Capítulo 9: La capital real de Siberly

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Cuando los rayos del sol anunciaron la mañana, ___ había olvidado por completo los sucesos de la noche previa. Ahora mismo no comprendía cómo el príncipe de su reino, al cual debía cuidar, había terminado durmiendo junto a ella, en su habitación, y en su cama. Llevaba al menos 30 minutos mirando su rostro de pura tranquilidad, intentando procesar que, en efecto, estaba allí. ¿Cómo había pasado eso? ¿Por qué? ¿De qué forma habían llegado a aquel punto? Mientras las dudas mentales continuaban, Kokichi comenzaba a despertar de su pacífico y agradable sueño, encontrándose cara a cara con la fémina. Independientemente de que su primera reacción fue de lento proceso, cuando recordó lo ocurrido no evitó avergonzarse a más no poder. Sus rostro pálido se tornó completamente rojo. Se levantó inmediatamente, importándole poco el mareo que sintió por la acción tan repentina. Luego salió corriendo de la habitación mientras se musitaba lo idiota que había sido. ___ permaneció mirándole, parpadeando un par de veces tras la corta pero incómoda escena. Lo mejor sería no darle más vueltas

Después de volver a empacar todas sus cosas y despedirse del dueño de la posada, agradeciendo sus servicios, los tres viajeros retomaron su camino hacia la capital real. Uno de los campesinos del lugar se ofreció a darles un aventón debido a que tenía que llevar ciertas mercancías, así que les permitió subir a la carreta en la cual llevaba los productos. El principito de hebras moradas lo agradeció con creces, pues la primera caminata de su vida fue de todo menos agradable. Aún sentía dolor en sus pies. Mientras Nagito hablaba con la peli___ muy orgullosamente de sus hazañas como líder de la guardia real de su reino, él prefirió simplemente guardar silencio y centrar su atención en las nubes blancas que iban y venían. Todo bien, hasta que avistó un ave de plumas azabache precipitarse hacia ellos. El ser plumífero creyó una buena idea atacar al albino, quien no evitó asustarse cuando el pájaro empezó a picotearle la cabeza con ahínco. ___ inmediatamente espantó al cuervo, aunque este solo se subió a su cabeza y permaneció allí, mirando mal al albino.

-¿Qué le pasa a ese bicho? _preguntó el pelimorado_

-Ha dejado al joven Nagito hecho un plumero, ¿se encuentra bien? _preguntó la fémina con preocupación_

-No ha hecho gran cosa, aunque admito que es la primera vez que un cuervo me ataca sin motivo.

-Debió creer que tu cabeza era una coliflor. _se burló en voz baja el de hebras moradas, el cuervo graznó, como si hubiese escuchado lo que dijo y se riera en respuesta_ M-Me cae bien ese pájaro.

-¿Te llevas bien con los cuervos? Se sabe bien que son símbolo de mala suerte y malas intenciones. _cuestionó Nagito extrañado, aunque luego frunció el ceño al mirar la tranquilidad con que el cuervo permanecía sobre la cabeza de la peli___, algo que la susodicha no dio por inadvertido_

-¿Por qué me mira así?

-Oh, no es nada, solo estaba pensando...

-¿P-Pensando en que ___ tiene algo que ver con la bruja? _cuestionó Kokichi con seriedad, a lo que Nagito abrió los ojos con algo de sorpresa_ Ella fue una esclava antes de vivir en mi reino y de eso hace bastante tiempo, así que no creo que debas sospechar de ella.

-No tenía esa intención.

-Pero lo has hecho.

-¿Yo? ¿Algo que ver con la bruja? Qué va. _negó la chica tras escuchar la pequeña discusión. Aunque, extrañamente, sintió un leve dolor de cabeza ante la mención de dicha criatura. Por un momento sintió que algo estaba fuera de lugar, pero no sabía a qué podía deberse este hecho_ Auch...

-¿Estás bien? _preguntó Nagito ante su queja_

-Solo sentí un ligero dolor de cabeza, nada grave. Anoche no dormí mucho, supongo que será por eso.

-¿Tuviste pesadillas? _preguntó de nuevo el albino. En cambio, aunque primero se mostró preocupado, Kokichi no evitó enrojecer al recordar que él había estado en la habitación de la fémina la noche previa_

-Pues... _hizo ademán de responder la chica, pero luego se mostró confundida_ No... No lo recuerdo...

-¿No recuerdas? _cuestionsron ambos chicos a la vez_

-No... Solo sé que desperté por alguna razón, pero nada más hasta que desperté de nuevo esta mañana. Supongo que en algún punto me habré ido a dormir... Aún así, no recuerdo nada.

-Eso es extraño...

-Jóvenes, lamento si interrumpo su charla, pero debo avisarles que la capital real se encuentra cerca. Solo deben caminar unos cuantos kilómetros más. Desgraciadamente yo debo tomar otro amino desde aquí _advirtió el campesino, con un tono de voz alegre, clásico de las personas con una vida relajada y apartada de los problemas de la civilización, mientras les ayudaba a descargar sus equipajes_ Deberían hacer lo que sea que tengan que hacer y marcharse cuanto antes.

-Eso haremos, gracias por la ayuda. _agradeció la fémina y luego vieron al hombre marchar mientras agitaba su mano a modo de despedida_

La charla que previamente mantenían quedó suspendida en dicho punto. Después de tomar sus cosas nuevamente, retomaron el camino. Bueno, Nagito y ___ cargaron el equipaje en todo caso, pues Kokichi no podría ni con el peso de una piedra pequeña. A lo lejos se podía apreciar el gran muro que rodeaba la capital real y se podían ver criaturas a la distancia que parecían volar a quien sabe dónde. Aquellos eran los dragones de los que tanto hablaba Nagito. Era impresionante que a pesar de la distancia se podía apreciar bien lo grandes que eran al sobrevolar la capital. Después de unas horas de caminata con cortos descansos finalmente estuvieron a las puertas de la capital. Los guardias del portón pidieron identificaciones, a lo que Nagito se hizo cargo y mostró su sello real. Los guardias inmediatamente se apartaron y cedieron el paso, entregándoles además unas extrañas placas de una especie de cristal muy duro y brillante con sus respectivos nombres. Según la explicación de Nagito, era para distinguirles de los habitantes de la ciudad ante cualquier problema de carácter legal, pues las leyes para la gente del exterior eran diferentes. Tras atravesar las puertas, tanto ___ como Kokichi quedaron absortos en el paisaje a sus ojos...

Breaking the mold [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!reader] © RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora