Después de que los Salamandras se marcharan, Shirou decidió quedarse en el planeta para encontrar individuos que quisieran unirse a su causa. La nave estaba siendo reparada, por lo que se unió a Vox, Barri y un pequeño grupo de orkos para explorar y buscar nuevas alianzas en el planeta.
A lo largo de su búsqueda, enfrentaron numerosos desafíos y enemigos en su camino. Sin embargo, su determinación los impulsó a seguir adelante y continuar su viaje en busca de seres que compartieran su visión de un mundo mejor.
Un día, mientras exploraban, se encontraron con una situación inusual. Un grupo de demonios del Caos estaba atacando a soldados, pero estos demonios eran diferentes a los que habían visto antes. Llevaban armaduras de color amarillo que cubrían todo su cuerpo y parecían tener habilidades inusuales.
Shirou no dudó en intervenir y ayudar a los soldados en apuros. Materializó múltiples espadas y se lanzó al combate, derribando a varios de los demonios en el proceso. Los soldados agradecieron su ayuda y se unieron al enfrentamiento, disparando a los demonios y eliminando a algunos de ellos.
A medida que la batalla continuaba, un grupo de demonios intentó acercarse, pero Shirou actuó con rapidez. Materializó una espada motosierra y la usó para deshacerse de gran parte de los demonios en su camino. Mientras tanto, Barri demostró su destreza con un rifle francotirador modificado, abatiendo a los enemigos a larga distancia.
Vox también se unió a la refriega, lanzando una granada de fragmentación que estalló entre los demonios, causando estragos entre sus filas. La combinación de las habilidades y esfuerzos de Shirou, Barri y Vox fue efectiva para repeler el ataque demoníaco y proteger a los soldados.
Después de una intensa batalla contra los demonios, Shirou materializó sus dos espadas y luchó con determinación para eliminar a los enemigos restantes. Sin embargo, uno de los demonios logró desarmarlo y se preparaba para asestar un golpe final. En ese momento crítico, un grupo de soldados llegó en su auxilio. Uno de ellos intervino y atinó un golpe que salvó a Shirou de recibir el impacto directo.Shirou estaba desconcertado por la inesperada ayuda y observó cómo los soldados se llevaban su espada Kabusha mientras se retiraban. Vox y Barri intentaron animarlo, aunque no pudieron evitar notar la extraña situación.
-Eso fue algo raro - comentó Shirou mientras observaba cómo los soldados se marchaban con su espada.
-Sí, definitivamente no es algo que veas todos los días. Pero no te preocupes, chico, es posible que nunca sepamos qué pasó allí - respondió Vox con una sonrisa tranquilizadora.
Tal vez simplemente se acobardaron ante tu valentía - agregó Barri, rascándose la nariz con su característica despreocupación.
Después de este extraño episodio, el grupo continuó con su viaje a lo largo de varios días. Finalmente, llegaron a una gran ciudad que se encontraba cerrada. Shirou mostró su desconfianza y opinó que podría tratarse de una trampa.
Vox golpeó la espalda de Shirou en un gesto de ánimo y dijo:
"No creo que sea una trampa, chico. Tal vez sean amigables y estén celebrando tu llegada."
-Tienes razón, jefe. Además, ¿qué peor podría pasar? No es como si pudiéramos hacer mucho en esta situación - agregó Barri con optimismo.
A pesar de sus dudas, Shirou decidió entrar en la ciudad siguiendo el consejo de sus compañeros. Sin embargo, lo que encontró allí superó todas sus expectativas. En lugar de un enfrentamiento hostil, fue recibido con una gran fiesta en su honor. Diversas criaturas y seres se le acercaron para expresar su gratitud y celebrar su presencia.
ESTÁS LEYENDO
LA ESPADA DEL EMPERADOR
RandomUn chico con unos ideales de héroe luego de un gran viaje reencarna en un nuevo mundo desconocido con peligros desconocidos y aliados por venir Será la esperanza del imperio y simplemente será una espada más enterrada en los sueños y esperanzas de...