CAPÍTULO 18

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Me quedé en silencio después de las "confesiones" de I.N. Él no tenía ni idea lo que significaba para mí todo lo que me había contado. Me hizo ponerme todavía más nerviosa y apareció una sonrisa en mi cara que sería difícil que desapareciera.

— Ya lo tienes —dijo I.N sacándome de mis pensamientos.

— Muchas gracias —contesté pasándome los dedos por el pelo ya desenredado.

Me levanté y me metí en la cama de Han. I.N me dio las buenas noches y apagó la luz desde su cama.

No me costó mucho dormirme con el olor de Chan pegado a mi cuerpo y sabiendo que se encontraba a una pared de distancia de mí.

***

Amanecí al día siguiente hecha una bolita en la cama y abrazada a la almohada. Había tenido un sueño profundo y reparador. No era así cuando dormía en el hotel.

Cogí el móvil y me puse a mirar redes sociales. También le escribí a Ann para decirle que tenía cosas que contarle y que me escribiera cuando estuviera disponible. "Jamás adivinarás dónde me he despertado", le escribí.

Después de un rato decidí levantarme, I.N seguía durmiendo profundamente. La casa estaba en silencio. Pasé por el salón y escuché unos susurros. Me asomé a la cocina y vi a Chan y a Lee Know hablando en susurros.

Chan parecía algo preocupado por cómo hablaba, obviamente no entendía ni papa de lo que estaba diciendo. Luego se llevó las manos a la cabeza y puso cara de desesperación. Lee Know se reía de él mientras le acariciaba la espalda. No sería tan grave, supuse. Entonces comenzó a darse pequeños golpes en la frente con la mesa.

Parecía que Minho le estaba tranquilizando mientras le pasaba la mano por la espalda. Chan le negaba mientras seguía hablando y, de repente se levantó, se subió un poco la camiseta y se quedó callado, al igual que su compañero. Ahí sí que ya no entendía nada. Pensé en desaparecer por dónde había venido pero, al moverme, me di con la mesita del salón haciendo algo de ruido.

Los dos chicos se giraron instintivamente y se me quedaron mirando con cara de susto.

— Buenos días —susurré pareciendo lo más inocente posible.

Seguían mirándome y Chan soltó su camiseta para que volviera a su sitio.

— Buenos días Lucy, ¿quieres algo de desayunar? —preguntó Lee Know.

— Emmm, vale. ¿Un té puede ser?

— Claro, te hago uno en seguida.

— Gracias.

Chan volvió a sentarse en su sitio y yo me senté frente a él. Siguió comiendo los cereales que tenía delante en silencio. Yo junté las manos por encima de las piernas e intenté mirar a todos lados menos a él. Notaba la incomodidad acechando.

En seguida Lee Know me puso la taza enfrente.

— Gracias —volví a decir sorbiendo el té calentito. Minho volvió a sentarse al lado de Chan.

— Lucy, tú no entiendes nada de coreano, ¿verdad?

— Verdad.

Minho sonrió y empezó a remover su bol de frutas.

— ¿Has dormido bien? —habló por fin Chan.

— Increíblemente bien. Caí en un sueño profundo nada más tocar la cama.

— ¿Así? Tendré que decirle a Jisung que durmamos más ahí.

Amigo, la cama no ha tenido nada que ver.

Sin RemedioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora