Por supuesto que el plan A no iba a salir bien, eso habría sido muy sencillo y ya sabemos que la vida es una perra que le encanta hacerlo todo difícil.
El pómulo me punzaba adolorido. Esos dos hijos de puta me golpearon duro, pero solo porque se los permití, no podía irme así como así solo porque él me lo pedía, tampoco podía hacerles imposible la tarea de llevarme hasta Armando, tuve que dejarme vencer.
Cuando me montaron a la camioneta y nos marchamos del bar dirigiéndonos hacia no sé dónde ellos ni siquiera se molestaron en cubrirme los ojos y eso solo quiere decir una sola cosa: si no se tomaron la molestia en no dejarme saber el camino que lleva hacia donde se oculta su jefe, es porque claramente no planean dejarme vivo para luego ir con el chisme. Armando va a matarme.
Pero porque sabía que las cosas no podían ser tan fáciles es que ideé un plan B y espero que haya salido bien. Espero que Luke y Miguel estén siguiéndome en este momento, mi vida depende de ellos y no sé cómo sentirme al respecto. Más les vale que no les quede grande la tarea.
Sofía debió de haber estado hecha un manojo de nervios cuando me vió salir, lo sé, la conozco demasiado bien. Seguro entró en pánico, seguro comenzó a pensar lo peor, solo imaginarla así tan aterrada me parte el corazón. Pero esto es necesario, confío en que ella se tranquilizará y podrá sobrellevar la situación. Sé que ella es capaz de soportarlo, sé que primero tendrá que respirar mucho y cuando haya logrado recomponerse seguirá con el plan. Mi nena es inteligente.
La camioneta se detuvo, cuando me bajaron frente a mi había una casa vieja y descuidada, pequeña. Habían escorpiones resguardando el lugar, muchos de ellos, todos armados. Tendrán que armarse una buena estrategia para entrar y pasar por todos estos insectos. Lo que estamos haciendo es una completa locura, lo sé, estamos entrando a la boca del lobo, pero esta es la única oportunidad que tenemos.
Cuando entré a la casa noté que estaba peor por dentro que por fuera. El moho había machado toda las paredes, podía sentir el olor húmedo apestando el lugar. No habían más que sillas viejas repartidas por algunos lugares, mesas deterioradas. Pasé por una habitación en la cual había un sofá que parecía sacado de la basura y frente a este un pequeño televisor prendido. ¿Enserio el gran rey escorpión está escondiéndose en este cuchitril? Por dios, mi celda en la cárcel era más lujosa que esto.
Dándome empujones en la espalda me llevaron hasta una habitación al fondo de la primera planta. Había solo una silla ahí en la cual me sentaron a la fuerza. Una silla, nada más que eso. Esta es la habitación de tortura.
El tipo que me había apuntado con el arma llegó luego de unos minutos, entró parándose a un costado de la habitación, seguido de él entró otro hombre, esta vez la persona a la que yo quería ver. Armando Velasquez alias el rey escorpión de pie frente a mis ojos. Debo confesar que pensé que sería más impresionante de aspecto. El tipo ronda ya los cincuenta años, las arrugas y las canas lo delatan. Ni siquiera es tan alto como imaginé que sería. Una imagen muy patética para ser el supuesto rey.
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Corrupción Letal
Teen FictionSofía Walsh, la niña prodigio de un futuro brillante y prometedor vivía su vida encerrada en una burbuja de falsa felicidad. Creía tener la vida perfecta, una familia perfecta, un novio perfecto y el plan de vida perfecto. Hasta que la pandilla más...