Había pasado un largo rato desde que Kokichi y ___ habían retornado a sus habitaciones respectivas. Por su parte, ___ no lograba conciliar un sueño tranquilo. Desde hacía un buen rato había caído dormida, pero no dejaba de retorcerse sobre su cama, apretar las sábanas con fuerza o emitir gruñidos que denotaban su molestia. Sentía un extraño ardor en su cuerpo que no le dejaba tranquila, como situviese miles de hormigas caminando dentro de cada una de sus venas y la comezón era insoportable. En su mente no se proyectaba ningún sueño, solo apreciaba una profunda oscuridad y una especie de frialdad que iba y venía por momentos. Al cabo de un rato sintió un dolor súbito en su abdomen, como si algo lo estuviese aplastando. A pesar de toda la incomodidad, no era capaz de abrir los ojos, su cuerpo mismo no le obedecía. Admiró sus manos aún en sueños, las cuales temblaban frente a su rostro. Pronto pudo ver como algo semejante a enredaderas cubrían las mismas poco a poco y continuaban creciendo. Sintió pinchazos incesantes en todo su cuerpo, al bajar la mirada pudo apreciar que estaba siendo cubierta por aquellas extrañas plantas y algo semejante a espinas se clava en su piel sucesivamente. Las hojas de la planta comenzaron a tornarse rojizas poco a poco y las pequeñas y casi imperceptibles líneas que surcaban las mismas se teñían gradualmente, como si fuesen diminutos vasos sanguíneos. Aquello era... ¿Sangre? ¿La planta estaba succionando su sangre? Antes de poder formular siquiera otra pregunta para sí misma, el dolor que antes sentía en su abdomen incrementó enormemente, hasta que finalmente cesó de repente. Grandes raíces habían emergido súbitamente de su cuerpo, matándole en el acto, haciendo que finalmente pudiese abrir sus ojos.
Despertó totalmente agitada, gotas de sudor frío descendían por su pálido rostro y brazos desnudos. Su respiración tan agitada apenas permitía que el oxígeno llegase debidamente a sus pulmones, los cuales comenzaban a escocer insufriblemente, obligándole a calmarse gradualmente hasta que pudo normalizar la misma. Ese sueño tan aterrador todavía le perturbaba, podía sentir la comezón en su cuerpo, aunque era mucho menos molesta que instantes previos. Inconscientemente llevó su mano derecha a su abdomen. Nada, no había herida alguna, pero el dolor fantasmal de aquel sueño aún seguía ahí, mucho más tolerable, pero permanecía todavía. Viéndose incapaz de volver a cerrar los ojos por temor a reanudar aquel sueño tan perturbador, apartó las sábanas y se sentó al borde de la cama, dejó salir de sí un profundo suspiro que se llevó gran parte de su fatiga e inquietud, pero sus manos aún temblaban por la mala impresión que aquel sueño le había supuesto. Cansada de ello y queriendo despejarse, ___ salió finalmente de la habitación, descalza como estaba, con sus hebras ___ ligeramente despeinadas tras el constante movimiento a causa de su pesadilla. Las leves y frescas brisas que inundaban los pasillos oscuros del palacio contribuyeron a calmar sus nervios.
Mientras avanzaba creyó escuchar voces distantes, probablemente alguien permanecía despierto a pesar de las altas horas de la noche. A paso sigiloso fue acortando distancias hasta poder percibir con más claridad las voces. Parecían ser las de dos ancianos, aunque una sonaba algo más jovial que la otra. La conversación prosiguió como si ella no estuviese allí.
-¿Estás seguro? _preguntó aquel con voz más anciana_
-No hay duda. He sentido esa aura escalofriante nuevamente. Me ha calado hasta el último de los huesos en cuestión de instantes. _dijo el de voz más jovial_ Esa presencia se encuentra dentro del palacio, probablemente sean los rastros de la bruja.
-Esa bestia sigue aquí. Debemos cazarla lo antes posible... Pero.. ¿Qué es esto? _cuestionó el más anciano, escuchándose ligeramente sorprendido_
-¿Qué ocurre, mi señor? _preguntó el segundo individuo_
-Hay alguien deambulando los pasillos. Las luciérnagas le han visto merodear.
-"¿Luciérnagas?" _cuestionó la peli___, recordando luego aquellas bolas luminosas que flotaban por los jardines del palacio cuando antes había intentado escapar del mismo_
-¿Es ella? _cuestionó el más jovial de los dos conversadores_
-No, no. Las luciérnagas le reconocen, debe ser alguien familiar a nosotros también, no se muestran hostiles, aunque siguen perturbadas por la presencia... Es como has dicho, ese aura sigue por aquí.
-Es extraño que el guardián no haya aullado en señal de alerta.
-Sabes bien que esa bestia es buena con las criaturas vivas, como todas las brujas suelen ser. Desafortunadamente, como nosotros, la naturaleza es su aliada. Recuerda, en un inicio, druidas, elfos, brujas y magos blancos eramos los guardianes de las fuerzas naturales.
-Conozco la historia, no soy un pimpollo. La guerra Sacro-Satánica fue lo que acabó con el equilibrio natural de las cosas y el orden se rompió.
-En cualquier caso, debemos dar con esta bruja antes de que haga otro movimiento. _dijo el más anciano. Pronto se escucharon pasos apresurados. ___ creyó escuchar a uno de ellos musitar que llamarían al escuadrón de magos de alta categoría para rastrear a la bruja. Y recordaba perfectamente que la reina Sayaka había dicho, durante la pequeña fiesta de té de la tarde, que el torreón de los magos se encontraba fuera del palacio, en el patio trasero, junto al ala de dormitorios de los soldados y la guardia real. Vio aquello como su oportunidad para salir del palacio, pero temía dejar al pelimorado solo_
Resignada al no poder aprovechar la oportunidad, ___ se dio media vuelta, dispuesta a regresar a su habitación. Mientras divagaba sobre la conversación previamente escuchada avistó una silueta moverse al final del pasillo. Alguien iba de paso, y tan pronto como apareció en su campo de visión, desapareció. Un escalofrío recorrió su cuerpo, como si estuviese teniendo alguna especie de deja vu sobre los hechos que estaba viviendo en esos momentos. Lentamente, se acercó al final del pasillo, mirando y avanzando con total cautela, pero al llegar a dicho punto, no halló a nadie merodeando por allí. Exhaló el aire que hasta ese momento no sabía que contenía y retomó su camino hacia su habitación, pero no contaba con una emboscada tan pronbto se dio la vuelta. Alguien había caído del techo justo sobre ella, apuntando el filo de su arma a su cuello...
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Breaking the mold [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!reader] © RoseSanae55
Fanfiction[SEGUNDA PARTE] ____________________________ Después de haber escapado tras el incidente ocurrido en la capital real, ___ y Kokichi se vuelven fugitivos buscados por los grandes imperios con los cuales el reino, ahora en manos de otros, mantenía gue...