En un momento dejó de besarme y yo lo único que pude hacer fue mirarlo para confirmar que lo que estaba pasando era real.
—No sé qué vamos a hacer —me dijo Juli.
—¿Con qué? —le pregunté mientras acortaba el poco espacio que nos separaba. Necesitaba más de él.
—Con todo, con esto —respondió sin dejar que lo besara de nuevo.
—¿Amarnos, tal vez?
—Para vos es muy fácil. Te pensás que me escribís una carta, me pedís perdón, me das un beso y yo me voy a olvidar de todos estos meses de mierda que me hiciste pasar.
—¿Qué más tengo que hacer? Decímelo y lo hago ya.
No me importaba nada, necesitaba que Juli me perdonara, que volviera a estar conmigo como sea. No estaba dispuesto a perderlo de nuevo ahora que había vuelto a acariciar lo que era tenerlo.
—No sé si hay algo que puedas hacer, necesito tiempo —dijo suspirando.
—¿Un día? ¿Dos capaz?
—No —sonrió.— La verdad, no sé.
—Dejame demostrarte que me equivoqué y que estoy arrepentido de todo. Y mientras tanto dame otro beso de esos que me vuelven loco.
—Alguien va a vernos.
—Está todo el mundo durmiendo —le respondí acercándome de nuevo a sus labios.
—No, pará —me frenó sonriendo.
—Me la vas a hacer difícil, ¿no? —me quejé.
—No lo había pensado, pero ahora que lo decís la verdad es que te lo merecés.
A pesar de lo que me estaba diciendo, dejó que lo siguiera abrazando con mis manos por adentro de su remera, apoyadas en la parte baja de su espalda.
—No me castigues demasiado, yo también la pase mal todo este tiempo.
—Pero porque vos quisiste. Son dos situaciones muy distintas.
—Decime qué hubieras hecho si yo no hacía lo que hice. Dónde estarías ahora.
—Probablemente estaría acá igual que como estoy ahora. No podés saberlo Enzo, y tampoco podés pensar que lo que vos hiciste fue lo mejor para mí, porque no tenés ni idea.
Estaba pensando qué contestarle, porque tal vez tenía razón después de todo, cuando siguió hablando.
—No entiendo cómo me viste así como estaba ese día en mi departamento y elegiste seguir haciéndome mierda. ¿Por qué no me dijiste la verdad? ¿No te diste cuenta en ese momento lo que me dolían tus palabras?
—Podía suponerlo —dije suspirando, porque no quería ni acordarme de él llorando en ese sillón mientras yo me iba.
—¿Entonces? —insistió.
—Pensé que si te lo decía así ibas a odiarme, ibas a querer no verme nunca más. Que se te iba a hacer un poco más fácil todo. No era mi intención que vos sufrieras.
—¿En serio Enzo? Realmente tenés una mente digna de ser llevada a alguna reunión de psicólogos para que te analicen, porque es la forma de pensar más retorcida que escuché en mi vida.
Me reí. Aunque sabía que la conversación que estábamos teniendo era algo serio, necesitaba cambiar de tema.
—Capaz por eso juego bien al fútbol.
—Mejor vamos a dormir, creído —mientras hablaba me sacó las manos de su espalda.— Que mañana va a ser un día largo.
Era cierto. Teníamos que descansar bien porque a la mañana siguiente era el último entrenamiento antes del partido contra Australia y ya se habían terminado las posibilidades de equivocarse.
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Desde tu primera sonrisa - Julián y Enzo
FanficSEGUNDA PARTE YA DISPONIBLE! Julián creyó que iba a tener un entrenamiento más hasta que le presentaron al nuevo integrante del equipo: Enzo. A partir de ese día, los dos jugadores de River dibujaron el camino hacia una amistad que se iba a ver com...