WEAKNESS

La batalla de Hogwarts

Nora:

Nora, Draco, Harry y Hermione se quedaron boquiabiertos, sin decir una palabra mientras Pansy y Neville parecían poder vivir perfectamente sin oxígeno.

Ron fue quien los interrumpió:

—¿QUÉ ESTÁ OCURRIENDO EN HOGWARTS?—preguntó horrorizado—. ¡PRIMERO LUNA Y BLAISE Y AHORA USTEDES DOS!

Neville se separó y ocultó una sonrisa con las mejillas coloradas, Pansy por otro lado los miró con cierto enojo.

—Han cambiado muchas cosas desde que se fueron...—dijo Neville.

—¿A qué te refieres con nosotros dos, Weasley?—preguntó Pansy, interrumpiendo a Neville.

—Bueno... yo... quiero decir...—comenzó Ron sin poder formular la oración.

—¿Tenemos algo de malo?—presionó Pansy, frunciendo el ceño.

—No era eso a lo que me refería...

—¿Insinúas que es una locura que estemos juntos?

Ron parecía sentirse acorralado.

—No, y-yo nunca dije eso...

Nora, Draco, Harry y Hermione miraban la escena sin intervenir.

—Pansy, no es eso lo que quiso decir—añadió Neville, tratando de ayudar a Ron.

Ella lo ignoró y siguió caminando hacia Ron.

—Porque te recuerdo Weasley que tú...

—Pansy, es suficiente—soltó Neville con un tono firme.

Nora pensó que Pansy se exaltaría y le lanzaría un encantamiento a Ron, pero se sorprendió al ver que se calló, parecía como si estuviera librando una lucha con ella misma. Nadie dijo nada mientras Pansy se enderezaba, le lanzaba una última mirada de fastidio a Ron y se cruzaba de brazos mientras caminaba hacia Neville.

—Gracias, Pans —susurró Neville.

Ella no dijo nada.

—¿Dónde estamos? —preguntó Harry después de un largo momento.

—En la Sala de los Menesteres, ¿dónde si no? —contestó Neville—. Supera las expectativas,¿verdad? Verás, los Carrow me perseguían, y yo sabía que sólo había una guarida posible, así que conseguí colarme por la puerta ¡y esto fue lo que encontré! Bueno, cuando llegué no estaba exactamente así; era mucho más pequeña, sólo había una hamaca y unos tapices de Gryffindor. Pero a medida que han ido llegando miembros del Ejército de Dumbledore se ha agrandado más y más. 

—¿Y los Carrow no pueden entrar? —preguntó Draco mirando alrededor en busca de la puerta. 

—No, qué va —respondió Neville—. Es una guarida perfecta: mientras alguien se quede aquí dentro, ellos no pueden entrar, porque la puerta no se abre. Y todo gracias a Pansy; ella sí entiende cómo funciona esta sala—añadió con cierto orgullo.

—Es una tontería, no es difícil—dijo Pansy con seriedad, aunque a Nora le pareció que se estaba esforzando por ocultar una sonrisa.

—Aberforth nos ha suministrado comida, porque, por algún motivo, eso es lo único que la Sala de los Menesteres no es capaz de proporcionar—dijo Neville.

 —Ya, claro. La comida es una de las cinco excepciones de la Ley de Gamp sobre Transformaciones Elementales —dijo Ron para asombro de todos los presentes. 

—Llevamos casi dos semanas escondidos aquí —continuó Neville—, y siguen apareciendo más hamacas cada vez que las necesitamos. Y cuando empezaron a llegar chicas, la sala creó un cuarto de baño que no está nada mal...