acto 2 evitando el exterminatus

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"Vaya, ese tipo estaba loco", comentó Shirou mientras observaba el cuerpo sin vida del comisario.

"Oye Lisa, ¿te pasa algo?" preguntó Shirou, notando la expresión impactada en el rostro de Lisa.

"¿Tú no entiendes, Shirou? ¿Lo que dijo el comisario?", respondió Lisa en estado de shock.

"¿Sobre el mundo perdido? Tal vez solo era un mal perdedor", dijo Shirou tratando de minimizar la situación.

"No, Shirou, no significa eso. Significa que van a llevar a cabo un exterminatus", dijo Lisa con tono grave y angustiado, dejando a Shirou perplejo.

"¿Exterminatus? ¿Eso es tan malo?" preguntó Shirou con preocupación en su voz.

"Un exterminatus implica la destrucción no solo del planeta, sino de toda forma de vida en él. Nada sobrevivirá. No sé por qué han tomado esta decisión, pero supongo que los orkos y tu herejía no fueron una combinación que ellos estén dispuestos a tolerar. Ahora estamos en un grave peligro", explicó Lisa, sumiendo el ambiente en desesperanza.

A pesar del sombrío panorama, Shirou no se rindió y buscó una posible solución.

"Tal vez aún podemos evitarlo. Si nos dirigimos a la nave del inquisidor, podría no estar tan protegida. ¿No crees?", propuso Shirou, tratando de mantener la esperanza.

Lisa reflexionó y encontró una pequeña chispa de esperanza.

"Quizás tengamos suerte y la nave del inquisidor no esté fuertemente defendida, pero el simple hecho de que el inquisidor esté a bordo sigue siendo un problema", admitió Lisa, intentando ver un atisbo de oportunidad.

Shirou mostró su determinación.

"Lucharé contra él. Tú ocúpate del ultimátum y ve con Kinessa", dijo Shirou, ofreciéndose para enfrentar a una de las mayores fuerzas del imperio. En ese momento, Kinessa despertó.

"¿Qué ha pasado?", preguntó Kinessa al recobrar la conciencia y bajar de los brazos de Shirou.

"Nada, solo que si no detenemos al inquisidor, estamos en graves problemas", le explicó Lisa a Kinessa, quien asintió con comprensión.

La nave, ahora bajo el control de Lisa, se dirigió hacia la atmósfera. Para Shirou, esta era una experiencia nueva, ya que nunca antes había estado en el espacio.

A medida que ascendían, avistaron una nave más pequeña: la nave del inquisidor.

Dentro de la nave del inquisidor:

"Parece que el hereje fue más formidable de lo que anticipé, aunque yo soy aún más. De todos modos, este planeta ya no tiene valor", murmuró el inquisidor mientras iniciaba el programa de exterminatus.

Sin embargo, algo interrumpió sus planes cuando algo irrumpió con fuerza en su nave.

"Parece que el grupo de herejes ha llegado. Si quieres que algo se haga correctamente, hazlo tú mismo", dijo el inquisidor al darse cuenta de la situación, desenvainando su espada de energía y preparándose para enfrentar al grupo de Shirou.

Los tres protagonistas avanzaron rápidamente a través de los pasillos de la nave imperial en búsqueda del inquisidor. Finalmente, lo encontraron.

"Vaya, parece que somos solo tú y yo aquí, hereje", dijo el inquisidor, desafiante y preparándose para el combate.

"Aún no estamos vencidos", replicó Shirou, sacando sus dos espadas y adoptando una posición de combate.

LA ESPADA DEL EMPERADOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora