acto 2 la caza contra shirou

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El comisario había reunido a un grupo diverso de líderes militares del Imperio para discutir la situación que enfrentaban en el planeta colmena debido a la amenaza de los orkos liderados por Shirou EMIYA. Cada uno de ellos tenía una perspectiva diferente sobre cómo abordar la situación, pero todos estaban unidos por un objetivo común: eliminar esta amenaza de raíz antes de que se propagara aún más.

"Defensores de la humanidad, gracias por acudir a esta reunión. He convocado a cada uno de ustedes debido a un incidente peculiar en un planeta colmena", anunció el comisario al entrar en la sala con una expresión seria y decidida.

El capitán de los marines espaciales fue el primero en intervenir, con su tono característico de confianza. "¿Algún tipo de xenos, dices? Si es así, no es algo de gran importancia. Manda a los marines espaciales y esos sucios xenos serán erradicados."

La hermana de batalla, ferviente en su devoción por el Imperio, expresó su opinión con determinación. "Si es un caso de herejía, no debemos perder tiempo en ello. Debemos purgar a los herejes y restaurar la pureza del Imperio."

El comisario, experimentado en cuestiones militares, aportó su perspectiva. "Si es una resistencia contra el Imperio, simplemente debemos aniquilarlos y restablecer el orden."

El miembro de la inquisición, conocido por su rigurosidad y autoridad, expresó su impaciencia. "Vamos al grano, comisario. No tenemos tiempo que perder con nimiedades."

El comisario captó la atención de todos al mencionar la gravedad de la situación. "En realidad, es un conjunto de problemas que se han manifestado simultáneamente. En el planeta colmena del Imperio, se ha desencadenado una crisis con los orkos. Aunque este tipo de amenaza ha surgido en el pasado, esta vez han regresado con una fuerza inusualmente intensa."

Las expresiones de irritación se hicieron presentes entre los presentes ante lo que parecía ser un simple problema de orkos.

"Pero eso no es todo", continuó el comisario, captando aún más la atención. "Los prisioneros, herejes y parte de la población se han unido a ellos. Sí, incluso los orkos están protegiendo a los humanos."

La afirmación sorprendió a todos, pero el marine espacial fue el primero en expresar su escepticismo. "¿Orkos protegiendo a humanos? Eso es ridículo."

El comisario respondió con firmeza. "Así es, pero esto va más allá de lo que imaginan. Permítanme presentarles a la mente detrás de esta alianza: Shirou EMIYA." El comisario mostró una imagen de Shirou en un dispositivo.

El miembro de la inquisición, siempre atento a las herejías, pidió escuchar las palabras de Shirou. Una grabación fue presentada, en la que Shirou profería blasfemias contra el Imperio y el Emperador. La sala quedó tensa y llena de disgusto ante esas palabras.

"Este individuo fue condenado a servir en el ejército de prisioneros, pero ha logrado sobrevivir y convertirse en líder de los orkos. Ha liderado un ataque exitoso contra las fuerzas del Imperio, incluso matando al comisario a cargo", declaró el comisario, proyectando imágenes que documentaban los logros de Shirou.

El impacto de las revelaciones se reflejó en los rostros de los presentes. Habían subestimado la magnitud de la amenaza.

"Ahora entendemos la urgencia de la situación", reconoció el comisario mientras los demás asentían. "Este hereje ha logrado unir a dos razas antagónicas. Si puede hacerlo con los orkos y los humanos, ¿cuántas más razas podrían unirse a su causa? Debemos actuar antes de que esta influencia se propague aún más."

El comisario delineó un plan de acción, involucrando la colaboración de todos los presentes. El comisario y el marine espacial se ofrecieron para liderar la ofensiva. La hermana de batalla sugirió purgar a los herejes, mientras que el inquisidor prometió tratar a Shirou EMIYA de manera especial.

"La seguridad del Imperio está por encima de todo", declaró el inquisidor con determinación.

Después de la presentación de los detalles por parte del comisario, el marine espacial se mostró impaciente, listo para enviar a sus fuerzas a arrasar con los orkos. La hermana de batalla, por su parte, despreciaba la idea de orkos y humanos colaborando y estaba ansiosa por purgar a los herejes. El comisario estaba dispuesto a tomar medidas drásticas para restablecer el control del Imperio, mientras que el inquisidor estaba interesado en eliminar personalmente a Shirou EMIYA y usar métodos extremos si fuera necesario.

Después de una discusión más profunda y un intercambio de ideas, el grupo de líderes militares acordó seguir el plan propuesto por el comisario, que involucraba una combinación de contención, investigación y acción estratégica. Estaban unidos en su determinación de preservar la integridad del Imperio y enfrentar esta amenaza que había logrado unir a dos razas antagónicas bajo su liderazgo. Era un desafío formidable, pero estaban dispuestos a enfrentarlo juntos.

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