Draco se quedó fuera de mi habitación, apoyado en la pared, dándome espacio. Podía sentirlo incluso a través de la puerta: su presencia, su impaciencia tranquila, su forma silenciosa de preocuparse.
Cuando estuve lista y abrí, él levantó la vista...
Y se quedó inmóvil.
Nunca lo había visto así.
Sus labios entreabiertos, los ojos fijos en mí, como si hubiera olvidado respirar un segundo.
—Melian... —susurró, y la forma en la que pronunció mi nombre me hizo arder las mejillas—. Estás... increíble.
Me miraba con una mezcla de orgullo y ternura que me atrapó por completo.
Y por un momento, por un segundo de paz inesperada, olvidé todo.
A Mattheo.
A mis dudas.
A la tormenta en mi cabeza.
Solo vi a Draco.
Y mi corazón, traicionero, respondió como siempre lo hacía frente a él.
Le sonreí, sintiendo el calor en mis mejillas, y él dio un paso hacia mí para acomodarme un mechón detrás de la oreja. Su mano tembló apenas al rozarme. Y me dio un beso cálido en los labios, sintiendo su temblor. Lo sentí. Y me estremecí.
—Vamos —murmuró.
Al bajar las escaleras del castillo, vi un coche negro —elegante, antiguo, imponente— esperándonos fuera. Draco abrió la puerta para mí y me ayudó a entrar.
El viaje fue silencioso. Pero no incómodo.
Yo apoyé la cabeza contra el cristal, mirando el paisaje pasar mientras mi mente intentaba ordenarse.
"Sé fuerte."
La voz de mi tío vibró de nuevo dentro de mí.
Me aferré a ella como a un ancla.
La Mansión Malfoy
La casa brillaba. Literalmente. Mármol, columnas, una luz dorada filtrándose por lámparas que parecían joyas. Draco respiró hondo antes de entrar, como si ese gesto fuera un reflejo de toda una vida.
Y allí estaban.
Narcisa Malfoy, de pie, con una elegancia que nadie más podría imitar, me recibió con una sonrisa cálida que suavizó todo el ambiente.
—Melian, querida. Qué alegría verte otra vez.
Me tomó las manos con delicadeza. Su mirada era suave, casi maternal. Me sentí... bienvenida.
A su lado, Lucius Malfoy mantenía una postura perfecta.
Demasiado perfecta.
Como si cada movimiento estuviera estudiado.
—Melian —dijo con voz profunda, cargada de intención—. Es un placer tenerte aquí.
Incliné la cabeza con respeto.
—Gracias por invitarme.
Draco se mantuvo a mi lado, no demasiado cerca, pero lo suficiente para que su proximidad me tranquilizara.
La mesa parecía preparada para una celebración importante: candelabros, porcelana fina, detalles dorados. Narcisa se sentó frente a Draco; Lucius, frente a mí.
Conversaciones triviales llenaron el inicio de la velada.
El clima.
Las clases.
Alguna anécdota de Hogwarts.
Narcisa preguntando por mis estudios con sincero interés.
Ella... de verdad parecía tenerme cariño.
Y eso me desarmó un poco.
Draco también estaba más calmado. Cada tanto, me lanzaba una mirada que parecía preguntar: ¿Estás bien?
ESTÁS LEYENDO
𝔹𝔸𝕁𝕆 𝔼𝕃 𝕄𝕀𝕊𝕄𝕆 ℍ𝔼ℂℍ𝕀ℤ𝕆 ||(+18) Draco Malfoy, Melian Y Mattheo Riddle
RomanceMelian es una chica de corazón fuerte y oscuro que no le abre a mucha gente, ella es muy guapa y poderosa y junto a Harry tienen un pasado desastroso. Mientras crecen, Draco un chico de la escuela, molesta mucho a Melian haciendo que no se lleven bi...
