Sofía Walsh, la niña prodigio de un futuro brillante y prometedor vivía su vida encerrada en una burbuja de falsa felicidad. Creía tener la vida perfecta, una familia perfecta, un novio perfecto y el plan de vida perfecto. Hasta que la pandilla más...
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Dos días han pasado desde el cumpleaños de Sofía, dos días he pasado encerrado en esta comisaría esperando a que el teniente se digne a aparecerse. No sé nada de ella, no tengo cómo hacerlo. Aunque el oficial que está de planta me dijo que más tarde esa misma noche Sofía vino junto a otro sujeto, que supongo y espero haya sido Trevor. El oficial es un tipo agradable que a pesar de todo me ha ayudado hasta donde puede y se lo permiten, me ha mantenido comido e hidratado por lo menos y si tiene alguna información de mi caso me la dice.
Pero yo lo que necesito es hablar con ella y asegurarme que está bien. Es lo único que necesito.
Trato a como puedo de mantenerme cuerdo tras estas rejas, trato de que la desesperación que me abarca por momentos no me domine porque eso no me servirá para absolutamente nada. Pero solo de pensarla y recordar todo lo que sucedió hace que la sangre se me vuelva combustible y querer botar estas malditas rejas como sea, solo que eso es imposible porque no soy hulk.
Cierro mis ojos y la veo destrozada, vulnerable, llorando sin poder siquiera respirar, con pánico. Y el no saber nada no me ayuda, porque no sé si está sola en su casa, o si está con Trevor. No sé si está sola o está con su padre, pero tampoco sé nada del juez. No sé que tan mal está, no sé si no pudo y solo sé dejó vencer por la tristeza o si está resistiendo lo más que pueda contra eso. No sé una mierda y eso me vuelve loco.
Su mundo se vino en pedazos en cosa de un momento. Su madre murió, su padre acabó gravemente herido y si logra salir de esa tiene que enfrentarse al hecho de que sabe toda la verdad de nosotros y yo... bueno, yo terminé acá. Y como la cereza del pastel: Armando se fugó. Eso podría suponer la libertad para Sofía, pues Armando ya no necesitaría nada de Oliver, pero también puede que no. Conozco a los tipos como Armando, para ellos su palabra es ley, lo que ellos dicen se hace y Oliver no hizo lo que dijo, no siguió sus ordenes, por eso podría haber repercursiones, por no obedecer. Armando aún podría querer herir a Oliver y la probabilidad que sea a través de Sofía es gigante. Podría estar en un riesgo más grande que antes y yo no puedo hacer nada si estoy encerrado.
No puedo quedarme de brazos cruzados, no ahora, no cuando ella está sola y me necesita. Tengo que hablar con Trevor cuanto antes para idear algo que me saque de aquí ¿Pero cómo?
Unos pasos fuertes hicieron eco en la habitación. Creí que sería el oficial que aparecería, pero no, el rostro del teniente apareció en mi campo de visión e inevitablemente la boca se me secó ante los nervios.
—Levántate muchacho, hay que irnos.
—¿A dónde?
—Te trasladaré, no puedes pasar otra noche más aquí.
Me trasladará. Eso significa que regresaré a donde creí que no volvería nunca más.
—¿El juez ya dió declaración?
—No, pero allá esperarás a que la fecha de tu juicio llegue.
El juez no ha dado declaración aún ¿Acaso sigue en el hospital? ¿Su herida resultó más grave de lo esperado? Dios mío necesito información.
