WEAKNESS

Con o sin recuerdos

Nora:

Nora se sentó en la cama, acababa de despertarse a causa de una pesadilla. Se llevó la mano a la cara y se dio cuenta de que tenía lágrimas recorriéndoles las mejillas...

Alguien llamó a su puerta.

Nora se puso de pie de un salto para abrirle la puerta a Theo antes de que él se diera cuenta de que ella le había puesto el seguro.

—¿Qué pasa? He escuchado...—dijo Theo con voz de pánico, pero se detuvo cuando miró los ojos de Nora, entró en su habitación sin permiso y miró todo el lugar, como si estuviera buscando algo.

—¿Qué buscas?—preguntó Nora un poco confundida, aún tenía vagos recuerdos de su pesadilla circulando por su mente.

—Nada...—dijo Theo mientras abría la puerta del armario, miraba dentro y la cerraba—. Yo creí escuchar algo...

—¿Algo cómo qué?

—No importa—contestó Theo y se dio la vuelta para mirarla a los ojos—. ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?

—Yo... he tenido una pesadilla—dijo Nora llevándose una mano al cabello, como si ese acto, de alguna forma, alejara las imágenes de los dos bebés en la cuna mirando al hombre de la capa negra.

—¿Pesadilla?—preguntó Theo y se acercó un poco ella—. ¿Qué pasaba en tu sueño?—preguntó en un susurro.

Nora sintió un escalofrío, estaba segura de que iba a vomitar en algún momento, no podía dejar de pensar en el niño y la niña que estaban en la cuna, tampoco en la figura que apuntaba a uno de los bebés con una varita...

—No lo sé, no estoy segura—dijo Nora, demasiado impactada como para pensar en lo que estaba diciendo—. Habían niños... dos, un niño y una niña...

—¿Qué hacían?—preguntó Theo.

—Estaban en una cuna, agarrados a los barrotes—susurró Nora—. Habían dos personas más en la habitación, una mujer...

—¿Cómo era?

—Tenía el pelo rojo, ella era... muy hermosa, pero lloraba...—las lágrimas volvieron a caer por las mejillas de Nora, mientras ella recordaba su sueño—. Más bien, suplicaba por la vida de sus hijos y la otra persona en la habitación no se apiadó de ella, él le apuntó con su varita y hubo un destello de luz verde y d-de pronto ella estaba tirada en el suelo, sin vida...—su voz no podía dejar de temblar, todo su cuerpo, en realidad.

Nora estaba tan absorta en sus pensamientos que no fue consciente de que Theo se había acercado cada vez más a ella.

—¿Sabes quienes son?—preguntó Theo.

Esa pregunta la confundió.

—¿Qué?—preguntó levantando la vista para mirarlo, pero fue demasiado tarde.

—¡Te pregunté si sabes quienes son las personas de tu sueño!—dijo Theo con desesperación mientras la tomaba por los hombros y la sacudía.

—¿Q-qué? ¿A qué te refieres?—preguntó Nora, tratando de librarse de su agarre.

—¡No mientas!—gritó Theo mientras la empujaba contra una pared y volvía a sujetarla—. ¿Cuándo recuperaste la memoria?

—¡Pero de que hablas!—gritó Nora forcejeando, sin lograr soltarse, Theo era muy fuerte—. ¡Yo no he recuperado nada!

—¡Sí que lo has hecho, sino cómo sabrías todo lo que me acabas de contar!—Nora vio los ojos de Theo, parecía aterrado por lo que sea que ella hubiera acabado de descubrir.