Capítulo 2: Las 17 razas

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Llegando a las cercanías de la gran puerta que abría el paso a través del gran muro de roca que rodeaba la primera ciudad del reino vecino que hallaban tras cruzar la frontera, Kokichi finalmente despertó lo cual facilitó a ___ su avance al no tener que preocuparse de no sacudirle demasiado para permitirle descansar. Después de recapitular sobre lo que harían una vez llegasen a la ciudad, caminaron a paso ligero hasta la puerta, donde fueron detenidos por los guardias de la misma. ___ era una buena actriz si se lo proponía, pues luego de que presentara pruebas irrefutables de que era una curandera en todo el sentido de la palabra y de convencer a los guardias de que el pelimorado era totalmente mudo al no decir este una sola palabra, se les permitió el paso a la ciudad, advirtiéndoles además de que no causasen problemas. Lo primero sería conseguir hospedaje para descansar de la caminata y tener tiempo para planificar qué harían después. El problema era que no contaban con dinero como para poder permitirse el mismo, así que ___ decidió que era una buena idea hacer uso de sus conocimientos para hacer un par de trabajos en alguna zona de la ciudad y ganar dinero por ello. Kokichi realmente no confiaba en que sería tan fácil, pero de algún modo que no entendía aún, ___ terminó haciendo su trabajo en un puesto de guardia en el cual había heridos refugiados tras un ataque de bandidos de la zona que pretendían saquear la ciudad. Para cuando llegó el mediodía ya había acabado su pequeño trabajo, y, tras dar recomendaciones a los encargados de los cuidados médicos sobre qué hacer con los remedios que había dejado, recibió una muy buena paga por su trabajo.

-No me creo que realmente haya sido así de fácil... _musitó Kokichi, lo suficientemente bajo como para que solo la peli___ pudiese escucharle. La chica le miró con una amplia sonrisa en el rostro_

-En tiempos de guerra los cuidados médicos efectivos son una buena fuente de ganancias, sobre todo cuando son de primera necesidad entre el ejército. Mi trabajo es bastante conveniente para casos como estos, así que no tendrá que preocuparse por el hospedaje y el alimento mientras le acompañe. _le explicó la fémina, a lo que el pelimorado suspiró pesadamente, aunque no por alivio alguno, sino porque no acababa de acostumbrarse al ambiente que le rodeaba. Estaba paseándose como si nada por territorio enemigo, ¡ayudando al enemigo! ¿En serio aquello le estaba pasando a él? Al menos agradecía no estar solo en semejante lugar. De haber ido por su cuenta ya estaría muerto_ Bueno, hora de pagar el hospedaje... Como no podemos darnos el lujo de gastar demasiado comeremos en la posada, ¿de acuerdo? _preguntó al chico, quien solo asintió, cosa que le sorprendió con creces ya que esperaba que se quejara con alguna excusa inocentona de las suyas, pero estaba increíblemente manso_

-L-Lo que sea... ¿No soy mudo ahora?

-Eso no quiere decir que no pueda dar su opinión.

-M-Mi opinión es que deberíamos largarnos de aquí lo antes posible...

-Eso pretendo hacer, pero por ahora necesitamos cubrir muchas cosas antes de poder continuar. Necesitamos dinero para las provisiones, ropa extra, materias primas para más remedios y también debo reponer mis instrumentos perdidos o de lo contrario no podré ofrecer tratos mejores. Cuanto mayor sea la paga que consiga, más rápido nos iremos de aquí.

-P-Pues cubre eso primero...

Desgraciadamente, en aquella ciudad no había nada lo más remotamente parecido a los útiles que empleaba ___ en su trabajo. De hecho, ya se hacía una idea de aquello, pues los tratamientos médicos que ofrecía aquella ciudad eran infinitamente inferiores a los que disponían en su reino. Kokichi también había notado este hecho, y no le extrañaba. Aquel era un reino que centraba todos sus bienes en fortalecer su poder militar para repeler a los enemigos en la guerra, descuidaban mucho otros puntos necesarios tanto para el ejército como para la población al completo. Ese era el motivo por el cual pagaban bien a personas que ofrecían remedios y buenos tratamientos a los heridos o enfermos. ___ podía sacar buen provecho de la situación con sus grandes conocimientos en este campo, básicamente, se iba a convertir en la definición exacta de una mina de oro humana durante el tiempo que estuvieran en aquella ciudad.

Breaking the mold [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!reader] © RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora