Bang Chan observó la mano que le ofrecía, aún con las suyas en las orejas para intentar mitigar el miedo. Lo vi dubitativo, como si hubiera una lucha dentro de él. Solamente era una puta mano.
Después de estar mirándola durante unos segundos separó, a regañadientes, una de sus manos, que utilizó para apoyarse en el suelo y levantarse él solo.
Se quedó frente a mí. Parecía que hacía millones de años que no lo tenía tan cerca como para que me pusiera nerviosa. No entendía muy bien por qué no había querido mi ayuda.
— I... iremos lentamente. Si te asustas avísame y paramos ¿vale? —susurré intentando no mirar sus labios y fallando estrepitosamente.
Su "okey" sonó tan bajito que sólo supe que lo había dicho porque vi cómo se formaba la palabra en su boca.
Miró a mi espalda. Me di la vuelta viendo cómo la cortina morada que había estado tapada todo este tiempo, se había abierto de par en par como si de una obra de teatro se tratase. Los demás habían empezado a cruzarla haciendo una fila, cada cual más asustado que el anterior. Detrás de ella había dos escaleras. Una subía varios pisos por lo que se podía intuir y la otra bajaba, aunque no se veía bien hasta dónde.
Cada uno fue tomando su camino, maldiciendo en él a su querido amigo, el cumpleañero, que estaba realmente emocionado y no paraba de sonreír.
Crucé la cortina para ver cómo los demás desaparecían en la oscuridad. Lo último que pude ver de ellos fue a Felix, medio agachado girándose hacia mí con la cara contraída por el miedo. Fue entonces cuando empecé a pensar que Minho se había pasado con la "sorpresa".
— ¿Por dónde... — me giré y me asusté al ver a Chan, otra vez, muy cerca de mí mirando hacia las escaleras con miedo— Uhum... ¿por dónde quieres ir?
— Por donde dé menos miedo.
— Los demás han subido así que supongo que nosotros tendremos que bajar.
Se asomó un poco por las escaleras de caracol que bajaban sinuosamente. El fondo alumbraba una potente luz roja.
— Ehh, no no, eso da mucho miedo. De hecho, es el camino que da más miedo. Vamos hacia arriba.
— Pero los demás se han ido hacia arriba, ¿y si la llave está abajo?
Apretó los labios haciendo un puchero y empezó a hacer unos ruidos suaves de lloriqueo. No pude evitar sonreír levemente intentando que no se me notara demasiado que me estaba derritiendo de ternura por dentro.
— Venga, no te pongas así, no pasará nada... —intenté consolarlo.
Di un par de pasos en dirección contraria a las escaleras, volviendo al hall y separándome de él.
— E..e...espera, ¿a.. adónde vas? — preguntó levantando la mano como para cogerme, pero se quedó a centímetros de mi brazo.
— Sólo voy a coger nuestro walkie.
— Ah... Vo..voy contigo —dijo salvando la distancia que había entre nosotros.
— Vale, pero está a un par de metros solamente.
No contestó, sólo se me quedó mirando sin moverse de dónde estaba. Cogí el walkie que metí cómo pude dentro de uno de los bolsillos traseros del pantalón y nos encaminamos hacia la escalera.
Mientras bajábamos poco a poco, tenía a Chan a menos de un metro de distancia, siempre a mi espalda y la luz iba cerniéndose sobre nosotros hasta que el rojo lo inundó todo.
Cuando llegamos abajo, frente a nosotros se enfilaba un largo pasillo que curvaba hacia la derecha con diferentes puertas. Estaba lleno de telarañas por los rincones y unos muebles antiguos decoraban el pasillo.
![](https://img.wattpad.com/cover/331849127-288-k614520.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sin Remedio
FanfictionCuando dos personas se atraen, no pueden evitarse. Lucy estaba emocionada por ser la nueva directora de los MV de Stray Kids. En cuanto conoció a Bang Chan, sabía que algo no iba bien en su corazón, pero su mente le decía otra cosa. La profesionalid...