___ no era de odiar muchas cosas en su simple vida, pero ese día, finalmente halló algo que odiar con todo su ser. Odiaba con toda su existencia los carruajes. El mareo que sentía era insoportable y más de una vez ya se había desmayado producto del mismo. Actualmente se encontraba inconsciente después de otras incidencias repetitivas. Ni siquiera hacia una media hora desde que habían abordado el transporte y la pobre ya había perdido el conocimiento. Mientras Masaru se alarmaba de ver a la peli___ totalmente fuera de sí y Mikan intentaba no entrar en pánico, Kokichi se cuestionaba si había sido una buena idea ocupar dicho medio de transporte para hacer más ameno el trayecto hasta la capital real.
-¿Qué hacemos, señor Nagito? ___ no responde. _chilló Masaru, intentando despertar a la susodicha sin éxito alguno_
-Masaru, te aconsejo que no la sigas agitando así o de lo contrario no va a despertar ni aunque pasen horas. _habló el albino, frenando en seco las acciones del pelirrojo de baja estatura, quién caminó hasta él con un puchero infantil y se lanzó sobre sus piernas mientras se quejaba_ Oye, no te enojes, ella no tiene culpa de no soportar las náuseas.
-¿Soportar? Literalmente perdió el conocimiento. _habló Fuyuhiko, mostrando genuina preocupación al ver a la fémina inconsciente_
-Tal vez deberíamos detenernos en alguna posada cuanto antes para dejarle descansar apropiadamente. Por el bien de ambos, quiero decir... ¿Quién diría que en solo 30 minutos ya estaría totalmente fuera de sí? _musitó
-Me preocupa más el hecho de que ella ni siquiera sabía que no toleraba los viajes en carruaje... _musitó Mikan_
-Eres terrible, principito. Así solo vas a perder puntos con ella. _se burló el rubio, haciendo que Kokichi le mirase realmente mal_
-Dame tres buenas razones para no lanzarte a las serpientes cuando lleguemos a la capital real... _advirtió, Fuyuhiko simplemente hizo una cruz frente a sí con sus dedos índice y contuvo las risas mientras que el pelimorado le ignoraba y regresaba su mirada al paisaje que veía a través de la ventanilla a su lado. Más que nada, queriendo ignorar el hecho de que la peli___ estaba a su lado contrario, totalmente inconsciente y con su cabeza reposando sobre su hombro. Estaba tenso debido a esto, pero prefería mantener sus nervios bajo control para no seguir soportando las burlas de sus compañeros_
-En todo caso, más que perder puntos... _musito Mikan, aunque no se atrevió a continuar su oración cuando el chico le dirigió una mirada asesina_
-Solo procura no invitarla a uno de tus paseos reales en carruaje.
-Voy a obviar vuestra existencia para comprobar si con eso dejan de fastidiarme... _musitó el pelimorado, ignorando por completo a las 4 personas con las que hablaba hasta ahora_
-Se enojó...
-Es tu culpa.
-¿Mía? La nube acá fue quien empezó.
-¿Ahora me culpan a mí?
-Quiero bajarme... _musitó cierta peli___, que recién recobraba el conocimiento, pero no le faltaba mucho para perderlo de nuevo_
-Aguanta un poco... _dijo en respuesta el pelimorado_
-Me pides demasiado... Dejame bajar. Ya llegaré por mi cuenta a la capital...
-No digas sinsentidos...
Aún con sus quejas, ___ tuvo que aguantar las náuseas por, al menos, una hora más hasta que finalmente arribaron al pueblo más cercano. Los chicos se contuvieron de decirle que aún faltaban al menos unas cuatro paradas más antes de alcanzar la capital real, por el bien de la pobre chica, pues estaban seguros de que iba a colapsar de solo saberlo. Hifumi, quién había hecho labor de "escolta" para el grupo de viajeros, avisó que el mensaje había sido bien recibido por la familia real, algo que sorprendió a algunos de ellos sabido a la rapidez con que la información había sido remitida, además de que habían enviado a sus mejores guardias para acompañarles en el viaje, por lo que esperarían en aquel pequeño pueblo hasta entonces.
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Breaking the mold [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!reader] © RoseSanae55
Fanfiction[SEGUNDA PARTE] ____________________________ Después de haber escapado tras el incidente ocurrido en la capital real, ___ y Kokichi se vuelven fugitivos buscados por los grandes imperios con los cuales el reino, ahora en manos de otros, mantenía gue...