Draco
—Mel... —susurré—. Dime qué te pasa.
Tragó saliva.
Aún estaba tensa podía notarlo.
Ella movió sus malos delicadas y las posó sobre mi cara.
—Estoy bien. De verdad.
—No te creo —respondí con voz baja, ronca.
—Solo... estoy cansada.
La miré.
Siempre la miraba, como si fuera la primera vez, viendo sus pensamientos.
Después la atraje a mi pecho.
Mis manos rodearon su espalda delicadamente.
Sus dedos agarraron mi camisa.
Y así, envueltos uno en el otro, sentí cómo el nudo que le apretaba el pecho se aflojaba un poco.
Salimos hacia mi habitación.
Cerré la puerta detrás de nosotros y, durante un segundo, el silencio fue tan suave que casi dolía.
Melian se dejó caer en la cama, con ese gesto cansado que intenta disimular para que yo no me preocupe.
La luz de la lamparita le iluminaba la cara... y juro que por un instante se me olvidó respirar.
Me senté a su lado, sin decir nada.
Ella giró la cabeza, sus ojos chocaron con los míos, y fue como si me atravesaran.
—Estás pensando muy fuerte —murmuró, divertida, aunque tenía las mejillas rosadas.
Reí por la nariz.
—Es que cuando te miro así... —tragué saliva, buscando palabras que no la asustaran— me cuesta recordar cómo se supone que debo comportarme.
Se le curvó la boca en esa media sonrisa que solo me dedica a mí.
Esa que hace que el pecho se me apriete como si fuera idiota.
—¿Y cómo "se supone" que debes comportarte? —preguntó, ladeando la cabeza.
Melian, no sabes lo que me haces.
Me incliné un poco, solo unos centímetros, lo justo para que sintiera mi respiración en su boca.
—No debería querer pegarte a la pared cada vez que te ríes —susurré—.
Ni debería perder el control cuando me miras como si... como si fuera tuyo.
Ella tragó saliva.
Sus pestañas temblaron.
Y yo sentí cómo la tensión me recorría el cuerpo entero.
—Draco... —susurró, como una advertencia suave.
—No te voy a tocar —prometí, aunque mis manos ardían solo por estar cerca—.
Pero déjame mirarte... un momento más.
Ella no dijo que sí.
Pero tampoco apartó la mirada.
Me acerqué, muy lento, dejando mi frente rozar la suya.
Mi nariz rozó su mejilla, despacio, como si fuera un hechizo peligroso.
Su respiración se volvió más corta, más rápida.
Yo apoyé una mano a su lado, en el colchón, inclinándome sobre ella sin llegar a tocarla.
—Cada vez que estás cerca —murmuré contra su piel— siento como si algo dentro de mí... se encendiera.
Algo que no puedo apagar aunque quisiera.
Respiró hondo, y ese sonido me rompió.
—Draco... me haces sentir muchas cosas.
—Dímelo otra vez —pedí, sin vergüenza—.
Por favor.
Ella sonrió, tímida, preciosa, mortal.
—Me haces sentir muchas cosas.
Mi control se deshizo.
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𝔹𝔸𝕁𝕆 𝔼𝕃 𝕄𝕀𝕊𝕄𝕆 ℍ𝔼ℂℍ𝕀ℤ𝕆 ||(+18) Draco Malfoy, Melian Y Mattheo Riddle
RomanceMelian es una chica de corazón fuerte y oscuro que no le abre a mucha gente, ella es muy guapa y poderosa y junto a Harry tienen un pasado desastroso. Mientras crecen, Draco un chico de la escuela, molesta mucho a Melian haciendo que no se lleven bi...
