El Gran Comedor seguía vibrando con una energía que casi se podía tocar. Las mesas habían desaparecido por completo, los techos encantados proyectaban constelaciones en movimiento, y la música envolvía cada rincón como si quisiera meterse bajo la piel de los estudiantes. Yo aún sentía el calor de los dedos de Draco en mi cintura, pero él se apartó un poco cuando escuchó una voz grave a sus espaldas.
—Malfoy, un momento. —Era Severus. Sus ojos negros pasaron de él a mí con una expresión que no logré descifrar—. Necesito hablar contigo. Es importante.
—Ahora no —murmuró Draco, molesto—. Estoy con...
—Es importante —repitió Severus con una firmeza que no dejaba espacio a réplicas.
Draco apretó la mandíbula. Sus dedos resbalaron por mi brazo antes de soltarse.
—Vuelvo enseguida. Quédate con Blaise... o con quien sea, pero no te vayas muy lejos.
—Estoy bien, ve —dije, aunque una punzada de ansiedad me pinchó el pecho. Draco me acarició la mejilla con rapidez, como si necesitara marcarme antes de alejarse. Después, desapareció entre la gente con Severus a su lado.
Respiré hondo. La noche seguía siendo perfecta, me repetí, no iba a dejar que nada la estropeara. Hermione me hizo un gesto desde una esquina y me acerqué entre los empujones.
—¡Melian! —exclamó ella cuando llegué—. ¿Has visto al nuevo?
—¿Quién? —pregunté, aunque sabía perfectamente de quién hablaba.
—Mattheo, el Slytherin —intervino Harry, inclinándose hacia mí para que lo escuchara entre el ruido—. Lleva dos días aquí y ya ha hecho que medio cuarto curso hable de él.
—No creo que sea para tanto... —murmuré.
—No es normal —insistió Harry—. Antes de llegar ya sabían que su expediente estaba clasificado. ¿Sabes lo que significa eso?
—¡Chicos! —interrumpió Hermione, frunciendo el ceño—. No empecemos con teorías. No tenemos ni idea de quién es.
Yo abrí la boca para responder, pero la música subió de volumen y una voz amplificada resonó en todo el salón:
—¡Atención! —gritó alguien, probablemente un prefecto—. ¡El siguiente baile será por parejas! ¡Todos deben tener pareja o no podrán permanecer en pista!
La gente empezó a moverse a mi alrededor como un torbellino. Empujones, risas, gritos. Me giré para buscar a Draco, pero la masa humana me arrastró hacia el centro.
—Lo hablamos mañana —me dijo Hermione desde lejos, llevada por la corriente—. ¡No te pierdas!
—¿Qué? ¡No te oigo!
Pero ya la habían separado de mí. Intenté volver hacia el borde, jadeando, pero chocaba con cuerpos por todos lados.
—¡Todos en pareja! ¡Nadie sin pareja! —repitieron desde algún punto.
—¡Un momento! Yo estoy con alguien... —protesté, pero nadie me escuchó.
Alguien chocó contra mi espalda y me desequilibré. Otro empujón más fuerte me lanzó hacia delante—.
Y caí sobre unos brazos desconocidos.
Fríos, tensos... pero sorprendentemente firmes.
Levanté la vista y mis ojos se encontraron con los de Mattheo Riddle.
Su rostro, iluminado por las luces danzantes, no mostraba sorpresa ni molestia. Solo observación. Como si ya hubiera previsto que esto iba a ocurrir. Como si cada movimiento mío estuviera en un tablero que él ya había estudiado.
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𝔹𝔸𝕁𝕆 𝔼𝕃 𝕄𝕀𝕊𝕄𝕆 ℍ𝔼ℂℍ𝕀ℤ𝕆 ||(+18) Draco Malfoy, Melian Y Mattheo Riddle
RomanceMelian es una chica de corazón fuerte y oscuro que no le abre a mucha gente, ella es muy guapa y poderosa y junto a Harry tienen un pasado desastroso. Mientras crecen, Draco un chico de la escuela, molesta mucho a Melian haciendo que no se lleven bi...
