Juli me había llamado mientras estaba en el auto para preguntarme si iba a ir hoy a su departamento o si él me visitaba a mí.
Unos meses atrás, yo le había insistido para que no nos veamos todos los días, porque a pesar de que lo amaba y me encantaba pasar tiempo con él, también necesita mi espacio. Para estar con amigos, con familia, o simplemente un poco solo. Pero sobre todo porque sentía que a él también le hacía falta relacionarse más con otras personas. Desde que estaba conmigo había casi que dejado de ver a todos sus conocidos. Al principio me parecía bien, por los celos, pero cuando entendí que era completamente fiel a mí y aflojé un poco, también entendí que no estaba bueno que se encerrara así. A él no le había gustado mucho la idea al principio, pero al final terminó cediendo cuando lo convencí de que extrañarnos un poco iba a hacer que cada vez que nos viéramos nos disfrutáramos más.
En fin, terminé yendo a su departamento.
Cuando entré él estaba calentando agua para mate. Me metí a la cocina y apenas me vio se acercó a abrazarme del cuello con una sonrisa.
—Hola —lo saludé mientras ponía las manos en la parte baja de su espalda.
—Hola amor —respondió antes de darme un beso— ¿Qué vamos a hacer hoy?
—¿Hoy lunes? ¿Por qué lo preguntás?
—Sabés qué día es, ¿no?
—¿28 de marzo? —pregunté, no estaba seguro.
—No me refiero a eso.
Pensé, busqué en lo más profundo de mi cerebro pero no logré encontrar absolutamente nada.
—Enzo —me dijo quejándose.
—Perdón bebé, soy malísimo para las fechas.
—Qué poco romántico.
Suspiró y noté cómo sus hombros se le caían un poco del desánimo. De repente se me ocurrió una cosa.
—No me digas que hoy cumplimos un año.
—No puedo creer que no te hayas acordado.
Me soltó el cuello, dejando caer los brazos a sus costados.
—No te enojes, no te amo menos por no acordarme una fecha —me acerqué a besarlo pero no me dejó, me corrió la cara.
—Era un solo día que te tenías que acordar.
—¿Qué tengo que hacer para que me perdones? ¿Arrodillarme y besarte los pies? ¿Arrastrarme hasta el Obelisco? ¿Ir caminando hasta Calchín? ¿Salir al balcón a gritar que te amo? ¿Tatuarme tu nombre en la frente?
—No harías nada de eso.
—Por vos hago lo que sea, caramelito rico.
Seguía ofendido, pero al menos logré sacarle una sonrisa. Lo abracé más fuerte y no le quedó otra que poner sus manos en mis hombros para no quedar tan cerca mío.
—Besame —le pedí.
—No quiero.
—Sí querés —bajé mis dos manos para agarrarle el culo por abajo del short deportivo que tenía puesto.— Qué hermosa manzanita, durita, jugosa. No puedo esperar a la noche para comérmela de postre.
—Sos realmente insoportable.
—Sí, lo sé. Pero es que estoy un poco obsesionado —admití, porque era la verdad.
Juli se rió y al fin me volvió a abrazar del cuello.
—Tengo un regalo, pero ahora no sé si quiero dártelo.
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Desde tu primera sonrisa - Julián y Enzo
FanficSEGUNDA PARTE YA DISPONIBLE! Julián creyó que iba a tener un entrenamiento más hasta que le presentaron al nuevo integrante del equipo: Enzo. A partir de ese día, los dos jugadores de River dibujaron el camino hacia una amistad que se iba a ver com...