El silencio reinaba en el salón. Me puse roja enseguida, notaba la mirada de los chicos sobre nosotros. Chan estaba impasible hasta que, cuando ya estaba al final de mi pelo, se quedó pálido. Dejó la mano quieta durante un instante y luego la quitó de golpe.
Yo me había quedado congelada, sin moverme ni un ápice y muy consciente de cada sensación que me producía su tacto.
El silencio cada vez pesaba más y Chan no sabía hacia dónde mirar.
— ¡A recoger! —chilló Minho dando una palmada al aire.
Todos nos levantamos corriendo, agradeciendo que aquel momento incómodo hubiera pasado de una vez por todas.
Cada uno recogía en silencio, tirando la comida restante y envoltorios a la basura y dejando todo lo demás en el fregadero. Al final se hizo una montaña importante y yo me puse rápidamente unos guantes de cocina que había en el fregadero y me puse a la faena.
Una mano me cogió del hombro, yo me giré asustada. Han negó con la cabeza e hizo ademán de quitarme el plato que llevaba en la mano.
— Como se te ocurra no dejarme hacer esto, te mato —le susurré muy cerca de su cara y seria.
Han levantó las manos en señal de paz y se fue andando hacia atrás asustado. Cuando estuvo a una distancia que consideré suficiente, volví a mi faena.
Había una pila enorme de platos acumulados, pero fregar me relajaba y, por Dios que necesitaba relajarme y estar un rato a solas.
Oí cómo la televisión se encendía y, poco a poco, los chicos empezaron a hablar entre ellos.
En mi cabeza, volvía a repetir ese momento. No es que no me hubiera gustado, pero sabiendo la cara que estaba poniendo, y delante de los demás... No quería que nadie se enterase de mi cuelgue por Chan. Suficientemente mal lo estaba pasando yo solita teniendo que verlo todos los días pero... ¿Por qué habrá hecho eso? Quiero decir... ¿Habrá sido un gesto cariñoso entre amigos? Según él éramos amigos y, por lo que sé, es una persona muy cariñosa por lo que...
Negué con la cabeza cansada de mi misma y mis sobrepensamientos.
Ví cómo alguien se ponía a mi lado y empezaba a enjuagar los platos que yo iba fregando. Lee Know no se giró a mirarme, solamente se puso a ayudarme en silencio.
Lo miré mal intentado que se fuera. Él se rió al instante.
— Yo no soy Han, no me asusto con facilidad... —y siguió enjuagando y dejándolos a escurrir.
Desistí enseguida y continuamos en silencio durante un rato.
— Oye yo... Quería darte las gracias.
— No es nada, me gusta fregar y así os pago de alguna forma vuestra acogida y la cena.
— No me refiero a eso —paró un momento de enjuagar y se apoyó con las dos manos en el fregadero mirando hacia delante— Me refiero a la noche que salimos. No sé qué le dijiste a Jisung pero... Le ayudó... Nos ayudó. Al día siguiente hablamos tranquilamente y lo solucionamos.
— Cuánto me alegro de oír eso —sonreí y le apreté la mano que tenía más cerca— No es nada, fue todo un placer.
Minho me miró y sonrió cerrando los ojos. No hizo falta nada más, cada uno volvió a lo suyo hasta que terminamos.
Cuando todo estuvo limpio y recogido me acerqué al salón donde estaban todos los demás. Lee Know se sentó encima de Han y se abrazaron con cariño.
— Bueno chicos, muchísimas gracias por todo, ha estado genial. Voy a ir haciendo marcha al hotel. De verdad, gracias, me ha ayudado a despejarme y gracias Hyunjin por la clase.

ESTÁS LEYENDO
Sin Remedio
FanfictionCuando dos personas se atraen, no pueden evitarse. Lucy estaba emocionada por ser la nueva directora de los MV de Stray Kids. En cuanto conoció a Bang Chan, sabía que algo no iba bien en su corazón, pero su mente le decía otra cosa. La profesionalid...