CAPÍTULO 11

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Sabía que nada de lo que me había dicho Lee Know o la forma de decirlo iba a malas. Simplemente él era así y, tengo que decir que lo admiraba mucho. Ojalá pudiera comportarme de la misma manera sin tener que estar comiéndome la cabeza después por cómo he hablado o qué es lo que había dicho.

Estuve dándole al saco hasta que no podía más y me fui a casa corriendo dando gracias por no haberme encontrado con el susodicho.

Cuando llegué al hotel vi que tenía varios mensajes de un número que no tenía guardado.

Cuando llegué al hotel vi que tenía varios mensajes de un número que no tenía guardado

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Han estaba empezando a ser una ayuda muy importante para mí en el trabajo. Se preocupaba por cómo me encontraba y estaba atento de que no me quedara sola. Maldito niño, al final hará que le quiera.

A la mañana siguiente tuve mi reunión con el equipo de producción. Me enseñaron los estudios donde rodaban normalmente. Tenían unos platós enormes donde poder recrear los escenarios. El equipo de arte ya estaba trabajando en algunos diseños que me presentarían en unos días y, con mi visto bueno, empezarían a construirlos.

Todo pintaba de maravilla y eso me animaba mucho. Para no quitarme la felicidad con la que había salido de la reunión le puse un mensaje a Han diciéndole que tenía cosas que hacer y que no podía comer con ellos. Se cabreó un poco siempre con la gracia que lo caracteriza pero lo entendía. Total nos íbamos a ver mañana sí o sí en la "fiesta".

Pensar en esa quedada hizo que se instalaran unos nervios en mi estómago que no conseguí quitarme en ningún momento. Joder, no sabía ni qué iba a ponerme.

El tiempo pasó volando y, de que me quise dar cuenta, faltaban dos horas para las 20h y no me había decidido por nada. Menos mal que Ann y Hugo estaban ahí para ayudarme.

Finalmente me puse por unos pantalones con unas botas de plataforma y un top a de tirantes negros con unas tiras atadas al abdomen. Todo en negro. Me miré al espejo y... Me gustó lo que vi. No hay nada mejor que salir de fiesta con confianza en una misma y viéndote bien.

Cuando llegué los chicos ya estaban allí. Había decidido ir en taxi porque, basado en mis anteriores escapas, no era buena idea conducir después. Además, el otoño ya estaba bastante instalado en Seúl y empezaba a hacer frío.

El chico de la entrada me llevó hasta una zona en la que estábamos nosotros solos, como una zona VIP. Los chicos estaban armando jaleo, como siempre, y, cuando me vieron, todavía se armó más.

— Luccyyyyy —se oyó un coro de voces.

Sonreí mucho, muchísimo. Estos chicos eran todo amor y yo necesitaba mucho. Me quité el abrigo y volvieron los alaridos.

— Perdona Lucy, es que nunca te habíamos visto con ropa de salir —comentó Felix. Yo sonreí nerviosa mientras intentaba no hacer contacto visual con ninguno.

— Te he reservado este sitio, el mejor sitio de todos, a mi lado —comentó Han señalando al sitio vacío.

Muerta de vergüenza, me senté al lado de Han. Levanté la cabeza y vi a mi otro lado a Chan...

Sin RemedioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora