del mundo ¡Es grandioso, Harry!

Harry había buscado a Nora para que fuera la primera en enterarse, además quería decirle algo que le había dicho la profesora McGonagall.

—Nora, la profesora McGonagall dijo que papá era un excelente jugador de quidditch.

Ella no pudo evitar sonreír. En su pecho sintió una agradable sensación al saber algo más de su familia.

—¿En serio?—Harry asintió.

—Tengo que empezar a entrenarme la semana que viene, me gustaría que me acompañaras, no pasamos tanto tiempo juntos como antes.

—¡Por supuesto!

Nora también extrañaba a Harry, ya no estaban juntos todo el tiempo, pero sabía que podía contar con él para todo. Así que se sentía bien, por lo menos estaban en la misma casa.

A la hora del almuerzo se sentó al lado de Neville y Hermione a su izquierda, Harry estaba frente a ella contándole a Ron la noticia sobre el quidditch.

—La enfermera ni siquiera se sorprendió cuando entré por la puerta...

—Bueno Neville, te lastimas como tres veces al día, creo que se sorprendería si no fueras.

—¿Comiendo la última cena, Potter? ¿Cuándo coges el tren para volver con los muggles?

Nora se giró cuando escuchó su apellido, era Draco que estaba molestando a Harry.

—Eres mucho más valiente ahora que has vuelto a tierra firme y tienes a tus «amiguitos» —dijo fríamente Harry. Por supuesto que en Crabbe y Goyle no había nada que justificara el diminutivo, pero como la Mesa Alta estaba llena de profesores, no podían hacer más que crujir los nudillos y mirarlo con el ceño fruncido.

—Nos veremos cuando quieras —dijo Malfoy—. Esta noche, si quieres. Un duelo de magos. Sólo varitas, nada de contacto. ¿Qué pasa? Nunca has oído hablar de duelos de magos, ¿verdad?

—Por supuesto que sí —dijo Ron, interviniendo—. Yo soy su segundo. ¿Cuál es el tuyo?

Malfoy miró a Crabbe y Goyle, valorándolos.

—Crabbe —respondió—. A medianoche, ¿de acuerdo? Nos encontraremos en el salón de los trofeos, nunca se cierra con llave.

Cuando Malfoy se fue le hecho una mirada a Nora, desafiándola a aparecer también. Ron y Harry se miraron.

—¿Qué es un duelo de magos? —preguntó Harry—. ¿Y qué quiere decir que seas mi segundo?

—Bueno, un segundo es el que se hace cargo, si te matan —dijo Ron sin darle importancia. Al ver la expresión de Harry, añadió rápidamente—: Pero la gente sólo muere en los duelos reales, ya sabes, con magos de verdad. Lo máximo que podéis hacer Malfoy y tú es mandaros chispas uno al otro. Ninguno sabe suficiente magia para hacer verdadero daño. De todos modos, seguro que él esperaba que te negaras.

—¿Y si levanto mi varita y no sucede nada?

—La tiras y le das un puñetazo en la nariz —le sugirió Ron.

—Disculpad—interrumpió Hermione.

—¿No se puede comer en paz en este lugar? —dijo Ron.

Hermione no le hizo caso y se dirigió a Harry

—No pude dejar de oír lo que tú y Malfoy estabais diciendo...

—No esperaba otra cosa —murmuró Ron.

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