Capítulo 18

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Mi vista quedó perdida en el espejo, los recuerdos no paraban de correr por mi cabeza, como una película en cámara lenta, una película que parecía tan irreal, pero no lo era, en verdad había pasado

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Mi vista quedó perdida en el espejo, los recuerdos no paraban de correr por mi cabeza, como una película en cámara lenta, una película que parecía tan irreal, pero no lo era, en verdad había pasado. Había tenido un momento... con él ¿Cómo había pasado?

Yo nunca fui la más avispada para mi edad, si sabía algunas cosas dentro de lo básico, del sexo lo básico, algunas posiciones, sexo oral y si sabía lo que era una masturbación, pero jamás lo había intentado, nunca había pasado por mi cabeza hacerlo. Creo que porque... por un lado, mi mente siempre estaba ocupada, nunca tuve mucho tiempo libre para pensar en muchas cosas, y por otra parte, mi lado sexual no había despertado, por muy increíble que suene, hasta ahora.

Con Ryan nunca había pasado nada más que besos y si habíamos entrado en calor un par de veces, pero nunca pasó a más, porque yo no quería y es que si lo pienso, creo que Ryan nunca me atrajo de esa manera, es guapo si, pero nunca lo vi como un chico sexy, ardiente, nunca despertó el deseo en mi. Entonces mi cuerpo nunca sintió la excitación en ningún momento, nunca necesité de tocarme a mi misma.

Pero desde que él llegó, revolucionó todo mi ser, mi pensar, mis deseos, absolutamente todo. Desde el primer momento que lo vi me robó el aliento de una manera desesperante, me inquietaba, nunca había sentido tanto deseo de un roce, de un acercamiento, de una probada de unos labios hasta que llegó él. Nunca había sentido mi cuerpo reaccionar de esta manera a una sola presencia, todo lo que me hace sentir el simple hecho de ver sus tatuajes, su increíble y trabajado cuerpo, me hace perder la cordura su simple existencia cerca de mi. No sabía que algo así era posible, hasta ahora.

Siento como despierta el deseo en mi cuerpo, que me sofoca, que me asfixia, porque sus labios, su maldita manera de besar me hizo sentir chispas, la manera en la que me toma, tan imponente, tan feroz, me hace arder.

Ayer subí otro nivel, crucé otra raya que no sabía que sería capaz, que jamás lo imaginé verdaderamente. Cómo sacó ese lado sensual en mi que no sabía que existía, mientras bailaba en el tubo, con su mirada afilada sobre mi. Nunca me había sentido tan sexy, haciéndome seducirlo, provocándolo.

Una Sofía coqueta, sexy, tentadora, me sentí poderosa.

Ya no hay vuelta atrás, me dió una pequeña cucharadita de placer y siento que no hay vuelta atrás, todo lo que hago es pensar y pensar en eso. Y quiero más, maldita sea, quiero más.

Salí de mi trance sintiéndome acalorada, ya tengo que dejar de recordar esa escena. Tomé un profundo respiro y bajé hacia el comedor para desayunar junto a mis padres. Mi papá me sonrió y me saludó dulcemente, por el contrario de mi madre, ella seguía enfadada conmigo.

—¿Todo bien cariño? —me preguntó mi padre.

—Todo bien papá —sonreí.

—Este fin de semana es la feria para nuevos ingresos de Stanford ¿Estás lista?

Corrupción Letal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora