Capítulo 39: Resolución personal

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Incluso con la metedura de pata de Mikan, la relación entre ___ y Kokichi no pareció cambiar demasiado. ¿Esperaban un ambiente incómodo después de todo lo ocurrido? Pues la verdad era que a esos dos parecía darles completamente igual lo que se dijera de ambos. Hacía poco que habían reanudado su viaje y ya habían visto de pasada algún que otro poblado, aunque la capital real aún quedaba algo lejos, era notable que el viaje por aire terminaría pronto ya que podía avistarse la amplia costa del reino incluso a la distancia a la que se encontraban de dicho detalle geográfico. Mientras la peli___ se encontraba acariciando la cabeza del pequeño Masaru, quién dormía plácidamente en sus brazos después de haber reclamado su atención, el resto del grupo mantenía una charla, cuanto menos, entretenida, principalmente basada en los sitios que les gustaría visitar cuando llegasen a la capital del nuevo reino.

-Te lo digo, Fuyuhiko. Primero deberíamos tomarnos el tiempo de ver el pasaje acuático de la plaza central.

-Claro que no, Nagito. Primero deberíamos ir a ver el nido de serpientes marinas. _refutó el rubio_

-Como turistas sois un fracaso... _musitó el pelimorado. A él no le hacía especial ilusión recorrer la capital real, no era la primera vez que la visitaba después de todo, incluso si había pasado casi una década desde la última vez que había dejado sus tierras para visitar a su amiga de la infancia_

-Cierto, su alteza, olvidaba que usted ya ha deleitado sus ojos con los paisajes del reino. _se burló Fuyuhiko_ ¿Podría usted darnos su estimada opinión respecto a esta disputa? ¿Qué lugar cree que es mejor para iniciar el recorrido?

-Las cuevas marinas.

-¿Las qué? _inquirió el albino_

-Cerca de las costas, aparentemente hace unos 25 años, descubrieron una ramificación de cuevas marinas tras unos arrecifes.

-¿En serio? N-No tenía idea... _intervino Mikan, intentando imaginar cómo se vería una cueva bajo el agua_ Pero si están bajo el agua no podríamos recorrerlas, ¿o sí?

-Las entradas sí que están bajo el agua, pero pasados unos metros se puede caminar y respirar con normalidad. Hay quien piensa que en algún punto se supera el nivel del mar y se toma rumbo al interior de alguna montaña, pero realmente es una teoría descartada ya que cerca de Mirya no hay grandes relieves.

-De haber sabido que existían las hubiese recorrido la primera vez que vine a este reino. _se lamentó Nagito_

-Bueno, no te culpo. Actualmente la familia real a tomado dichas cuevas como un "anexo" de sus jardines reales. Básicamente es un sitio que muy pocos pueden visitar sin el permiso de los reyes, así que dudo que hubieses sabido de su existencia incluso si preguntabas por ello.

-¿Las has visto alguna vez?

-Muchas, de hecho. Tenko me arrastraba con ella cada vez que iba de visita. Aunque luego no sabíamos cómo salir...

-¿Debo asumir que son cosas de niños? ¿Y cómo entraban, para empezar?

-Experiméntalo de primera mano... Estoy seguro de que incluso tú no querrás hablar de ello en mucho tiempo... _musitó en respuesta el pelimorado. Su expresión daba a entender que no le acababan de agradar sus recuerdos de sus contadas visitas al hogar de su amiga de la infancia, y probablemente el resto estaba a punto de saber el por qué realmente pronto_

El dragón emitió algunos gruñidos mientras comenzaba a descender lentamente. Aunque en un principio extrañó al pequeño grupo, supieron la causa de ello cuando finalmente aterrizaron. Alguien había hecho sonar un silbato para llamar a la criatura. Parecía tener más o menos su edad este individuo. Era un chico robusto, de cabello muy corto y oscuro con un extraño ahoge en forma de pinchos en lo alto de su cabeza. Usaba lentes rústicos de vidrio redondeado y cubría su obseso cuerpo con una manta de cuero.

Breaking the mold [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!reader] © RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora