Capítulo 18

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Narra Julia

Le conté a mis amigos que mi tía se irá de viaje unos días, y que me quedaría con Sebastián y Mateo durante ese tiempo. Lo comenté más por iniciar un tema de conversación que por otra cosa, y afortunadamente funcionó pues poco a poco se estaba creando un silencio incómodo.

–Aún iremos al concierto, ¿verdad?– me preguntó una preocupada Miranda en el asiento delante mío.

–Obviamente, no me lo pierdo por nada– respondí haciéndola sonreír.

–¿Faltarás a clases hasta el miércoles?– preguntó Dani, integrándose.

–No creo, seguro ellos me traerán– comenté.

–Cool, los conoceremos– soltó Daniel para luego ponerse de pie y dirigirse al bote de basura para desechar un chicle que llevaba ya tiempo en su boca.

No pude evitar ponerme nerviosa, ¿qué me asegura que mis amigos no digan una estupidez?

–Cálmate, no te avergonzaremos– comentó Miranda riendo –... mucho.

–Ni piensen que los conocerán– solté risueña mientras Dani se acercaba.

–Te seguiremos a la entrada de la escuela– respondió él de una manera burlona –. Es fácil.

Suspiré, rodeé los ojos y dirigí mi atención a mi teléfono al escuchar la llegada de un mensaje.

Tía💕: Corazón, te voy a mandar el contacto de Sebas y de Mateo, okay?

Yo: Está bien, gracias

Apenas recibí sus números los guardé mientras mis amigos iniciaban una conversación entre ellos, y le envié primeramente un mensaje a Sebastián, posteriormente a Mateo, para que ellos también tengan mi número.

Yo: Hola, Sebas, soy Julia :)

Sebastián: Hola, nena!! Cómo estás?

Yo: Bien, gracias, y tú?

Sebastián: Muy bien, gracias

Sebastián: Qué pasó, linda? Estás bien?

Yo: Sí, solo te hablaba para que tengas mi contacto, porque dijo mi tía que me quedaría con ustedes unos días

Sebastián: Así es, nena, qué bueno que hayas querido quedarte

Sebastián: Qué te parece si hoy vemos una película y pedimos pizza?

Yo: Sí!!!! Me encantaría!!🤩

Sebastián: Okay, princesa, ve pensando en qué película, va?

Yo: okay, okay :)

Al terminar mi conversación con él, me dirigí al siguiente chat, dispuesta a hablar con su novio para que este también tenga mi teléfono registrado.

Yo: Holaa Mateo

Yo: Soy Julia

Mateo: Hola, princesa💕

Mateo: Sebas está trabajando aquí a mi lado, ya me contó que veremos una película hoy, ya sabes cuál?

Yo: No, aún no he pensado en ella

Mateo: No te preocupes, linda, aún falta tiempo

Mateo: Iremos más tarde al supermercado, quieres que te compremos algo para cuando llegues?

Mateo: Ten en cuenta que te quedarás hasta el martes

Reflexioné unos segundos antes de responder, tratando de recordar si había algo que me hiciera falta.

Yo: No, pero muchas gracias :)

Mateo: Okay, pequeñita💖

Mateo: Cualquier cosa nos avisas, sí?

Yo: Sí, gracias Mateo

Mateo: No te preocupes, corazón

Apenas guardé nuevamente mi teléfono en el bolsillo, comenzó a sonar la campana que indicaba la hora de la salida. Escuchando un "por fin" de Dani y un suspiro de alivio de Miri, fue que me puse de pie e mi asiento, tomé mis cosas, y me dirigí con su compañía a la entrada de la escuela.

–Las veo el Lunes– dijo Dani mientras se alejaba en dirección a su auto.

La ventaja de saber conducir.

–Adiós, Dani– exclamé.

–Adiós– agregó Miranda, para luego dirigir su atención a mí –. El concierto comienza a las nueve, pero veámonos en el estadio a las ocho para conseguir buenos lugares, ¿okay?

–Muy bien, ¿sabes a qué hora termina?– le pregunté.

–Seguramente a eso de las doce o una– respondió sin más.

Algo tarde, o debería decir "temprano", pero afortunadamente mañana no hay clases, así que no veo ningún problema.

–Okay– respondí con una sonrisa que delataba mi emoción.

Mi amiga me sonrió de vuelta, y antes de que pudiéramos comentar otra cosa escuché el sonido de un claxon llamándome, al girar la cabeza pude encontrarme con el auto de mi tía a unos metros de nosotras. Nos acercamos y ambas la saludamos desde fuera del vehículo.

–Hola, Miri, ¿quieres que te llevemos?– le sugirió a mi amiga.

–No te preocupes, Emma, ya viene mi hermano por mí– respondió ella sonriente.

–Está bien– respondió mi tía mientras yo subía al auto –. Salúdalo de mi parte, ¿sí?– agregó.

–Claro, hasta luego– respondió Miranda con la misma sonrisa.

–Adiós, Miri– dijo mi tía para luego conducir, mientras yo me despedí con mi mano derecha de ella, gesto que ella imitó.

Camino a la casa mi tía me comentó que ya tenía su equipaje listo y que me dejará en casa de Sebastián y Mateo alrededor de las siete de la noche.

Al llegar, me preguntó por el concierto, si Miranda estaba feliz, si yo conocía todas las canciones, si compraríamos un recuerdo, y en general si yo estaba emocionada. Hablamos del tema un rato, y comimos una sopa de verduras que ella preparó. Esta vez no vomité, por dos razones:

1) mi tía podría escucharme perfectamente.

Y 2) ya me dolía bastante la garganta.

Esta segunda razón me estaba animando a intentar dejar de vomitar, pero con ello dejar de comer también. Me causaba miedo la idea de quemarme el esófago al punto de que pierda su función, así que pensé que tal vez debería minimizar mis idas al baño.

Pasaron las horas, hice mi propia maleta para estos siguientes días y antes de subir nuevamente al auto para que me llevasen a casa de Mateo y Sebas, mi tía me dio algo de dinero, dijo que era "para una emergencia, alias mercancía de Imagine Dragons". Se lo agradecí y la abracé para luego subir al asiento del copiloto.

–¿Llevas a Koda?– me preguntó cerrando su puerta después de haber subido al auto.

–Sí– respondí colocándome el cinturón.

–¿Pijama?¿Cargador?... ¿Tus cosas para la escuela?– mencionó poniendo en marcha el auto mientras a su vez se colocaba el cinturón de seguridad.

–Llevo todo– respondí segura de mí misma.

–Muy bien– respondió sonriéndome.

JuliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora