Sé a qué se refiere por "ayuda", lo miré y le asentí. Él sacó su celular a la vez que se asomó con cautela. Decidimos meternos dentro de la camioneta para escondernos mejor, donde el dueño nos vea, nos mata. Charlie habló con Jace diciéndole todo, a juzgar por su rostro, esa bestia vendrá muy enojada.
Los nervios podrían acabar conmigo en cualquier momento, Zoe estaba cagada del miedo, tanto que podría llorar. Tuve que hablar para relajarla. Por la ventana vimos como habían más escorpiones, rondando el lugar, buscándonos por todos lados.
Cuando Jace volvió a llamar nos preguntó nuestra ubicación, luego de que Charlie le dijo donde estábamos, lo vi llegar con Trevor, los chicos y varios otros tipos que nunca había visto.
—¿Esos quienes son? —le pregunté a Charlie.
—Los nuevos... los que contrató para el tema de los escorpiones.
No dije más. Jace se acercó a la camioneta con mucha discreción, una vez que estuvo ahí, abrió la puerta. Cuando sus ojos me detectaron, juré que me iba a arrancar la cabeza. Entró quedando a la par mía, genial.
Me pregunto cómo reaccionaría el dueño de la camioneta al ver a cuatro extraños dentro. Espero eso no suceda.
—¿En casa de Zoe, no? —me dijo casi rechinando sus dientes del enojo.
—Si estaba en casa de Zoe... pero...
—En realidad tendré que ponerte ese maldito localizador en el trasero, joder ¿Ves lo que ocasionas?
—¡No pensé que iban a encontrarme! —me defendí.
Jace entrecerró sus ojos, mirándome, seguramente preguntándose a él mismo si esas palabras realmente salieron de mi boca.
—Dime que no hablas enserio... estás en carreras clandestinas, Sofía, en una zona donde se encuentra lo peor de lo peor. ¿Enserio no pensaste que podrías encontrarte a unos criminales? ¿Aquí? ¿En este lugar tan correcto y legal? —ahí estaba su sarcasmo.
—¡Pues no! ¡no lo pensé! ¿ok?
—¿Podrían pelear después? Quiero irme a mi casa, viva, sin un agujero en ninguna parte de mi cuerpo, por favor —nos interrumpió Zoe.
Mi pobre amiga está que se derrumba de los nervios aquí mismo ¿En qué la he metido?
—Andando —demandó él.
—¿Qué? ¿Asi nada más? —le pregunté exaltada.
—Si, Sofía, así nada más, no traje mi capa de la invisibilidad.
Apreté mis puños ante su respuesta tan sarcástica. Todos nos bajamos de la camioneta, él me tomó de la muñeca y Charlie tomó a Zoe, pero para nuestra mala suerte, no pudimos avanzar mucho cuando los disparos al aire resonaron por todo el lugar acompañado de gritos colectivos, todo se volvió un caos.
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Corrupción Letal
Novela JuvenilSofía Walsh, la niña prodigio de un futuro brillante y prometedor vivía su vida encerrada en una burbuja de falsa felicidad. Creía tener la vida perfecta, una familia perfecta, un novio perfecto y el plan de vida perfecto. Hasta que la pandilla más...