Los días estaban siendo... raros. A pesar de tener mucho más tiempo libre estaba mucho más ocupada. Me levantaba muy temprano después de no haber dormido casi nada por la noche. Acompañaba a Chan al edificio y, una vez allí, me pasaba por el estudio de montaje, donde los montadores se encontraban montando los MV. Aquello no entraba dentro de mi contrato, pero me gustaba formar parte también de ello, les explicaba mi visión de todo y, sobretodo, me mantenía entretenida para no pensar.
Me solía pasar por donde trabajaba con Suyeon y hablábamos durante un rato, hasta que tenía que volver a ponerse con su faena. Después solía pasar dos o tres horas en el gimnasio, con la música muy alta mientras me intentaba cansar lo máximo posible para poder dormir esa noche, pero nunca funcionaba.
Las noches eran difíciles, a pesar de tener a Chan durmiendo a mi lado, tardaba mucho en conciliar el sueño y, para cuando lo hacía, quedaban muy pocas horas para que el sol apareciera por la ventana para despertarnos.
Chan y yo no hablábamos sobre... el tema. El tema del que teníamos que haber hablado desde que empezamos, desde aquella noche en que le dije que podía hacerme lo que quisiera porque confiaba en él, desde la noche en que nos dijimos que nos queríamos, desde la tarde en que me pidió que fuera su pareja... Pero no lo habíamos hecho y seguíamos sin hablarlo. Mi excusa era que nunca era el momento indicado para hablarlo, porque siempre llegaba agotado al hotel y necesitaba descansar... La verdad es que me daba un miedo terrible aquella conversación y creo que a él también.
Así que, básicamente, continuamos con nuestra rutina fingiendo que no pasaba nada, cuando en realidad, estaba pasando todo.
Los chicos habían empezado a tener la agenda bastante apretada con grabaciones y sesiones de fotos para el comeback, el cual ya lo teníamos a la vuelta de la esquina.
Una tarde, mientras conversaba con Suyeon sobre el rodaje de su próximo MV con otro de los grupos de la empresa, recibí una llamada urgente.
—¿Hugo? —pregunté descolgando.
—Hola, Lucy —su voz sonaba seria.
—¿Pasa algo? ¿Todo bien?
—Sí, estoy en una reunión online con JYP.
Ahí fue la primera vez que se me paró el corazón.
—¿En este momento?
—Sí, ahora mismo. La cosa es que, creo que deberías de estar presente.
Y aquí la segunda. Me quedé atontada con el móvil en la mano.
—Es importante —casi parecía un susurro, pero notaba la urgencia en su voz.
—Sí sí, claro. Su... subo a su despacho.
Me disculpé con Suyeon y subí hasta la planta donde se encontraba el despacho de JYP con un amasijo de nervios en el estómago. Me quedé mirando la puerta blanca durante unos instantes, siempre que había entrado aquí había salido hecha una furia, ¿sería esta vez diferente?
—Oh, Lucy. Ya está aquí Hugo —comentó JYP desde su asiento a la pantalla de su portátil—. Siéntate, por favor.
Me senté recordando cuando firmé el NDA junto a Chan. Ojalá él estuviera aquí sentado junto a mí.
JYP giró el portátil mostrando así la cara de Hugo. Sonrió brevemente mientras me saludaba. Dios, cuánto lo echaba de menos.
—Lucy, tranquila, vamos a hablar de cosas buenas. No soy un ogro, como todo el mundo piensa —comentó JYP con una sonrisa.
La verdad era que no me tranquilizaba porque conocía a Hugo y esa cara no pronosticaba nada bueno.
—Estábamos hablando sobre un posible nuevo contrato —dijo Hugo.
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Sin Remedio
Fiksi PenggemarCuando dos personas se atraen, no pueden evitarse. Lucy estaba emocionada por ser la nueva directora de los MV de Stray Kids. En cuanto conoció a Bang Chan, sabía que algo no iba bien en su corazón, pero su mente le decía otra cosa. La profesionalid...