—No estás concentrada —me dijo haciéndome parar— ¿Qué sucede?
Me quité mis guantes tirándolos al suelo y miré a Jace quien lucía preocupado.
—No ha pasado nada, Jace, eso me tiene... siento que no puedo respirar con la tensión.
Tres días han pasado desde el incidente con Enzo, tres días en los que no ha sucedido nada y francamente, eso me tiene con los nervios de punta. No ha hecho nada, no ha dicho nada, eso no puede ser nada bueno.
—Déjalo que haga lo que quiera —dijo sin más.
—negué— Sé que no será nada bueno, sé que le dirá algo a mi madre y... no quiero que la agarren contra ti.
—Déjalos, Sofía ¿Qué es lo peor que harán? Que me despidan si es lo que quieren.
Reí ante su nivel de poca importancia en el asunto, caminé para sentarme en los sofás del porche, él me siguió haciendo lo mismo.
—Es que no te despedirán, te van a meter a la cárcel y yo no puedo permitir eso.
—No pueden hacerlo, no tienen pruebas de nada.
Solté otra risa amarga la cual él no comprendió. No tiene ni idea de a quién estaríamos enfrentándonos.
—Tú no los conoces, son capaces de sacárselas del trasero con tal de lograr alejarte de mi.
—Oye —tomó mi rostro haciéndome verlo— Nadie me meterá a la cárcel otra vez ¿Ok? Tranquila.
—Claro que no, porque no lo permitiré, haré lo que sea para que eso no suceda.
—No. Tú no harás nada, tú no caerás en sus juegos y manipulaciones con tal de salvarme —me sentenció— si iré a la cárcel pues que así sea, pero tú no te esclavizarás a absolutamente nadie ¿ok?
Una débil sonrisa salió de mi ¿Cómo es posible que esté dispuesto a eso? ¿Cómo es que esté bien con el hecho de ir preso nuevamente con tal de que yo no la pase mal?
—Sabes que lo haré si es necesario, no te meterán preso. NO.
—Es que tú si eres una...
—¿Jodida terca? Lo sé... —me encogí de hombros— Recibiré el castigo que tenga que recibir. Si vivir por siempre en Suiza es mi destino, pues que así sea, pero no lo permitiré.
Él posó su mano sobre mi mejilla, acariciando mi piel con delicadeza con su pulgar. Ese pequeño acto tranquilizó solo un poco mis nervios, pero también me quebró la idea de que exista la posibilidad que todo salga mal y no vuelva a sentir esa caricia nunca más.
—Estaremos bien —me aseguró— Ese imbécil no logrará lo que quiere.
No respondí, no quería llevarle la contraria y discutir por eso. Tampoco creo que tenga razón, no creo que nos libremos de esta, algo me lo dice.
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Corrupción Letal
Fiksi RemajaSofía Walsh, la niña prodigio de un futuro brillante y prometedor vivía su vida encerrada en una burbuja de falsa felicidad. Creía tener la vida perfecta, una familia perfecta, un novio perfecto y el plan de vida perfecto. Hasta que la pandilla más...