Habían cruzado la frontera pasados unos 30 minutos y se encontraban en un pequeño descanso antes de continuar el viaje, lo normal. Mientras el pequeño Masaru corría de un lado a otro del vasto prado, encontrando cualquier cosa que se moviese algo entretenido, Mikan y ___ conversaban con calma mientras la segunda preparaba algún que otro aperitivo y la de hebras oscuras se limitaba a auxiliarle en lo que pudiese.
-¿Segura de que no pasó nada? _inquirió Mikan, ___ dejó de mover las manos para mirarle antes de cometer alguna idiotez por encontrarse sosteniendo un cuchillo_
-¿En qué sentido lo dices? Mikan, ya te he dicho que no imagines nada raro.
-¡N-No imagino nada raro! _se defendió casi instantáneamente la fémina, aunque era obvio que sus balbuceos le habían delatado_
-¿Ah no? ¿Y por qué los nervios?
-B-Bueno...
-Suelta la soga ya, Mikan, ¿en qué estabas pensando?
-Es que... ¿No te vas a enojar?
-A estas alturas ya nada puede hacerme enojar. _aseguró la peli___ mientras retomaba sus acciones a la par que Mikan se acercaba a ella y susurraba algo en su oído. Inmediatamente lo que sostenía la chica fue a parar al suelo mientras que su cara comenzaba a adquirir un color rojizo_ ¿Disculpa?
-¡Pero no puedes culparme! Se veían muy serios y todo...
-Mikan, estás imaginando cosas, y bastante raras.
Pero Mikan tenía muchas razones para creer que no se equivocaba. Desde aquel momento en que Nagito había dicho algo que el resto no pudo escuchar a la fémina, esta había estado muy al pendiente de su compañera. Independientemente de que muchas veces solo era ella asumiendo algo que probablemente no había entre esos dos, no podía evitar darle rienda suelta a sus pensamientos hasta que, de algún modo, en su cabeza terminaba desarrollándose un escenario completamente ajeno a la realidad y que se veía, cuanto menos, imposible para ella.
-¿Segura que no hay absolutamente nada...? _insistió la de hebras oscuras, a lo que ___ se detuvo a pensar en sus palabras. Mikan había estado hablando de sus conjeturas por un rato y a su parecer todas ellas eran absurdas. Empezando por sus aparentes sospechas de una relación extraña entre ella y el pelimorado. ¿Por qué pensaría que había algo entre ellos dos de todos modos? ¿Acaso no se veía claramente que ella solo era una escolta para el príncipe? Claro, llegados al punto actual, se podría decir que su comportamiento era de un par de mejores amigos que se conocen de toda la vida, pero no era algo especialmente raro si se tenía en cuenta todo lo que ambos habían experimentado cuando aquella catastrófica situación tuvo comienzo_
-No, Mikan, no hay nada.
-¿Ni un gramo de afecto...?
-Al menos, no en el sentido en que tú lo expresas.
-No estaría yo tan segura... Pero si tú lo dices...
-Mikan, habla sin rodeos. ¿Qué te hace pensar que algo así pasa entre nosotros dos? Es decir, es algo indebido, por no decir una falta de respeto...
-No lo pondría como algo tan cruel como una falta de respeto, ___. Los sentimientos no son algo negativo. Además, estoy casi segura de que aunque creas que no, si que hay algo ahí. Q-Quiero decir, ¿has visto la forma en la que se miran?
-Eh... ¿No? En especial porque si estoy mirando a otra persona no puedo notar otra cosa. Además, no puedo verme a mí misma. Mikan, lo que dices empieza a perder sentido.
-¡Te digo que hay algo!
-Bien, bien... Hagamos como que es tal como dices. ¿Y entonces qué? ¿Qué esperas que pase?
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Breaking the mold [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!reader] © RoseSanae55
Fanfiction[SEGUNDA PARTE] ____________________________ Después de haber escapado tras el incidente ocurrido en la capital real, ___ y Kokichi se vuelven fugitivos buscados por los grandes imperios con los cuales el reino, ahora en manos de otros, mantenía gue...