Desde tu primera sonrisa - Julián y Enzo

Julián • Lunes 19 de Enero de 2020

Cuando me desperté pensé que iba a ser un día más. Desayuné mientras el entrenamiento de hoy pasaba por mi cabeza. Aunque ya estaba acostumbrado, Marcelo siempre encontraba la forma de cansarnos. Algunos de mis compañeros se quejaban, pero para mí estaba bien. No se puede ser el mejor equipo sin el mayor esfuerzo.

Llegué al club cerca de las nueve y media de la mañana y fui directo al vestuario para cambiarme. Ahí ya estaban Franco, Javier y Bruno.

Quince minutos después, me estaba terminando de atar los botines cuando entra el ayudante de Marcelo, Hernán, y nos reúne a todos. Quería hablarnos.

—Buen día chicos, tengo una buena noticia para contarles —empieza.— Vamos a tener un compañero nuevo, que viene de las inferiores del club y va a empezar a entrenar con ustedes a partir de hoy para irse acostumbrando al grupo.

Nos miramos entre todos, viendo si el nuevo estaba por ahí, pero no eran más que caras conocidas.

—Vení, pasá —dijo Hernán, y extendió la mano para abrazar del hombro al chico que entraba por la puerta.— Muchachos, él es Enzo, Enzo Fernández. Juega de mediocampista.

Enzo empezó a saludar a uno por uno con la mano. No hacía falta presentarse, él ya sabía quienes éramos. Igualmente, cuando llegó hasta mí me salió del alma.

—Bienvenido, soy Julián —le dije.

El chico soltó una carcajada y puso su mano en mi hombro como si nos conociéramos de toda la vida.

—Ya sé quién sos —me sorprendió un poco su voz, no me la esperaba. Tampoco me esperaba lo que me dijo, por lo que me puse un poco colorado. Si lo notó, nunca lo sabré.— Pero gracias igualmente.

Me sonrió mirándome a los ojos antes de seguir con la persona que tenía al lado. Ese día no entendí por qué, pero su sonrisa, y sobre todo su mirada, se grabó en mi mente por el resto de mi vida.