Mi padre se enterará de esto #1

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Nora ya llevaba un tiempo en Hogwarts, por supuesto que era mejor que la casa de sus tíos en Privet Drive, con la ayuda de Hermione y Neville sentía que podía disfrutar estar aquí, además le encantaba ir a los entrenamientos de quidditch de su hermano. Las clases eran más llevaderas ahora que se había decido a enfocarse y fue fácil con ayuda de Her, los profesores la felicitaban por ser de las primeras en realizar bien las lecciones y hasta había ganado puntos para su casa.

Solo quedaba ese pequeño hueco que sentía en el pecho, que decidió ignorar.

Neville y Nora habían salido lo más rápido posible de la clase de Encantamientos, Her quería quedarse por una duda para preguntarle al profesor Flitwick.

—Vamos Neville, tenemos que llegar antes que ellos.

—Nora, ¿estás segura de que quieres hacerlo?, Draco se lo dirá a todos, podríamos meternos en problemas—dijo Neville mientras corría tras de ella.

—No pienso dejar que crea que puede hacer que casi nos expulsen y que me voy a quedar sentada. Además no se lo dije a Her para que no se preocupe, ni a Harry ni a Ron por si los interrogan, en todo caso, Neville necesito que actúes inocente, ¿puedo confiar en ti?

—Por supuesto.

Nora se había pasado toda la noche pensando en cuál era la mejor manera de vengarse de Draco, lo que él había hecho era imperdonable, pero no lo hizo público de modo, que su venganza debía ser igual de silenciosa.

Lo que la había llevado a pedirle prestado uno de sus libros de encantamientos a Her, ella se puso feliz de que se interesara por aprender más y es que no la estaba engañando, en teoría iba a aprender un nuevo encantamiento.

Nora le explicó a Neville lo que debía hacer, por alguna razón había recurrido al él al ver que necesitaba ayuda, más que todo porque le generaba confianza. Él tenía que vigilar que no hubieran profesores por los pasillo y avisarla con un silbido.

La clase del profesor Flitwick que habían tenido hoy era perfecta para lo que pensaba hacer.

Nora se había escondido entre la abertura de unos pasillos detrás de una armadura, así quedaba oculta y no la verían a menos que se acercaran lo suficiente.

Vio como Draco, Crabble y Goyle pasaban a su lado, el primero con un caminar presuntuoso y su cabello con muchísimo gel peinado perfectamente hacia atrás. Nora volteó los ojos.

Se estaba dirigiendo hacía el gran comedor, o al menos eso planeaban hacer hasta que Nora interviniera.

Agarró su varita y susurró:

—Wingardium leviosa —se sintió orgullosa de que el encantamiento que había aprendido hoy funcionara.

De pronto el libro que Draco estaba sujetando se escapó de sus manos y comenzó a flotar en diferentes direcciones.

Nora sonrió mientras Crabble y Goyle intentaban atraparlo y Draco comenzaba a correr dando saltitos. Los mantuvo haciendo el ridículo unos momentos hasta que guio el libro hacia el armario que Filch usaba como depósito. Para su suerte los tres se metieron en el sin darse cuenta.

Ahora era momento de poner a prueba el hechizo que había aprendido ella sola con ayuda del libro de Hermione.

—¡Fermaportus!

Para su alegría la puerta se cerró dejando a los tres muchachos adentro.

Ahora solo quedaba esperar a que Filch abriera su deposito con su llave, ya que según lo que había leído, el hechizo cerraba la puerta con pestillo y solo el que tuviera una llave podría abrirla, entonces él se encargaría de castigarlos.

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