Capítulo 4: El desconocido

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Mientras ___ empleaba todos sus conocimientos en sanar a los heridos graves, Kokichi iba de un lado a otro cargando hierbas medicinales, recipientes y vendajes en una sala adyacente. Agradecía que le hubiesen encomendado hacer de recadero, si tenía que estar escuchando lamentos y quejas de dolor y viendo aquellas heridas un segundo más le iba a dar algo. Los conocimientos de la fémina eran casi como obras milagrosas para los médicos de allí, o mejor dicho, "supuestos médicos". No sabían siquiera lo que significaba coser una herida, ni cómo hacerlo. No le extrañaba que el ejército fuese tan dependiente de las tropas especiales.

De vez en cuando al pasar junto a la puerta podía ver a la peli___ hacer su trabajo. Se le veía sumamente concentrada mientras daba ánimos por lo bajo a los pacientes que trataba para calmarlos. Los lamentos y quejas eventualmente fueron disminuyendo hasta ser susurros o ronquidos. Ella estaba esforzándose al máximo por su causa. Si no fuera por ella probablemente no siquiera estaría vivo en esos momentos. Primero le salvaba de morir envenenado y luego le salvaba de morir en manos de un ejército enemigo que le cazaba como a un animal. Le debía demasiado incluso para ser un príncipe. Aunque probablemente su padre dijese que era su deber como ciudadana de su reino, ___ debía albergar un odio profundo por las altas clases sociales al haber sido previamente una esclava. Vendida, abusada y maltratada a lo largo de sus años de vida hasta que pudo llegar a ser su yo actual, quien hasta hacía poco llevaba una nueva vida, una feliz y con una familia que le quería. Después de contener una expresión de tristeza al ver una vez más el rostro de la peli___, Kokichi continuó con su trabajo mientras se mentalizaba que era hora de un cambio en su vida. Si ella hacía todo lo posible por ayudarle en su actual situación, él debía hacer todo lo posible por no ser una carga.

Cuando la situación estuvo bajo control, ___ recibió la paga justa por su ayuda, e incluso alguna que otra propina por parte de los heridos que agradecían el no haber perdido la vida gracias a ella. Regresaron a la posada con las manos llenas y la felicidad de saber que su tiempo en aquel lugar terminaba. Pronto podrían seguir con su viaje con el fin de llevar al pelimorado a un lugar seguro junto a los aliados de su padre. Ya en su habitación, ___ no pudo evitar cerrar las ventanas. Desde que habían dejado aquella torre se había sentido observada. Después de apartar un poco las cortinas deshilachadas que adornaban aquellas simples ventanas de compuerta, pudo avistar una sombra escabullirse aún callejón frente a la edificación. Aquello fue una clara señal de que no estaban seguros allí. ¿Qué se podía esperar de un pueblo pobre cuando venga dos forasteros pasearse cargados de bienes?

-Alteza, no retire sus zapatos todavía... _advirtió mientras corría a recoger sus cosas y guardarlas apresuradamente_

-¿P-Por qué? ¿Qué ocurre? _preguntó, preocupado por su actitud_

-Nos están vigilando... En cualquier momento podrían venir a por nosotros. Probablemente será algún ladrón o algo peor. Debemos irnos de acá y buscar un lugar alejado. _explicó en voz baja para que la conversación no se filtrase al exterior y avisase a su espía de su plan de fuga_

-Termine de guardar sus cosas, iré a la recepción a pagar por nuestra estadía de hoy y la comida que llevaremos para más tarde. Por favor, procure actuar lo más natural posible y no haga ruidos fuertes. Volveré pronto. _pidió. El chico le miraba aterrado y solo atinó a asentir frenéticamente aún con su expresión de espanto_

___ bajo actuando totalmente natural, saludo a la dueña y a su esposo, que se encontraban atendiendo a otros clientes. La mujer estaba encantada con ella, siempre había sido servicial y desde su llegada había estado ayudándole con la limpieza cuando ya no quedaba nadie despierto o habitando su posada a excepción de su esposo. La mujer se extrañó de que está le dijese que debía marcharse y pagó por ello además de pagar por algunos alimentos en conserva y demás para su partida. A la posada entró un hombre desconocido justo en el instante en que la fémina regresaba subiendo las escaleras. Pudo verle de reojo, pero no logró ver demasiado de sus facciones. Solo quedó en su mente el extraño detalle de sus cabellos blanquecinos y despeinados y su piel sumamente pálida. Subió con algo de prisa, encontrando al pelimorado aterrado desde el momento en que abrió aquella puerta.

Después de tomar sus cosas y bajar de nuevo las escaleras en total silencio, ___ advirtió que usarían la puerta trasera. Bueno, él la usaría. Ella saldría por la principal para llamar la atención de los posibles ladrones. A Kokichi le aterraba la idea de ir por su cuenta, pero no había de otra más que obedecer. Al momento de efectuar su plan, ___se disponía a salir por la puerta cuando escuchó el grito del pelimorado, tras lo cual se disponía a ir en su búsqueda, pero fue atacada al momento de darse la vuelta, recibiendo una puñalada, cuya arma causante perforó su pecho de lado a lado. Su vista comenzó a nublarse a la par que el dolor poco a poco se hacía menos notorio debido a la pérdida de sus sentidos. Aún en sus momentos finales pudo escuchar claramente la conversación de su atacante con su posible cómplice.

-¿Le tienes? _preguntó el sujeto que antes le había atacado. Su compañero camino hacia él, llevando consigo al pelimorado inconsciente sobre a hombro cual costal de patatas_

-Nos costó bastante localizarlo, el rey estará complacido de saber que realmente estaba con vida. Cuando haga su ejecución pública oficialmente podrá reclamar el reino como suyo.

-Esta mocosa le estaba acompañando. Puede que fuese la sirvienta que supuestamente le ayudó a darse a la fuga. _dijo el sujeto mientras movía el cuerpo inerte de la fémina con su pie sin cuidado alguno_ Una lástima, si no hubiesen intentas escapar podía haberla tomado como mi juguete. Es un desperdicio, tiene muy buen aspecto.

-Espero que no te vaya eso de violar cadáveres.

-No seas imbécil. Nos vamos. _sentenció. Posteriormente se dispusieron a dejar el lugar. Lo ultimo que ___ alcanzó a ver con su visión borrosa fue la expresión preocupada de la dueña, que aparentemente exclamaba su nombre buscando en ella algo de consciencia, la cual perdió finalmente antes de que su corazón latiese por última vez_

(...)

"Levántate. Este no es el futuro por el que has estado luchando tanto tiempo. Puedes hallar una mejor solución para este dilema. Piensa claramente, razona. Vuelve sobre tus pasos y busca por aquello que en su momento fuiste incapaz de ver..."

"Levántate, ___, eres mucho más capaz que solo esto. No debes rendirte aún"

"No puedes..."

Breaking the mold [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!reader] © RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora