Enzo ~ Lunes 15 de Julio de 2024

752 84 27
                                    

—No puede ser —le dije apenas abrió un ojo.

—¿Qué pasó? —me preguntó sin entender nada.

—No puede ser que seas tan hermoso.

—Enzo —se rió y me abrazó del cuello para darme un besito.— Te amo.

—Buen día bebé. O buenas tardes. Te amo.

Estaba de buen humor. Siempre que terminaba un día teniendo sexo con Juli, al otro despertarme con él desnudo al lado era un placer. Más si la noche anterior habíamos estado de fiesta. Y más todavía si esa fiesta había sido por haber ganado la Copa América. De nuevo.

—¿Puedo cogerte un ratito?

—¿Un ratito? —Sonrió.

Le pasé las manos por el cuerpo y volví a besarlo. Él me agarró del pelo, como casi siempre que empezaba a calentarse. Así que dejé que se subiera encima mío.

—Qué lindo que sos —me dijo mirándome desde arriba.

—Viste —le respondí guiñándole el ojo.

Dejé que me acariciara el pecho mientras yo acomodaba los brazos atrás de mi cabeza, de almohada. No me duraron mucho, porque apenas se acomodó adentro mío lo agarré de la cintura y lo ayudé a moverse un poco. Aunque no le hacía falta. Con los años había aprendido a hacer exactamente lo que me gustaba. Lo malo era que me encantaba tanto que a veces duraba muy poco.

Así que como sentía que le debía algo cuando terminé, lo di vuelta para quedar arriba suyo y bajé dándole besos por todos lados antes de chupársela. Juli me agarró del pelo una vez más y se dedicó a gemir hasta que me tomé mi desayuno.

Después, subí a dale un beso y a acostarme al lado suyo.

—¿Aprovechamos que tenemos el resto del día libre y vamos a la playa? —me preguntó mientras me acariciaba la cara.

—Dale, escribí en el grupo a ver cuántos vamos a ser. Algunos ya se deben haber ido.

—No, yo digo nosotros solos.

—No bebé, nosotros dos solos es muy obvio —le dije mirándolo.— Nos van a andar sacando fotos y todo.

Enseguida noté que la cara se le transformaba y que se venía una de esas discusiones que iban a terminar en nada, como las que teníamos cada vez más seguido.

—Siempre lo mismo con vos Enzo, nunca querés hacer nada conmigo.

—Sabés muy bien que no es eso Juli, acá nos conoce todo el mundo, capaz si fuera en otro lado...

—Siempre tenés una excusa para esconderte —siguió, sin dejarme terminar.— Estoy demasiado harto.

—Podemos ir con mi familia.

—Ah no, listo. Vos porque querés ir con Valentina. Ya está, dejá no más.

La nombraba de nuevo, después de una discusión que habíamos tenido al principio de la Copa América porque ella había venido con mi familia... y estaba embarazada de su pareja. Pero obviamente para Julián el padre de la criatura era yo, no solamente porque soy infiel sino también porque soy lo suficientemente pelotudo como para embarazar a mi amante y llevarla a la tribuna para que él la viera.

—Pero... —me reí porque ya me daba gracia el nivel al que se hacía la cabeza por cualquier cosa.— ¿Te podés calmar? También podríamos ir con la tuya.

—No me calmo nada —me respondió, alejándose un poco.— Andate a la mierda.

—No, la verdad que no me quiero ir a ningún lado. Estoy cómodo acá. Si algo te molesta andate vos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 08 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Desde tu primera sonrisa - Julián y EnzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora