Julián • Sábado 19 de Noviembre de 2022

2.4K 221 95
                                    

Estaba yendo para el aeropuerto de Londres. Ahí me encontraba con Alexis, el Cuti, Licha y el Dibu. Básicamente todos los que jugábamos en Inglaterra que íbamos al mundial. Porque había llegado el día, al fin viajábamos a Qatar para empezar la concentración antes del primer partido contra Arabia Saudita.

La ansiedad me estaba matando, tanto que hasta ese momento no había tenido tiempo para pensar bien lo que significaba que Enzo también fuera a estar ahí. Si llegábamos a la final, como todos queríamos, íbamos a convivir casi un mes en el mismo lugar después de todo lo que había pasado. Y la verdad era que tenía un poco de miedo de volver a verlo porque no quería recaer a lo que era hace medio año, pero a la vez me ponía muy orgulloso que lo hubieran convocado. Seguramente estaba más que feliz, y yo también me alegraba por él. Me hubiera encantado escribirle para felicitarlo, pero no creía que fuera a ayudarme en nada.

Apenas vi a Alexis fui a darle un abrazo. Hacía como dos semanas que no lo veía, porque estábamos con los últimos partidos de la temporada y no habíamos tenido tiempo de juntarnos a hacer nada.

—¿Nervioso? —me preguntó.

—Tengo una ansiedad que siento que voy a vomitar en cualquier momento —le respondí, siendo sincero.

Él se rió y me palmeó el hombro.

—Tranquilo, no te desesperes desde antes. Ya vamos a tener tiempo para volvernos locos.

Sonreí. Tenía razón. Llevaba menos tiempo en la selección que yo y aún así entendía todo. No sabía por qué, pero Alexis me daba cierta paz cada vez que me hablaba. Me relajaba estar con él.

Saludamos a los demás cuando llegaron y fuimos directo a despachar el equipaje para hacer el preembarque.

***

Yo todavía no me acostumbraba a la primera clase. No había crecido en una familia de plata, sino más bien en un pueblo de clase media dedicada al campo, y en momentos como este me sentía un poco fuera de lugar. A veces no tomaba dimensión de la cantidad de ceros que tenía en mi cuenta bancaria.

Como sea, me acomodé en ese asiento, que parecía más bien una cama. Alexis tenía el lugar de al lado mío así que dejó sus cosas en el espacio de arriba y después se sentó a mi izquierda.

—Increíble este avión —dijo.

—Pensé que vos estabas más acotumbrado a viajar así.

—No tanto, a veces voy en turista —respondió con una sonrisa tímida.

Alexis en muchas cosas era parecido a mí. No nos gustaba vivir ostentando lo que habíamos conseguido, ni presumiendo de si éramos buenos jugando o no. Nosotros nos limitábamos a disfrutar adentro de la cancha, y eso siempre nos daba buenos resultados.

Prendí la pantallita y me puse a buscar alguna película. Encontré Toy Story y empecé a verla, porque antes que todo era un boludo que le gustaba ver películas de Disney. El problema fue cuando me puse a llorar apenas Andy dejó tirado a Woody porque había encontrado un juguete mejor.

—¿Qué onda? —me dijo Ale riéndose cuando me vio moquear.

No le respondí, sino que agarré un pañuelo para limpiarme un poco.

—Che, ¿estás bien? —me preguntó, un poco más preocupado.

—Sí, sí.

—Juli, nunca había visto a nadie llorar con esa película. ¿Qué te pasa?

¿Realmente podía contarle lo que me estaba pasado?

—Es una historia muy larga —le dije al fin.

—Tenemos como seis horas de viaje todavía, tengo tiempo.

Desde tu primera sonrisa - Julián y EnzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora