Habíamos pasado a octavos. Encima, el segundo gol lo había hecho Julián con una asistencia mía. Fue hermoso poder ganarnos los puestos de titulares en el medio del mundial y además volver a jugar juntos. Un poco me había olvidado lo que me gustaba entrar a la cancha con él en el mismo equipo.
En el partido, cuando me di cuenta de que la pelota que pateó Juli iba adentro, no dudé un segundo en correr para abrazarlo. En ese momento no había otra cosa en mi cabeza que no fuera ganar y ser mejores que Polonia.
Hasta que lo vi acercarse a mí con una sonrisa en el vestuario.
—Gracias por esa pelota que metiste —me dijo abrazándome.
—El gol lo hiciste vos —le respondí sonriendo y devolviéndole el abrazo.
Aproveché y le di un beso en el cachete. El quilombo que había ahí adentro por la victoria era impresionante. Y estaba seguro que solo por eso Julián estaba ahí hablándome. Porque sabía que adelante de todos yo no iba a hacer nada.
Me había estado evitando desde ese día que me lo crucé en el pasillo. Siempre se aseguraba de estar con otras personas y las veces que fui a su habitación Alexis también estaba ahí, cuidándolo como un perro guardián. Así que no habíamos podido estar solos todavía para decirle todo lo que quería.
—Más tarde necesito hablar con vos —le susurré al oído, sin soltarlo.
—Enzo, dejame disfrutar del mundial —dijo separándose de mí.— Vine a agradecerte por el pase que me diste porque durante el partido no pude, nada más. Lo nuestro es solo fútbol.
—¿Cómo?
No me respondió, ya estaba yéndose a sacarse los botines. Suspiré, pero no me duró mucho la amargura porque enseguida me vi en la obligación de prenderme en la fiesta de los demás. Ahora podíamos festejar, más tarde iba a encontrar el momento para hablar con Julián.
***
Estábamos la gran mayoría en la habitación de Rodri y Lea Paredes de joda, tomando, bailando, cantando, escuchando música. Con todo apagado, solo habían dejado un velador prendido y la cortina abierta para que entrara un poco de luz de afuera.
Julián también estaba ahí, y con Alexis demasiado cerca suyo. Claro, los dos habían hecho los goles así que eran el centro de atención. Me pareció que Juli había tomado un poco de más. Alexis capaz también, pero no lo conocía lo suficiente como para estar seguro.
Decidí que lo mejor era prestarle atención a otra cosa porque los celos me estaban comiendo la cabeza. Así que empecé a hacerme un fernet. Después de ponerle la Coca agarré mi celular y me puse a guardar todas las fotos de nosotros dos festejando que encontraba en las redes porque me parecían hermosas.
Estaba pensando en que me arrepentía de no habernos sacado prácticamente ninguna mientras estábamos juntos cuando escuché que todos empezaron a pegar gritos, silvar y reírse.
Me di vuelta para ver qué pasaba y vi lo peor que podría haber visto.
Alexis tenía la cara de Julián entre sus manos porque estaba besándolo.
No podía creer lo que estaba viendo. Cómo ese hijo de puta estaba usando la situación para aprovecharse de Juli. Y lo peor de todo era que yo no podía hacer nada, porque cagarlo a trompadas en ese momento iba a ser muy evidente para todo el mundo.
Ni siquiera podría explicar lo que sentí en ese momento, porque no eran celos. Era una furia que me recorrió todo el cuerpo de punta a punta, como si de repente la temperatura hubiera aumentado cincuenta grados en un segundo. Tenía tanto odio que no creía poder contenerlo mucho más.
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Desde tu primera sonrisa - Julián y Enzo
Hayran KurguSEGUNDA PARTE YA DISPONIBLE! Julián creyó que iba a tener un entrenamiento más hasta que le presentaron al nuevo integrante del equipo: Enzo. A partir de ese día, los dos jugadores de River dibujaron el camino hacia una amistad que se iba a ver com...