acto 4 el nuevo pasatiempo de los chicoz

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Después de traer a los miembros del culto del Mechanicus con él, se encontraron en el laboratorio especial de los orkos, lo que desencadenó ciertos conflictos entre las dos razas. Al principio, la fricción surgía de las diferencias en sus enfoques hacia la ingeniería: los tecno sacerdotes desestimaban la ingeniería orka, mientras que los orkos consideraban tonta la tecnología de los tecno sacerdotes. La situación empeoró cuando los Taus también entraron en desacuerdo con los orkos. Sin embargo, lograron resolver estos problemas creando zonas especializadas para cada raza, lo que temporalmente restauró la paz.

Cinco meses después, los orkos empezaron a manifestar comportamientos más violentos, algo que sorprendió a Shirou. Los orkos, que antes estaban contentos con su hogar y su estilo de vida, comenzaron a rodear el lugar donde Shirou se encontraba, gritando y demandando algo que él no entendía.

Vox, entrando con su característica casualidad, ofreció una explicación:

-Oye, vox, ¿sabes por qué los orkos están alborotados de esta manera? - preguntó Shirou, confundido por el repentino cambio de actitud de los orkos.

-Bueno, creo que no sabes que los orkos son criaturas de guerra - explicó vox, captando la atención de Shirou.

-¿Qué quieres decir? - inquirió Shirou, interesado en obtener más información.

-Los orkos son seres que buscan pelea. Si no tienen suficiente acción y combate, se debilitan y se vuelven obesos, lo que, eventualmente, lleva a su muerte - explicó vox con preocupación en su voz.

-Entonces, ¿qué sugieres? - cuestionó Shirou, pensativo.

- A decir verdad, no creo que podamos llegar a un acuerdo con los orkos. Su naturaleza les lleva a enfrentar dos opciones: rebelarse o morir. No tenemos muchas alternativas - declaró vox antes de retirarse.

Después de meditar sobre las palabras de vox, Shirou comenzó a considerar una forma de lidiar con la situación y satisfacer la inclinación innata de los orkos por la lucha. Tras algunas reflexiones, ideó un plan que podría mantener a los orkos ocupados y satisfechos.

Un mes después, el plan de Shirou se había concretado en forma de un coliseo, dividido en diez zonas distintas, cada una con un enfoque diferente de combate. Cada área representaba una oportunidad para que los orkos demostraran sus habilidades de combate en escenarios variados.

Los detalles de cada área se describían con entusiasmo:

Primera área - Lucha cuerpo a cuerpo: Un grupo de 100 orkos se enfrentaba en un combate a puños limpios. El último en pie ganaba y se llevaba los dientes de los demás.

Segunda área - Pelea de espadas: Cien orkos luchaban con armas como espadas, martillos y hachas. El ganador se llevaba un arma creada por Shirou y los tecno sacerdotes.

Tercera área - Combate a distancia: Una batalla campal con armas de fuego, donde un campo de energía proporcionado por el culto del Mechanicus bloqueaba las balas. El último en pie ganaba su arma favorita y los dientes de los caídos.

Cuarta área - Pelea de carros: Los orkos llevaban sus vehículos personalizados al campo de batalla y luchaban usando sus creaciones. Las reglas eran simples: no podían bajarse del vehículo. El ganador se llevaba el mejor carro y los dientes de los oponentes.

Quinta área - Duelo de Titanes: Orkos subidos en máquinas de guerra se enfrentaban en un duelo. Al igual que la pelea de carros, la regla era permanecer en la máquina. El ganador se llevaba un premio similar.

Sexta área - Lucha contra bestias: Los orkos se enfrentaban a bestias mecánicas creadas por el culto del Mechanicus. El último en pie ganaba su propia bestia mecánica.

Séptima área - Combate en equipos: Duelos de equipos de 300 orkos en un estadio gigante. Los ganadores se llevaban las armas y dientes de los caídos.

Octava área - Duelo contra Garrapatos: Los orkos se enfrentaban a oleadas de Garrapatos, luchando por sobrevivir. Los supervivientes obtenían un banquete preparado por Shirou.

Novena área - Campo de minas: Dos equipos se enfrentaban en una batalla. El equipo ganador se quedaba con las armas y dientes de los vencidos.

Décima área - Lucha de campeones: Un torneo mensual donde los orkos se enfrentaban sin reglas. El ganador no solo obtenía armas y dientes, sino también el título de Kaudillo Orko.

A pesar de las dudas iniciales, la idea de Shirou fue abrazada por los orkos, quienes encontraron una forma de liberar su energía y satisfacer su sed de combate. Los humanos estaban asombrados por la innovación de Shirou, mientras que los Taus, inicialmente escépticos, comenzaron a verlo como un espectáculo que, de alguna manera, traía alegría a los orkos.

Mientras tanto, los tecno sacerdotes se centraban en la creación de las bestias mecánicas, mostrando su apoyo de una manera más silenciosa. Había apuestas entre los orkos, lo que Shirou permitía, ya que no le importaba mucho. La situación parecía haberse estabilizado, aunque todos sabían que la próxima gran pelea podría cambiar las cosas una vez más.

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