La luz entraba débil por las cortinas cuando abrí los ojos. No sabía si había dormido minutos u horas, pero mi cuerpo seguía temblando como si no le perteneciera.
La noche había sido... demasiado.
Me incorporé despacio. Todo se sentía todavía cálido. Como si algo hubiera estado ardiendo bajo mi piel.
La puerta sonó con dos golpes.
Toqué el suelo con los pies, aún mareada, y me acerqué. Cuando abrí, Mattheo estaba allí. Ojeroso. El pelo revuelto. Como si tampoco hubiera dormido.
Se me apretó el pecho sin mi permiso.
—¿Puedo pasar? —preguntó, aunque su voz sonaba a "tengo que".
Asentí y lo dejé entrar. Fue entonces cuando me di cuenta de un detalle absurdo pero inquietante:
Mis compañeras no estaban.
Ni una cama revuelta.
Ni un libro fuera de lugar.
Nada.
Se habían ido la noche anterior sin que yo lo notara.
Mattheo se dio cuenta también. Frunció el ceño, desconfiado.
—¿Estuvieron contigo anoche?
—No... —susurré—. No recuerdo haberlas oído entrar.
Mattheo tensó la mandíbula. No comentó nada.
Luego, sin rodeos, preguntó:
—¿Qué soñaste?
Tragué saliva.
Claro. Él había venido por eso. Lo sabía.
Me senté en la cama, él enfrente, a una distancia prudente. O al menos, lo intentó.
—Durante el coma... —empecé— yo no estaba realmente inconsciente. Había... ruido. Voces. Sentí calor... y luego frío. Y una mano. Tú mano.
Mattheo bajó la mirada.
— Noté tu voz, hablando a lo lejos un susurro, pocas palabras, pero tu presencia se notaba muy cerca— continué. —El frío se instalaba en mi cuerpo y de repente calor, calor en mi frente, calor en mi mejilla, en mi cuello y como una explosión, se recorrió por todo mi cuerpo y desperté...
—Yo también soñé eso —dijo en voz baja—. Anoche. Cuando me dormí.
Era... lo mismo. Exactamente lo mismo.
Mi corazón se detuvo un segundo.
—Mattheo... —susurré— eso significa que el vínculo... no es temporal.
Él no respondió. Solo respiró más rápido.
Mi voz salió sola.
Quizás porque necesitaba entender algo. Lo que fuera.
—Tú me tienes que ayudar a encontrar mi nuevo yo.
Mattheo levantó la mirada de golpe.
—¿Qué?
—Somos distintos ahora. Ambos. Tenemos magia mezclada, recuerdos cruzados, sensaciones que no existían.
Para descubrir qué somos ahora... necesito saber quién eras tú antes.
Mattheo retrocedió un paso. Literalmente.
—No —dijo.
—Mattheo...
—He dicho que no.
—No puedo hacerlo sin—
—¡No! —estalló, con una furia que heló el aire—
Melian, tú no quieres saber quién era yo. Créeme.
—Quiero ayudarte —dije, dando un paso hacia él—. Y quiero entender esto. Lo que pasó. Lo que somos ahora.
—No lo entiendes —Mattheo presionó los puños contra la mesa—. Si te cuento quién era yo... no vas a querer ni mirarme.
ESTÁS LEYENDO
𝔹𝔸𝕁𝕆 𝔼𝕃 𝕄𝕀𝕊𝕄𝕆 ℍ𝔼ℂℍ𝕀ℤ𝕆 ||(+18) Draco Malfoy, Melian Y Mattheo Riddle
RomanceMelian es una chica de corazón fuerte y oscuro que no le abre a mucha gente, ella es muy guapa y poderosa y junto a Harry tienen un pasado desastroso. Mientras crecen, Draco un chico de la escuela, molesta mucho a Melian haciendo que no se lleven bi...
