Desde tu primera sonrisa - Julián y Enzo

Enzo • Martes 26 de Marzo de 2020

En un momento estábamos viendo una película y al otro me desperté después de haberme quedado dormido. Julián seguía al lado mío. No se había dado cuenta de que tenía los ojos abiertos. Apenas recuperé el total sentido de mi cuerpo sentí que algo me apretaba suavemente la mano. Miré para abajo y vi que era él, que me la estaba agarrando.

Todavía intentaba procesar lo que estaba pasando cuando Julián me besó.

Sí, me estaba besando.

Y yo sentí una electricidad que empezó en el contacto de nuestros labios y me recorrió todo el cuerpo.

Pero... era Julián. Apenas entendí eso me solté de su mano que seguía con la mía y lo empujé para que se alejara de mí.

—¿Qué te pasa? ¿Qué mierda hacés? —le grité.

Él no sabía dónde meterse, empezó a tartamudear.

—No, yo... es que... —me miraba a mí y miraba para todos lados intentando buscar escrito en alguna pared, en algún mueble, el motivo de lo que había hecho.

Sin decir nada más, me levanté del sillón más rápido de lo que creía posible, y fui a la puerta para agarrar mi bolso.

—Esperá, dejame que te expli... —llegué a escuchar antes de cerrar la puerta de un portazo. Bajé corriendo la escalera porque no quería esperar al ascensor y que Julián se atreviera a salir de su departamento.

Me daba vergüenza, me daba vergüenza lo que había pasado y me daba vergüenza lo que había sentido.

Sentido, ¿yo? Yo no sentí nada.

Saqué las llaves de mi auto del bolsillo y se me cayeron al piso de los nervios. Las levanté a la pasada y me subí antes de salir de ahí como si mi vida dependiera de eso. No miré para arriba, pero me imaginé que Julián me estaba espiando desde su balcón, siguiendo cada uno de mis pasos.