Capítulo 8: Sueños y recuerdos

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___ despertó sumamente agitada, gotas de sudor cubrían su cuerpo y su respiración era entrecortada. Miraba fijamente la blanca tela de la manta con la cual hasta hace poco se estuvo cubriendo. Agarró la misma con algo de fuerza mientras comenzaba a pensar acerca del motivo de su despertar tan repentino. Nuevamente esa voz, seguía pareciéndole que la conocía desde antes, pero no recordaba haberla escuchado en su vida. ¿Cómo era posible? Además, la sensaciones le parecieron demasiado realistas. El dolor repentino, la calidez, todo fue demasiado real para ser solo un simple sueño. Algo le estaba pasando y debía averiguar qué era o a qué se debía esos sueños.

Después de dar vueltas sobre su cama intentando volver a dormir en vano, ___ decidió caminar un poco para calmar su mente desconcertada. Era bien entrada la noche, probablemente las 2 o las 3 de la madrugada aún. Las brisas frías de la noche le hacían temblar momentáneamente al contacto con su piel. Había salido de la posada, iba a hacer un pequeño recorrido por el lugar, pues en la tarde no pudo apreciarlo demasiado. Mientras caminaba, un sonido desconcertante llamó su atención. Más que sonido, parecía ser la chirriante voz de un cuervo. Miró a todos lados, no hallando al animal a pesar de su insistencia. El aleteo de la supuesta ave le hizo voltear al sentirlo muy cerca suyo, pero a sus espaldas solo estaba el camino por el cual había llegado hasta aquel punto.

-¿Estás buscando algo? _escuchó a alguien preguntar. Inmediatamente volvió su mirada al frente, hallando a una chica en ropas oscuras como la noche. Una capucha cubría gran parte de su rostro, pero por lo que alcanzaba a ver, su piel era morena. Por instinto, ___ retrocedió para tomar distancias_ No temas, ___, no soy una enemiga a la que debas confrontar.

-¿Y quién puedes ser tú entonces?

-Solo soy una humilde mensajera. _dijo la desconocida a la par que retiraba las telas que impedían ver su rostro. Sus ojos azules como zafiros brillaban a la luz de la Luna y sus cabellos castaños caían agraciadamente sobre sus hombros_ Mi nombre es Aoi, vengo a ti con un mensaje de alguien a quien pareces no recordar.

-¿Aoi? ¿Un mensaje?

-Debes estar sumamente confundida. He estado observándote desde hace mucho tiempo. Siguiendo tus pasos y velando por tus acciones.

-¿Me has estado siguiendo? Pero en ese caso, debería haberme dado cuenta. Kokichi o Nagito debieron notarlo también.

-Si, estoy segura de que lo notaron. Pero es difícil deducir esta identidad mía cuando no eres más que un cuervo. _rió la de ojos azules. ¿Un cuervo? ¿Le estaba diciendo que ella era el dichoso cuervo que antes le había asustado?_

-¿Insinúas que tú eres un cuervo?

-Así es. Fui dotada de esta apariencia por mi ama con el fin de permitir que me comunicase adecuadamente contigo. He aquí mi mensaje para ti... _dijo mientras cerraba sus ojos, recordando bien las palabras de quién le había enviado allí con aquel fin_ "Aunque me sorprenda que estés viajando con alguien a quien considero un peligro, confío en tu juicio. Ahora mismo me es imposible proveerte de ninguna ayuda pues me encuentro realmente débil. Escucha bien mis palabras, ___. Tienes sobre tus hombros la pesada carga de proteger a alguien. Una misión que, de no cumplir, podría condenar a cada ser viviente de este mundo. Yo, que he vivido para ver tan cruel destino, he decidido otorgarte a ti la dura misión de impedir ese trágico final. Por favor, pase lo que pase, no intentes indagar en lo que no necesitas saber. Sigue andando y sé feliz con la vida que ahora llevas, no hay necesidad alguna de que te veas perturbada por tus posibles sueños o recuerdos... Aoi te acompañará para procurar alivio a tu tormento, ten cuidado, nadie debe saber que ella va contigo."

-¿De qué... hablas? No entiendo nada... _musitó la peli___, intentando procesar aquellas palabras_

-Mi ama sabe bien que has comenzado a tener pesadillas. Esa voz que escuchas en tu cabeza mientras descansas es la suya. Le conoces, pero ella ha procurado borrar esos recuerdos tuyos porque temía que intervinieran tu misión. Era lo mejor para ti, sí hubiesen permanecido tal cual lo estaban ahora mismo no serías capaz de procesar tu situación.

-Es demasiado confuso para mí... ¿No hay una forma más sencilla de explicarlo?

-Perdona, ___, no puedo ir en contra de la voluntad de mi ama. Esta charla termina aquí. Deberías volver, tus queridos acompañantes pueden preocuparse de saber que no te encuentras en tu habitación. _dijo la castaña, dando por terminada la conversación_

Antes de que la peli___ pudiese decirle una palabra más, la contraria se cubrió con su capucha nuevamente y esta vez fue testigo de algo inesperado. La chica comenzó a encogerse de la nada y en cuestión de segundos las telas oscuras que antes eran una especie de túnica comenzaban a adoptar formas de plumas negras. Se había transformado en un cuervo justo frente a sus ojos. El ave alzó vuelo y se perdió en la oscuridad de la noche, quedando fuera de su vista. Viéndose sola nuevamente, ___ decidió que la noche se le estaba haciendo demasiado extraña como para no querer pasar página con tanto suceso extraño ocurriendo, así que se apresuró a regresar a la posada, se metió en su habitación y se cubrió con la manta de pies a cabeza, cerrando los ojos mientras susurraba que nada de lo que estaba pasando era real.

Casi matándola del susto, unos toques en la puerta hicieron acto de presencia. ___ volvió a levantarse de su cama y abrió la misma, hallando a cierto pelimorado tras esta. Frotaba tiernamente sus ojos con una expresión adormilada.

-¿Alteza? ¿Se encuentra bien? _preguntó al no esperar su visita, pero después de ver rastros de lágrimas en sus ojos al terminar de frotarlos, dedujo que algo no andaba bien_

-Solo... No puedo dormir... _musitó con alga de vergüenza, pues a su edad ya no debería tener esa clase de situaciones. La mirada triste que poseía en sus ojos morados le daba una clara idea de lo que pudo perturbar su descanso. Aunque no veía aquello muy correcto, le permitió pasar a su habitación_

-¿Es por... Lo que ocurrió? _preguntó la fémina, recibiendo un asentimiento como respuesta. No tenía la menor idea de como ayudarle en esos momentos. Ella había perdido a su familia también en aquel incidente e intentaba superarlo, pero la diferencia era enorme. Estaban hablando de sus padres biológicos, personas con las que estuvo desde que nació y de las que nunca se había separado hasta ocurrió la tragedia. No podía simplemente pedirle que lo superase_ Realmente no sé qué decirle... ¿Hay algo que yo pueda hacer para ayudarle?

-... _el pelimorado permaneció en silencio, sumido en sus pensamientos mientras buscaba la forma de dar respuesta a su pregunta. Si no fuese así no habría ido expresamente a su habitación a verle a tan altas horas de la noche. Inmediatamente enrojeció por la respuesta que pretendía dar a la incógnita, a lo que ___ permaneció mirándole levemente confundida_ ¿Podrías quedarme aquí por esta noche...? _cuestionó en un muy débil susurro que ni siquiera ella, a pesar de todo el silencio que embargaba la noche, pudo escuchar_

-¿Disculpe? Es que no pude escucharle bien. _dijo ella, a lo que el chico enrojeció todavía más, si es que eso era posible. Por favor, estaba haciendo un esfuerzo increíble por no salir corriendo. Cuando una situación así le superaba simplemente iría con su madre sin siquiera preguntarle, pero ella ahora no estaba y le echaba demasiado en falta, lo cual había sido el motivo de sus lágrimas poco antes. Nuevamente entristeció al recordar que su madre ya no estaba ahí para él, por lo que ___ inmediatamente entró en pánico y se acercó para intentar calmarle_ N-No llore, no pasa nada, estoy aquí... Aunque no sé si eso sirva de algo...

El pelimorado le abrazó sin previo aviso, algo que le sorprendió, aunque no hizo ningún ademán de apartarlo al ver su estado. Era notable lo mucho que le había afectado perder la compañía de sus padres tan repentinamente. A pesar de haber crecido con el paso de los años, seguía siendo un chico sensible a quien le distaba recibir el afecto paternal, que se lo arrebatasen de golpe era demasiado impactante para él. ___ estuvo correspondiendo a su abrazo por largo rato hasta que finalmente las lágrimas cesaron. Sintió su cuerpo más pesado de lo que era antes, a lo que no evitó ladear un poco su cabeza y mirar su rostro. Se había quedado dormido. Muy a pesar de que le parecía sumamente adorable verle tan calmado y descansando, seguía siendo inadecuado tener a un chico en su habitación. Más aún, al príncipe de todo un reino. ¿Debía simplemente llevarle por su cuenta a su habitación? Pero eso también sería inadecuado.

En cualquier caso, ¿acaso alguien sabría de ello? Después de lo mucho que le costó calmarse, suponía que era un acto de mala fe despertarle para que se fuera a su habitación, así que simplemente le recostó, con toda la delicadeza posible, sobre la cama y le cubrió con la manta para más comodidad. ¿Qué más daba? Simplemente le dejaría dormir en paz y procuraría que permaneciera así el resto de la noche...

Breaking the mold [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!reader] © RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora