Una joven de hebras color rosa pálido despertaba con cierta dificultad. Su visión borrosa, mente confusa y sentidos desorientados bien podrían responder cada cuestión respecto a su estado que pudiese estar planteándose. Una mancha carmesí yacía en el suelo frente a ella mientras que los restos del mismo color adornaban su rostro, o más bien, lo manchaban. Había sido atacada por algo o alguien cuando seguía el rastro de cierta fémina peli___ tras saber de su aparente desaparición. Recordaba vagamente donde estaba y desconocía totalmente el tiempo que había estado inconsciente. Estaba en medio de la nada, bajo la total penumbra de la noche. Una voz suave y agradable llegó a sus oídos. Instintivamente, ladeó su cabeza, buscando con sus orbes lila a la propietaria de la misma, hallando a una joven de hebras rubias largas, y ropas oscuras, sentada sobre una gran roca mientras contemplaba la luna creciente acompañada de las brillantes estrellas. Le reconoció en cuestión de instantes e intentó levantarse rápidamente, pero solo consiguió que punzadas de dolor invasieden su cuerpo y arrancase gruñidos y jadeos de dolor por su parte. La joven rubia, que hasta esos momentos se encontraba tarareando alguna melodía desconocida para la de ojos lila, rápidamente cesó su labor para mirarle, apresurándose luego hacia su dirección para ayudarle, sabiendo que ahora estaba despierta.
-M-Mi señora... Lo siento mucho, he fallado en mi misión. _se disculpó rápidamente la de hebras blanquecinas, pero la rubia negó con una sonrisa apacible en el rostro_
-No, Kyoko, no has fallado. Para todo hay un motivo y esto tarde o temprano iba a ocurrir. Lo que siga a estos eventos será decisivo... No creí que el príncipe tomaría medidas desesperadas cómo estás y aceleraría aún más los sucesos.
-Aún así...
-___ puede cuidarse por su cuenta. Además, he cometido un error...
-¿Un... Error?
-He dicho a Aoi que ___ podría ser el desencadenante del futuro que busco evitar, pero después de regresar a tan trágico escenario, he recibido un golpe de realidad. Estaba siendo ignorante. ___ no es ni será la causa, nunca lo fue, sin embargo...
-¿Qué pasará entonces con ella?
-Eso solo el príncipe puede saberlo y decidirlo, su vida recae en sus manos ahora. Se la ha llevado realmente lejos, probablemente esté totalmente fuera de mi alcance y del culto ahora. No percibo la hiedra... Si algo le pasará ahora mismo...
-Moriría irremediablemente. _completó Kyoko, incorporándose finalmente tras sentir el dolor que aquejaba su cuerpo desaparecer gradualmente_
-Debes descansar por ahora, Kyoko. Nos enfrentamos a un enemigo formidable...
-¿Qué dice usted, maestra? ¿A qué o quién se refiere?
-No existe en el mundo nada más peligroso que un hombre que no tiene nada que perder...
Con aquellas palabras, la rubia devolvió a Kyoko a su forma animal, cargándola en sus brazos para luego comenzar a avanzar por una senda entre la oscura noche. El ahora pequeño hurón se permitió descansar en los brazos de su maestra y salvadora, meditando sobre su advertencia sobre el resto de sus palabras. En cualquier caso, esta chica rubia, o debería ser llamada, bruja, se encontraba más preocupada y tensa de lo normal. Nunca concibió en sus planes y escenarios posibles que el príncipe pudiese llevarse a su pequeña ___ tan lejos de su alcance. Incluso si tenía previsto que en algún momento despertaría sentimientos románticos entre ambos, no esperaba que realmente se atreviese a desafiar la razón y decidiese escapar con ella. Pero aún así, Kokichi estaba siendo racional, estaba alejando a ___ de un peligro radical. No hablaba del culto en ese sentido, sino más bien de una amenaza mayor, la cual, desgraciadamente, se acercaba a ambos sin que se diesen cuenta de su presencia.
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Breaking the mold [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!reader] © RoseSanae55
Fanfiction[SEGUNDA PARTE] ____________________________ Después de haber escapado tras el incidente ocurrido en la capital real, ___ y Kokichi se vuelven fugitivos buscados por los grandes imperios con los cuales el reino, ahora en manos de otros, mantenía gue...