acto 0 La guerra de pandillas

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Shirou se encontró en un baño oscuro y desgastado, frente a un espejo manchado con el reflejo de su propia lucha. Sus manos hábiles trabajaron con las vendas, cubriendo las heridas que habían sido infligidas en la batalla reciente. El sonido de su propia risa socarrona resonó en el ambiente.

"Vaya, parece que las calles te han dado una buena paliza", bromeó Vox desde la entrada del baño.

Shirou escupió un diente y lo miró con una mirada de desafío.

"Cállate. Me acorralaron, pero pude sacármelos de encima. Y esos tipos recibieron lo que merecían", respondió Shirou mientras finalizaba de ajustar las vendas.

A lo largo del tiempo, Shirou había crecido en edad y apariencia. Con 16 años y una altura de 1,75 cm, su cuerpo se había vuelto más esculpido y atlético debido a su vida de combate constante. No había cicatrices visibles en su piel, cortesía de su habilidad de regeneración mágica. Vestía una camisa negra, pantalones y botas, mientras que cintas rojas rodeaban sus muñecas y cuello.

 Vestía una camisa negra, pantalones y botas, mientras que cintas rojas rodeaban sus muñecas y cuello

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Vox, consciente de la seriedad del asunto, dejó de lado su actitud burlona.

"Hay un problema que debemos discutir, Shirou", declaró Vox con un tono más grave.

Shirou sabía que cuando Vox adoptaba ese tono, había serios problemas que enfrentar.

"La pandilla de los mutantes está causando estragos. Están matando a todos en su camino, incluso invadiendo nuestro territorio", dijo Vox mientras colocaba sus pistolas sobre la mesa.

"Está bien. No tengo problemas con enfrentarlos. Pero, ¿hay algo más que me quieras decir?", inquirió Shirou, apoyándose en la pared.

Vox asintió y continuó: - "Sí, de hecho. Creo que es hora de que cambies tu enfoque. Deja de preocuparte por ser indulgente con tus objetivos. Necesitas empezar a matar."

La sugerencia de Vox tomó a Shirou por sorpresa. No esperaba que su amigo le diera un consejo tan contundente.

"¿Qué? Pero ya he estado eliminando a enemigos. ¿Por qué el cambio?", preguntó Shirou confundido.

Vox no se anduvo con rodeos y dijo una realidad ineludible: - "Porque, a veces, ser indulgente te pone en peligro. Si no eliminas a tus enemigos por completo, podrían regresar y terminar contigo. No digo esto solo por la misión, sino por tu propia seguridad. Tarde o temprano, tu falta de acción te costará la vida."

Shirou demostró a Vox, reconociendo la verdad en sus palabras. Suspiró, aceptando la gravedad de la situación.

"De acuerdo, Vox. Lo haré. Pero dime, ¿tienes un plan para enfrentar a esta pandilla de mutantes?", preguntó Shirou, preparándose para lo que vendría.

Vox sonrió con confianza y se relajó en su asiento.

"Por supuesto que lo tengo. Mira..."

Horas más tarde, la situación había cambiado. La pandilla de mutantes se enfrentaba a la pandilla de Vox en un enfrentamiento mortal. Vox y Shirou lideraban a sus hombres con determinación, enfrentando la marea de enemigos despiadados.

En medio de la batalla, Shirou materializó su arco y se unió a la lucha desde las sombras de los tejados

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En medio de la batalla, Shirou materializó su arco y se unió a la lucha desde las sombras de los tejados. Su primera flecha produjo la caída de una estructura cercana, aplastando a varios mutantes. A medida que avanzaba la lucha, Shirou cortó a través de sus enemigos con sus espadas gemelas, Kanshou y Bakuya.

El líder mutante emergerá ser un adversario formidable, resistente a las heridas y capaz de infligir daño con un martillo de guerra. Vox luchó en el frente, disparando sus pistolas y lanzando bombas con precisión mortal. Sin embargo, el líder mutante parecía inmune a sus ataques, dejando una estela de muerte en su camino.

Shirou escuchó un disparo característico de Vox, que era una señal para entrar en acción. Saltó de tejado en tejado con agilidad sobrenatural, desplegando sus espadas gemelas para enfrentarse a los mutantes en combate cuerpo a cuerpo.

La lucha se intensificó mientras Shirou usaba sus habilidades mágicas para aniquilar a los mutantes que disparaban contra él. A medida que el líder mutante avanzaba, Shirou notó algo extraño en su mirada. Era como si el líder estuviera frenético, su humanidad probablemente ausente.

"Cuidado, Shirou, ese líder es peligroso. Su martillo es de los marines especiales, y él... él es algo más", detectó Vox, disparando y esquivando las balas enemigas.

Shirou continuó luchando, pero se dio cuenta de que los mutantes no eran simplemente eso. Eran algo más, una especie de aberración. Sin embargo, no tenía tiempo para profundizar en sus pensamientos, ya que estaba ocupado esquivando y atacando.

Finalmente, el líder mutante atrapó a Vox y lo hirió gravemente antes de ser derribado por una estructura colapsada, cortesía de las flechas de Shirou. A pesar de su aparente derrota, el líder mutante siguió luchando.

Shirou, agotado pero resuelto, avanzó hacia el líder, enfrentó su martillo de guerra. Cada golpe del martillo fue devastador, pero Shirou resistió y luchó con todas sus fuerzas. Sus espadas se movieron con precisión y velocidad, cortando la carne del líder mutante.

A medida que la lucha llegaba a su clímax, Shirou notó que el líder mutante parecía ser inmune al dolor, como si no sintiera nada. Decidió que era hora de poner fin a esta batalla de una vez por todas.

pero antes que shirou hiciera algo , el jefe mutante se quedo quieto y atonito

LA ESPADA DEL EMPERADOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora