Capítulo dedicado a:
|| Hop2lind ||______________________
Se encontraba corriendo por aquellas calles bajo la lluvia mientras miraba desesperadamente a cada rincón habido y por haber. Su corazón latía con rapidez y su respiración era tan interrumpida que apenas sentía aire llegar a sus pulmones. Sus piernas dolían, tenía raspones en sus rodillas que sangraban sin parar mientras la lluvia limpiaba las gotas del líquido vital, haciendo que un ardor leve recorriese sus piernas adoloridas por la carreta sin descanso. ¿Cómo pudo ser tan idiota de creer que realmente las cosas no podrían empeorar? Tenía que hallarles antes de que fuese tarde. Podía escuchar los gritos de sus perseguidores en la distancia, pero su preocupación por su vida era prácticamente mínima. La vida del príncipe corría peligro.
Retrocediendo a los hechos previos, en la mañana un desconocido se había presentado en aquella posada abandonada, haciendo que los refugiados en esta se preocupasen ligeramente, pues se suponía que nadie visitaría un sitio olvidado como aquel. Incluso si fingieron no estar presentes allí, el visitante pronto pateó con fuerza la puerta, haciéndola caer y sorprendiendo a los 4 adolescentes que se hallaban allí. Su fiera mirada viajó de uno en uno, como si buscase a alguien. Procedió luego a mirar un trozo de papel que tenía en sus manos y su mirada furibunda volvió a viajar entre los rostros de los 4 desconocidos que tenía delante. Entonces una sonrisa siniestra asomó por su rostro y atentó con poner sus manos sobre cierto pelimorado de baja estatura. Nagito fue el primero en reaccionar, ordenando al resto que se largase mientras él se encargaba del extraño. Fuyuhiko, ___ y Kokichi pronto ocuparon la salida trasera y dejaron el lugar. La.lluvia caía con fuerza y apenas veían por donde iban, pero conocían bien el terreno como para poder orientarse. No obstante, no esperaban que el sujeto de antes estuviese acompañado.
Esta vez fue el rubio quien se quedó detrás, procurando que tanto la fémina como el pelimorado pudiesen seguir su camino. La huida continuó, ___ llevaba de la mano a Kokichi para procurar que no se extraviado, sin embargo, sus perseguidores tenían suficientes hombres como para lidiar con los dos previos señuelos y aún poder seguirles la pista. Debido a que seguir corriendo en campo abierto era la peor de las ideas, ambos decidieron correr al interior del pequeño bosque que rodeaba la zona. No lo conocían a la perfección, pero debían alejarse todo lo posible. ___ avistó un tronco hueco de un árbol, del cual probablemente algún animal había roído su tronco. Viendo que habían adquirido suficiente distancia, ___ ocultó a Kokichi en el interior del tronco hueco, pidiéndole que no se moviese de allí hasta que ella o alguno de sus dos compañeros regresase a por él. Removió luego varias ramas de arbustos cercanos para construir uno artificial, lo suficientemente decente para que la lluvia cubriese cualquier pista que pudiese denotar que era una planta artificialmente hecha y, acto seguido, continuó corriendo.
No obstante, al no conocer el bosque al completo, no tenía la menor idea de que había un barranco ante ella, la lluvia no permitió que viese su camino y cayó irremediablemente. ___ despertó un rato después, tenía contadas heridas en sus brazos y piernas. Se había golpeado la cabeza, tanto que había quedado ligeramente aturdida, mas escuchar las voces distantes de sus perseguidores le alertó de que aún no estaba libre de ellos, así que, como pudo, reanudó su huida. Había seguido el barranco hasta una de las entradas a la ciudad de la capital real, por cuyas calles se encontraba corriendo actualmente.
-¡Detente ahí, pequeña rata! _exclamaban sus perseguidores en la distancia, pero ella continuaba haciendo caso omiso de sus palabras. El cansancio comenzaba a dominarla, había estado corriendo sin descanso gracias a la adrenalina, pero sus efectos cada vez eran menores y el dolor de sus heridas comenzaba a hacerse más notorio_
Giró en un callejón angosto que logró avistar más adelante y logró ocultarse tras unas cajas de madera que alguien había depositado allí. Contuvo su sonora respiración todo lo que pudo mientras escuchaba los pasos apresurados de quienes le estaban dando caza. Debía despistarlos lo suficiente para permitirse volver a salir de su pequeño escondite. Arrimándose todo lo que podía a la pared que se hallaba a su espalda, ___ abrazó sus piernas mientras la lluvia continuaba cayendo sobre su cuerpo, ahora frío y tembloroso debido al sobreesfuerzo y la baja temperatura. Un rato después las voces y pasos dejaron de escucharse, solo la lluvia impedía el silencio total. Justo cuando pensaba que nada más ocurriría, alguien abrió una puerta con brusquedad, los gritos de un niño se hicieron escuchar y los improperios de un adulto le reñían duramente. En la calle opuesta a la que ella había transitado antes había dos personas: un noble y un niño que no debía siquiera tener más de 12 años. El menor se cubría como podía mientras el mayor le propinaba patadas sin piedad y continuaba su ráfaga verbal de insultos hacia el pobre. Una vez se jactó, regresó al interior de su casa, dejando al pobre niño bajo la fría lluvia mientras sollozaba por el maltrato sufrido. ___ sintió escalofríos al recordar que ella alguna vez tuvo una vida semejante y no evitó acercarse al pequeño.
El niño tuvo como primera reacción pedir perdón mientras cubría su cabeza aún llorando, creyendo que ella era alguien más dispuesta a golpearle, pero solo recibió caricias de consuelo que le sorprendieron. El pequeño alzó la mirada, sus ojos azules se encontraron con los de la peli___ mientras las lágrimas brotaban de ellos. Sus hebras rojizas se pegaban a su rostro al estar siendo mojadas por la lluvia.
-¿Q-Quién eres? _preguntó el pequeño, aún algo asustado_
-Tranquilo, no pienso hacerte daño. _aseguró ella mientras ayudaba al pequeño a incorporarse, sentía un dolor terrible luego de ser pateado sin piedad_ ¿Te duele mucho? Debió ser horrible.
-E-Estoy bien, estoy acostumbrado... Soy torpe, por eso el amo siempre me castiga... _afirmó él mientras intentaba en vano detener sus lágrimas_ Odio a los adultos... Nunca están conformes con nada. T-Todos los días hago m-mi mejor esfuerzo y aún así... La señora también es horrible...
-¿Tú también eres siervo de los nobles...? Tan joven... Es terrible... _musitó ella, sintiendo pena por el pobre niño_ ¿Te han vendido? ¿O acaso viendo de una familia campesina?
-N-No, mi madre y mi padre también eran sirvientes de esta casa... Y mis abuelos... Y sus padres...
-¿Toda tu familia ha servido a esta casa noble? Pero entonces tú...
-D-Durante años han obligado a mi familia a contraer descendencia para preservar sus esclavos. Así es como hacen las cosas en la capital real...
-Ya veo... ¿Cuál es tu nombre, pequeño?
-¿M-Mi nombre...? _preguntó sorprendido, nunca antes alguien siquiera había mostrado interés en saber su nombre. Sus amos solo le.llamaban mugroso, inútil o asno de carga, pero nunca habían mencionado el nombre que su madre había elegido para él. Una leve calidez recorrió su cuerpo al ver la mirada compasiva que la peli___ le dedicaba_ M-Me llamo Masaru...
-Es un bonito nombre... _musitó ella con una sonrisa a la par que acariciaba su cabeza con gentileza, acto que agradó en demasía al menor. Pronto, ___, recordó que debía ir a por Kokichi, el cual probablemente debía seguir peligrando en el lugar donde le había dejado. Al momento de intentar levantarse, sintió que dos manos pequeñas retenían la suya. El menor le miraba con tristeza, no queriendo que se fuera aún. Ella había sido la única persona que había demostrado algo de amabilidad con él_
-P-Por favor, no te vayas... _rogó. ___ sintió verdadera pena por él, pero no podía dejar a Kokichi solo por más tiempo, por lo que tomó una decisión de la que probablemente luego podría tener consecuencias_
-En ese caso, Masaru, ¿quieres ser libre...?
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Breaking the mold [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!reader] © RoseSanae55
Fanfiction[SEGUNDA PARTE] ____________________________ Después de haber escapado tras el incidente ocurrido en la capital real, ___ y Kokichi se vuelven fugitivos buscados por los grandes imperios con los cuales el reino, ahora en manos de otros, mantenía gue...