—¿De verdad piensas eso? —pregunté, sin poder evitar cierta sorpresa.
—Todos pensamos eso —respondió Draco con naturalidad—. Tienes un temperamento fuerte. Menos mal que a nadie se le ocurre hacerte enfadar.
Reímos juntos.
—Excepto tú —le dije, alzando una ceja.
—Bueno... eso es porque soy masoquista —respondió con una sonrisa torcida.
Las clases pasaron volando y, al salir de la última, Draco volvió a hacer lo de siempre: conmigo genial... y en cuanto veía a Crabbe y Goyle, se transformaba en otra persona. Otra vez desapareció detrás de ellos, dejándome sola.
Al llegar a la habitación pasó lo mismo: se quedó fuera hablando unos segundos más y yo aproveché para peinarme. Cuando por fin entró, yo ya estaba sentada en mi cama, sin intención de dirigirle la palabra.
—¿Qué te pasa? —preguntó, su voz retumbando en la habitación.
—Tú. Tú me pasas. Eres un falso de mierda —solté, sin poder contenerlo.
—Ey, ey... ¿qué he hecho ahora? —se atrevió a preguntar.
—Lo de siempre. Conmigo a solas eres perfecto y luego, con tus amigos... volvemos a ser los de hace un mes.
Draco dejó escapar un suspiro. Se levantó de su cama y se sentó en la mía. Le clavé la mirada, furiosa.
—Oye... perdón —dijo con calma—. No sabía que te sentías así. Pero escucha... —hizo una pausa, bajó el tono—. Lo que estaba hablando con ellos fuera, sobre todo con Goyle, es que no quiero ni una falta de respeto más hacia ti.
Se me escapó una mueca de sorpresa.
—Ahora deja de mirarme así, niña. Das miedo —añadió, y una sonrisa preciosa se le dibujó en la cara.
Yo también sonreí, aunque giré la cara para que no me lo viera.
—Sé que también te estás riendo —se burló—. Y te dejé atrás porque pensé que no querías acercarte a Goyle. Como os lleváis tan mal, creí que preferirías espacio.
—¿Eso significa que... volvemos a ser amigos? —pregunté con una sonrisa tonta.
—Por supuesto —respondió Draco abriendo los brazos.
Lo pensé un segundo, pero al final me puse de rodillas en la cama y me lancé hacia él. Caímos los dos hacia atrás encima de la cama, riendo como idiotas.
Entonces llamaron a la puerta. Me levanté de inmediato y salí a ver quién era.
—¡Corre, Mel, ven! —gritó Harry usando mi mote—. ¡Hermione ha sido mordida por un lobo!
El mundo se me paralizó. No pensé, solo corrí detrás de él. El brazalete empezó a clavarme como agujas, pero lo ignoré. Solo podía imaginar a Hermione y sangre. Mucha sangre.
Solté un gruñido por el dolor. Harry me miró preocupado.
—¿Estás bien?
—Sí... tú llévame —dije entre dientes.
Draco empezó a correr detrás de nosotros, pero el dolor se hacía insoportable.
—¡Harry, para! —grité, incapaz de aguantar más.
Harry frenó en seco y miró a Draco, que ya estaba alcanzándonos.
—El brazalete —jadeó Draco.
—Ostia... es verdad —dijo Harry.
ESTÁS LEYENDO
𝔹𝔸𝕁𝕆 𝔼𝕃 𝕄𝕀𝕊𝕄𝕆 ℍ𝔼ℂℍ𝕀ℤ𝕆 ||(+18) Draco Malfoy, Melian Y Mattheo Riddle
RomanceMelian es una chica de corazón fuerte y oscuro que no le abre a mucha gente, ella es muy guapa y poderosa y junto a Harry tienen un pasado desastroso. Mientras crecen, Draco un chico de la escuela, molesta mucho a Melian haciendo que no se lleven bi...
