No era tarde, eran sobre las 7 más o menos, pero empezó a oscurecer, salimos rápido sin que nos vean para evitar preguntas, me dio la mano y yo se la cogí y me guío hacia el bosque, el camino era precioso, todavía había luz de sol, pero le quedaba poco tiempo.
Me transmitía paz y a él también, bajamos el ritmo de nuestro paso y empezamos a andar tranquilos por el bosque.
-Es bonito verdad- me dijo
-mucho- contesté.
A medida que avanzamos se va haciendo más de noche y el bosque empezó a llenarse de lucecitas pequeñas, muy bonitas, que iluminaban un poco todo.
Llegamos a un lugar donde había un lago y los árboles dejaban pasó a la luz de la luna.
Enfrente nuestra había una montaña que dejaba caer en forma de cascada el agua hacia el lago. A pesar de que era de noche no daba miedo, simplemente era tranquilidad, se sentía muy bien.
-Sentemonos señorita- perforó mis pensamientos y accedí sentarme con el cerca del lago, el estaba apoyado en el árbol y yo a su lado mirándolo.
-No quiero esconderte nada más, quiero que sepas que este es mi lugar seguro, vengo aquí cuando quiero estar solo- hizo una pausa -quiero que volvamos a ser amigos, lo he pasado bastante mal estos años sin ti y a sido mi mayor error no hablar contigo y comportarme como lo he hecho- dijo y en ese momento no pude evitar recordar el incidente del armario y oscurecí de nuevo mi corazón y me quedé callada escuchándolo.
-Melian, siempre has sido un gran apoyo para mí y hay cosas que deberías saber- me dijo.
-Te escucho- Respondí.
-Primero que nada, siempre, cuando éramos pequeños, aunque nos enfadábamos, siempre estuve ahí para protegerte, no te hacia falta, pero a mí me gustan pensar que si, y cuando alguien se metía contigo, cuando te ibas, me acercaba yo y le daba de ostias, era algo que no podía controlar-
Seguí escuchándolo atentamente, no quise interrumpirlo, simplemente quería que se desahogara.
-y bueno, algo que te he querido decir siempre pero nunca me has dejado. Para esto necesito que me escuches bien, volvamos a ese día-
me dijo, yo sabía perfectamente a cual se refería.
-el pelo rosa fue una simple jugarreta y en cuanto te vi en mi cuarto, con mi ropa volando por la ventana, fui a perseguirte, no tenía planeado hacerte nada, simplemente corrí detrás de ti y no pudimos evitar pasarlo bien, fue gracioso como casi me ahogas en el baño para que no nos escucharán- dijo sin mirarme, sonriendo mientras agarraba sus rodillas -Luego fuimos a por las cosas que tiraste, no debiste hacerlo, me merecía ir a por todo yo solo, pero aún así lo hiciste. Volvimos a mi habitación y vino el profesor, te metiste en el armario, estaba muy nervioso y me quedé sentado en mi cama cuando el profesor entró, me hechizo la boca para no poder generar ruido y ese día dormí en el aula de castigados, el profesor era aquel que estaba completamente loco y que era malísimo, pero no me hizo nada, simplemente me encerró, no dormí casi nada esa noche, cuando me despertó, me dio mi ropa y fui directamente a comer, vi que no aparecías, pensaba que ya habías salido de ahí, que saliste cuando el profesor me sacó de mi cuarto, y no pude hacer otra cosa que llamar a Harry y contarle todo, me ayudaron a buscarte, te buscamos por todos lados, estábamos desesperados; yo en particular estaba muy cansado por no dormir, pero sabía que no dejaría de buscarte, y ahí, cuando vi salir a Goyle muy asustado del gran salón, supe que estabas todavía en mi cuarto, subí desesperado, nunca llegue tan rápido y ahí estabas, se me destrozó el corazón ver cómo estabas y recordar todo lo que un día me contaste, sabía lo mal que lo podías pasar y ahí fue cuando pensaste que fui yo, intenté detenerte pero ya era tarde y decidí que lo mejor era mantenerme al margen -Dijo triste- pero después de eso...
ESTÁS LEYENDO
𝔹𝔸𝕁𝕆 𝔼𝕃 𝕄𝕀𝕊𝕄𝕆 ℍ𝔼ℂℍ𝕀ℤ𝕆 ||(+18) Draco Malfoy, Melian Y Mattheo Riddle
RomanceMelian es una chica de corazón fuerte y oscuro que no le abre a mucha gente, ella es muy guapa y poderosa y junto a Harry tienen un pasado desastroso. Mientras crecen, Draco un chico de la escuela, molesta mucho a Melian haciendo que no se lleven bi...