A la mañana siguiente, me sentía como una idiota integral. Me había pasado de la raya. Volví mentalmente a la tarde anterior, al momento en que le hice esa pregunta estúpida y personal. Sentía que le había atacado en dónde más le dolía y eso no se debe hacer.
Esa mañana, me costó levantarme Dios y ayuda. Estaba tirada en la cama, abrazada a mi almohada y odiándome a mí misma. Me vi a mí misma desde fuera una y otra vez... Me daba tanta vergüenza que me tuve que dar varias veces con la almohada en la cabeza para que se me pasara.
Decidí que ese día no iba a ir al edificio. No tenía fuerzas ni físicas ni mentales para aquello. Una parte de mí me decía que me estaba machacando por nada, pero la otra me chillaba que había sido una estúpida y, por alguna razón, la escuchaba muchísimo más.
Trabajé durante un rato, aunque menos del que me hubiera gustado, y me puse a hacer yoga, pero no me relajó todo lo que necesitaba. Comí en la cama viendo k-dramas y haciéndome un ovillito entre las sábanas.
Cuando la noche empezó a abrirse paso, salí de mi cama, cabreada sobre todo conmigo misma y mi forma de autocompadecerme. Me puse rápidamente el chándal y salí a la calle en dirección al edificio de JYPE para hacer algo de ejercicio. A mitad de camino, me vino un déjà vu de mí misma hacía poco más de una semana. Sonreí en cuanto me acordé de lo que pasó y, sin pensarlo, me llevé la mano al morado que ya empezaba a desaparecer.
En cuanto llegué al gimnasio, vi a varias personas, entre ellas, a ChangBin y a Chan.
Modo pánico activado. Huye de aquí. Date media vuelta, cógete un buen ramen y vuelve a la cama a ver k-dramas.
No. Soy una persona adulta y mi cabeza no va a poder conmigo.
Los chicos se dieron cuenta de mi presencia. Les saludé con una pequeña sonrisa y un levantamiento de cabeza y me puse en la cinta de correr.
Necesitaba aquello como un k-drama. Necesitaba dos protas atractivos.
La cinta me centraba y me ayudaba a pensar con claridad, cansarme físicamente me ayudaba a cansarme mentalmente y Dios sabía la falta que me hacía. Mi mantra se repetía en mi cabeza: profesionalidad, profesionalidad, profesionalidad...
Me di cuenta del tiempo que llevaba ahí porque casi toda la gente se había marchado ya. Paré poco a poco la cinta. Las piernas me temblaban. Me acerqué como pude al banco para descansar un rato y beberme la mitad de la botella de golpe.
Mientras intentaba no ahogarme ChangBin apareció delante de mí.
—¿Qué pasa, Lucy? —levantó la mano para que se la chocara y yo le di con las pocas fuerzas que me quedaban y una media sonrisa—. Has estado corriendo durante mucho rato. Pensábamos que te perseguía algo, jaja.
—Sí, soy una idiota. Cuando me concentro, no sé cuándo parar y ahora me duelen demasiado las piernas. Creo que tendré que volver a casa arrastrándome.
—Ya sabes que la empresa tiene coches. Sé que dijiste que no querías ninguno, pero están disponibles si quieres.
—Pues... Me lo voy a pensar. Si sigo así en un rato, igual lo pido. ¿Estabais entrenando? —pregunté señalando con la cabeza a Chan, que seguía dándole golpes al saco de boxeo.
—Sí, intentamos hacerlo día sí, día no, para no perder la musculatura —comentó tocándose el bíceps.
Dios Santo de mi vida. Ahora que me fijaba, ChangBin iba cubierto de sudor y llevaba una camiseta corta negra que le apretaba por demasiadas partes.
Empecé a abanicarme la cara casi sin darme cuenta.
—Ya veo... No os saltáis ni un día, ¿eh?
—Mejor que no. Quiero ponerme fuerte, jaja.
![](https://img.wattpad.com/cover/331849127-288-k614520.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sin Remedio
Fiksi PenggemarCuando dos personas se atraen, no pueden evitarse. Lucy estaba emocionada por ser la nueva directora de los MV de Stray Kids. En cuanto conoció a Bang Chan, sabía que algo no iba bien en su corazón, pero su mente le decía otra cosa. La profesionalid...