Cuando dos personas se atraen, no pueden evitarse.
Lucy estaba emocionada por ser la nueva directora de los MV de Stray Kids. En cuanto conoció a Bang Chan, sabía que algo no iba bien en su corazón, pero su mente le decía otra cosa. La profesionalid...
—Claro, ¿por qué no? —contesté después de quedarme pasmada mirándolo durante demasiado rato.
—¡Genial! Mira —sacó su móvil, lo desbloqueó y lo puso delante de mí —apúntame tu número y luego te paso un par de restaurantes bastante buenos —a este chico le faltaba saber lo que era la vergüenza, porque no tenía ninguna.
Como si fuera un autómata, cogí el móvil y le apunté mi número personal. Se despidió de mí con una sonrisa y un "nos vemos más tarde", luego se acercó a los chicos, se despidió dándoles la mano a un par de ellos y salió por la puerta dejándonos a todos patidifusos.
Tardamos un rato en asimilar lo que había pasado, sobre todo yo, que seguía de pie, en la misma posición mirando a la puerta. Los chicos se pusieron a hablar entre ellos en susurros. Como si fuera a entender una sola palabra de coreano...
Han avanzó hasta mí.
—¿No decías que tenías que recuperarte? —la pregunta me sacó de mis pensamientos. Sus mejillas parecían el doble de grandes con esa expresión lo que le hacía estar el doble de adorable.
—¿Qué? —me quedé mirándolo, intentando averiguar a qué se refería— ¿Por qué dices eso?
—Pues porque...Has quedado con él esta noche y no con nosotros... —parecía un niño pequeño.
—Sí, pensaba que no querías más alcohol —la voz de Chan resonó firme en la sala, estaba de brazos cruzados y su mirada era seria.
—No es lo mismo, es una cena de negocios, con vosotros saldré a divertirme y tengo muchas ganas —enfatizé cogiéndo a Han de los brazos y obligándole a mirarme.
—Vaaaaale, pero este finde salimos, ¿eh? —me levantó un dedo en forma de aviso.
—Claro que sí, estoy deseándolo —le sonreí y por fin me devolvió la sonrisa satisfecho con mi respuesta.
Volví a sentarme y ya tenía un mensaje de Jackson.
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Habíamos quedado en poco más de tres horas así que decidí ir a casa para arreglarme un poco y con arreglarme me refería a no parecer Miércoles de La familia Addams.
—¿Te vas ya? —preguntó Hyunjin.
—Sí, me voy al hotel a ducharme y eso.
—Quédate un rato más, estamos a punto de terminar.
—Déjala Hyunjin, tiene que arreglarse para la cena de negocios —contestó Chan dándonos la espalda mirando el portátil. No parecía que fuera a malas, pero sonó bastante raro. Hubo un silencio por parte de los demás.
—Bueno... Me voy chicos, no os canséis mucho.
Salí de la sala con la frase de Chan resonando en mi cabeza. No había firmado ningún contrato de exclusividad, era mi única condición, así que realmente, podía hacer lo que quisiera y lo que quería era tener mi cena de negocios con Jackson.
