Sofía Walsh, la niña prodigio de un futuro brillante y prometedor vivía su vida encerrada en una burbuja de falsa felicidad. Creía tener la vida perfecta, una familia perfecta, un novio perfecto y el plan de vida perfecto. Hasta que la pandilla más...
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Sola, así es como me siento. Sola y a la deriva, completamente destruída.
Lo tenía todo y ahora no tengo nada. Cuando los adultos mayores dicen con tanta sabiduría que hay que aprovechar al máximo cada minuto de cada día los jóvenes casi nunca les creemos ¿Por qué? ¿Por qué creemos tan ciegamente que nada malo podría pasarnos? Yo lo creía, yo pensé que tenía todo el tiempo del mundo junto a mis padres, que su hora aún estaba muy pero muy lejos. Pero es verdad, hay que aprovechar cada día porque la vida... la vida es un instante.
Un instante.
En un parpadeo la suerte puede cambiar y todo se va a la mierda.
Hace unas horas mi madre estaba viva, ahora ya no lo está. Hace unas horas mi papá estaba sano y tranquilo, disfrutando de la fiesta, ahora está en un hospital al filo de la muerte. Hace una hora atrás yo estaba en sus brazos, disfrutando de la sensación de sus labios y ahora... él está encerrado en una comisaría esperando su traslado a la cárcel.
La vida es un instante.
—Sofía...
Levanté mi vista de mis pies descalzos hacia Charlie quien estaba frente a mi, de pie, mirándome con compasión. Atrás de él seguían Luke, Ben, Miguel y Scott. Todos mirándome igual, todos con sus elgantes trajes ya desarreglados por el enfrentamiento.
—Trevor ya está en camino —me informó— Pero me quedaré contigo ¿ok? No te dejaré sola.
Escuché sus palabras, las escuché, pero no pude reaccionar de ninguna manera.
Los oficiales de policía acordonaban toda la entrada de mi casa aunque nadie estaba en las calles. Los de medicina forense entraban y salían junto a los investigadores, pasando a la par mía. Yo no sé en qué momento llegué a sentarme en las escaleras de la puerta principal, pero aquí estoy.
Miré mis manos manchadas de rojo al igual que la falda de tul de mi vestido, la sangre de mi papá. ¿Todavia seguirá en cirugía? ¿Seguirá vivo? De no ser así ya me habrían avisado ¿no? No lo sé, tampoco encuentro el impulso para pregúntarlo. Tampoco estoy segura si realmente quiero saber la respuesta, porque donde sean más malas noticias... no sé qué será de mi.
Pasaron minutos, horas... no lo sé. Yo me quedé en el mismo lugar, mirando mis pies descalzos. A penas escuchaba las voces de mi alrededor en un vago sonido, todo muy lejano. Hasta que una mano atrapó una de las mías sacándome de mi trance.
—Ya estoy aquí Walsh.
Trevor. Verlo ahí fue como recordármelo inmediatamente a él, aunque no se parecen nada, aunque son polos opuestos. Y no pude evitar quebrarme nuevamente.
—Se lo llevaron —hablé por fin con mi voz rasposa— Yo no pude hacer nada y... mi mamá y... mi papá... y Jace, se lo llevaron, preso, otra vez.
