El viento frío de la madrugada todavía me cortaba las mejillas cuando aterricé en el alféizar y entré en el dormitorio. Todo estaba en silencio: respiraciones lentas, el crujido ocasional de la madera, la oscuridad reposando como una manta sobre todo.
Me tumbé en mi cama, aún con la adrenalina recorriéndome. Intenté cerrar los ojos, pero las palabras de Regulus seguían latiendo en mi cabeza como un eco interminable.
"Siempre podrás hablar conmigo en susurros."
"Siempre podrás encontrarme cuando no puedas con la situación."
Dormir se volvió imposible. Me quedé allí, mirando el techo, sintiendo el peso del cansancio hundirse en mis huesos, mezclado con un torbellino de emociones que no sabía ordenar. Cuando finalmente el alba tiñó la habitación de un gris pálido, yo seguía despierta.
Cuando bajé al desayuno, parecía un fantasma caminando entre estudiantes vivos. Mis ojos ardían, mis pasos eran pesados, y mi ánimo estaba... en ninguna parte.
Draco me vio enseguida. Caminó hacia mí, impecable como siempre, con ese brillo cálido que me dedicaba solo a mí.
—Melian —sonrió, tocando mi brazo—. ¿Te apetece que hoy... hagamos algo? No sé, podríamos pasar un rato solos después de clase.
Yo parpadeé despacio, como si necesitara un segundo extra para procesar sus palabras.
—No... no tengo muchas ganas hoy —respondí, sincera pero agotada.
Draco frunció el ceño, apenas, lo suficiente para que yo notara la molestia.
—¿Te pasa algo? —insistió.
—Solo tengo sueño —murmuré, sentándome.
Ni ganas de mentir tenía.
Pero Draco no estaba acostumbrado a que yo sonara tan... pasiva. No conmigo. Siempre me veía firme, afilada, segura.
—¿Y ya está? ¿Simplemente no quieres estar conmigo hoy? —preguntó, intentando sonar casual, pero fallando.
Levanté la mirada, sorprendida.
—Draco... solo estoy cansada. No es por ti.
Pero él ya había fruncido los labios, cruzado los brazos e inclinado la cabeza en ese modo suyo de "me estás ocultando algo".
—Claro —dijo con frialdad—. Cansada.
—No empieces —advertí, agotada incluso para discutir.
—No estoy empezando nada —respondió, aunque su tono decía lo contrario—. Solo que últimamente... no sé. Parece que te da igual todo. Incluso yo.
Suspiré, desviando la mirada. No podía explicarle nada. No podía decirle que había pasado la noche con un espectro que era mi tío. No podía decirle que mi cabeza iba a mil.
—Draco —empecé, masajeando mis sienes—. De verdad. No. Tengo. Energía. Para esto.
—Perfecto —soltó, dando un paso atrás—. Cuando recuperes energía, avísame.
Y se marchó por el pasillo.
No corrí detrás. No grité su nombre.
Solo me quedé ahí, sintiendo un peso enorme en el pecho.
"Genial", pensé. "Otro problema más."
⸻
Después de clase, simplemente no pude seguir fingiendo normalidad. Mis pies me llevaron, casi en automático, hacia un lugar donde sabía que no habría nadie: la vieja clase de Astronomía. Abandonada, silenciosa, llena de polvo... y, de algún modo, tranquila.
ESTÁS LEYENDO
𝔹𝔸𝕁𝕆 𝔼𝕃 𝕄𝕀𝕊𝕄𝕆 ℍ𝔼ℂℍ𝕀ℤ𝕆 ||(+18) Draco Malfoy, Melian Y Mattheo Riddle
CintaMelian es una chica de corazón fuerte y oscuro que no le abre a mucha gente, ella es muy guapa y poderosa y junto a Harry tienen un pasado desastroso. Mientras crecen, Draco un chico de la escuela, molesta mucho a Melian haciendo que no se lleven bi...
