Ha transcurrido un mes desde que nuestro primer lote salió a la venta, todo salió a la perfección a como lo planeabamos, Charlie y los chicos hicieron un trabajo estupendo, toda la mercancía se vendió completa y pedían más, por lo que tuvimos que contactar a Zac nuevamente, él desde luego estuvo encantado, dijo que miraba un gran potencial en nuestra relación de negocios.
Según había dicho Jace, habíamos doblado las ganancias, el producto era costoso pero los chicos se las ingeniaron para que el cliente pagara nuestro precio estipulado dejándonos con una gran ganancia. Ellos estaban contentos, miraban el futuro que teníamos, cómo nuestro producto era de calidad y cómo el cliente quedaba ansiando más, ellos sabían perfectamente que a nuestro lado les esperaba un futuro maravilloso.
Yo por mi lado, estoy a tan solo días de mi graduación, así es, en menos de un mes dejaré por siempre el instituto Sierra. Mi padre está más insoportable que nunca hablando de Stanford, diciendo cómo seré una alumna estrella y llevaré en alto el apellido Walsh. A mi madre no la veo muy bien, es más, cada día la veo peor, no sé que sucede con ella pero cada día la veo más apagada, no hablamos mucho, ella sigue molesta conmigo y bueno, yo no pienso ceder, aunque me duela en el alma verla así, no cederé.
Me dejé guiar por la música, me paré de puntillas girando un par de veces al ritmo de Drunk in love de Beyonce, recosté mi espalda al tubo deslizandome suavemente en el, dejaba llevar mi cuerpo al ritmo de la música, combinando algunos pasos de ballet con el pole dance. Me di cuenta que si extraño el ballet, despues de todo es algo que he hecho desde que tengo memoria, lo extraño y lo practico, pero muy fuera de las expectativas de mi madre, no volví a la academia, solo bailo para mi misma en el salón dejándome llevar entre mis zapatillas y el tubo.
La canción cambió a Beatufil Liar de Beyonce y Shakira, dejé mi cuerpo caer al suelo arqueando mi espalda sintiendo la música, me giré dislizando mi pecho hacia atrás, me levanté y comencé a mover mis caderas al ritmo.
Me movía de aquí para allá, el salón es mío, el espacio es mío, el tubo es mío, saqué a relucir pasos de danza arabe que no sabía que podía hacer, mi cuerpo se movía por si solo.
Me acerqué al tubo, coloqué una mano en el dejándolo entre mis piernas, cantoneaba mis caderas. Sentía las gotas de sudor bajando por mi frente, mi cabello se pegaba a mi rostro. Me subí al tubo hasta casi tocar el techo y bajé lentamente en varios pasos nuevos que he aprendido.
Mis piernas estaban enrededas al tubo, mientras mi cabeza estaba hacia abajo, mis brazos colgados mientras mis mueñecas se movían al compás de la melodía. Toqué el suelo recostando mi pecho nuevamente y terminé la canción tendida boca arriba, con mi pecho subiendo y bajando con cansancio.
Me levanté mientras trataba de controlar mi respiración, había estado bailando mucho últimamente, mis pasos iban mejorando cada vez más.
Unas manos se encajaron en mi cintura acorralándome contra el tubo. Su mirada tan fría pero a la vez tan deseosa me penetraba, me alzó haciéndome enredar mis piernas por su cintura, su respiración me hizo un suave consquilleo en mi rostro antes de atacarme con sus labios en esos besos tan jodidamente deliciosos que solía darme.
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Corrupción Letal
Novela JuvenilSofía Walsh, la niña prodigio de un futuro brillante y prometedor vivía su vida encerrada en una burbuja de falsa felicidad. Creía tener la vida perfecta, una familia perfecta, un novio perfecto y el plan de vida perfecto. Hasta que la pandilla más...