Narra Julia
Mi reencuentro con mi tía me llenó de emoción y felicidad, apenas vi su auto llegando a la entrada de la escuela, corrí en su dirección y ella bajó de este para podernos abrazar.
Camino a casa traté de mostrar el mayor interés por las cosas que me dijo que había hecho en su viaje, pero como ella dijo; todas estuvieron relacionadas con el trabajo y realmente sonaban aburridas y hasta tediosas.
Yo por mi parte, una vez ella mencionó y me comenzó a preguntar cómo fue que terminaron Mateo y Sebas siendo mis daddies, le conté TODO. Más que nada por la emoción que me causaba relatarlo. No me regañó por haber huido, pero sí que me dirigió una mirada autoritaria al mencionar esa parte de la historia, mirada que no quise confrontar, limitando a bajar la cabeza momentáneamente para luego continuar.
Mi tía se mostró feliz por mí mientras le contaba de varias cosas que hice, dejando las innecesarias por comentar (como lo del hospital, o el hecho de que el siguiente par de días debo ponerme una medicina en la lengua) de lado. Pero es cierto que se mostraba inquieta, haciéndome recordar aquel momento en el que me envió un mensaje diciéndome que al volver de su viaje quería hablar de algo importante. Lo mencioné, ella tragó saliva y prácticamente evadió el tema con una respuesta corta que en realidad no me respondió nada.
"Hablaremos al llegar a casa". Ahora sí extraño los cortos trayectos para llegar a casa.
Narra Mateo
Estuve en una efímera junta poco después de llegar a las oficinas, o al menos "efímera" en comparación a las pasadas, pues no duró más de media hora. Al salir de esta, recibí una notificación de mi princesa, se trataba nuevamente de una foto de ella comiendo, en la cafetería de su escuela, me alivia tanto que esté cumpliendo su parte del trato. No pude evitar sonreírle a mi teléfono cual imbécil, y decidí dirigirme a mi oficina finalmente para continuar con mis trabajos pendientes. Una vez allí, sentado frente al escritorio, desbloqueé mi teléfono y abrí la aplicación de WhatsApp para contestarle a la nena. No me llevé una sorpresa al notar que Sebas ya le había respondido.
Amor💙: Mi nena hermosa
Yo: Muchas gracias, princesa🥰
Yo: Te amamos, mi niña❤️
Princesita: Yo también los amo💕💕
Justo antes de apagar mi teléfono y ponerme a trabajar, recibí una notificación de Emma, y no tardé en abrir el chat.
Emma: Hola Sebas, cómo estás?
Emma: Una vez más quería agradecerles por haber cuidado de Julia, sé que puede llegar a ser una tarea difícil a veces jajajja
Yo: Qué tal Emma, bien y tú?
Yo: Para nada, nos divertimos muchísimo, y se comportó muy bien dejando de lado lo que ocurrió
Yo: Es una niña muy buena
Emma: Quería comentarles también sobre algo que sucedió
Aunque me causó extrañeza y ligera preocupación ese último mensaje, nada me preparó lo suficiente para el siguiente.
Emma: Julia me comentó que son sus daddies ahora
Dios mío.
Hoy conocí la incomodidad.
Emma: No pienses que estoy en contra, en realidad a mí me parece algo muy bonito, porque sé que la quieren y la cuidan muchísimo. Estoy muy feliz de que mi sobrina haya caído en sus manos
Emma: La hacen tan feliz
Me mantuve unos pocos segundos pensando en qué responder y cómo redactarlo.
Yo: Muchas gracias, Emma. Nos alegra mucho que lo permitas, y sí la queremos muchísimo, nunca la lastimaríamos
Yo: Y siendo sus daddies o no, la cuidaremos siempre
Emma: 💕
Emma: Lo sé, Sebas, y lo valoro mucho
Emma: Y volviendo al tema, hay algo que necesito comentarles, y al ustedes ser sus daddies creo que es importante que lo sepan.
Nuevamente la extrañeza, pero afortunadamente mi corazón ya no latía a mil por segundo, ahora tal vez solo a quinientos.
Emma: En mi viaje de trabajo hablé con mi jefe en persona después de ya un largo tiempo, había estado trabajando prácticamente desde casa un periodo largo. Tuve la suerte (me gusta pensar) de que me ofrecieran un mucho mejor puesto, y sinceramente me arrepentiría el resto de mi vida de rechazarlo
Mierda, no.
Emma: Sebas
Emma: Julia y yo nos mudaremos bastante lejos
Sentí un estruendoso latido y me paralicé. Solté el teléfono y este cayó sobre el escritorio. Me llevé las manos a la cabellera y mis ojos se mantuvieron abiertos como platos.
Puta madre, carajo. Todo iba tan bien. No puede estar pasando esto, ¿no la volveremos a ver? ¿NUNCA? Esto no es real, tiene que ser una bromad de mal gusto, esto no puede estar pasando. Julia por fin es nuestra niña y ahora nos la quitan de las manos.
Comencé a negar frenéticamente, cubriendo mi rostro con mis manos.
–¡Puta madre!– exclamé, y aunque sé que difícilmente me habrá escuchado alguien de afuera, eso ya no me interesaba.
Me quitarán a mi nena.
No.
No, es imposible.
Me alertó una nueva notificación y enseguida entré a la aplicación de WhatsApp.
Emma: Sé que seguramente será una noticia difícil de asimilar para ambos
Emma: Lamento mucho tenerlos que separar, pero Julia no puede quedarse
Emma: Espero que puedan entender, Sebas
Me tomé nuevamente unos segundos en responder, pero esta vez no por no saber qué decir, sino por la parálisis.
Yo: Muchas felicidades, Emma
En ese punto fue que comencé a lagrimear.
Yo: Entiendo perfectamente, me imagino que debe ser algo muy importante para ti. Sé que Mateo también lo entenderá cuando lo comente con él
Emma comenzó a escribir, y yo estallé en llanto dispuesto a leer nuevamente los mensajes para asegurarme de no haber malentendido lo que quería decir. Uno por uno los estuve releyendo, o al menos hasta llegar a uno de los últimos.
"Julia no puede quedarse".
Siento que la desesperación del momento me hará cometer una estupidez, no porque sea una mala idea, sino porque sugerirlo tal vez disminuya incluso más nuestra oportunidad de seguirla viendo.
Emma: Gracias, Sebas
Emma: En serio quiero ofrecerles a ambos una sincera disculpa, sé que tú que ya estás enterado debes sentirte devastado, sé cuánto la aman. Lo lamento mucho de verdad. Y sé que seguro no será lo equivalente a verla cada semana, pero si puedo ayudar en algo para que su despedida sea lo más significativa posible, cuenten con mi apoyo
Yo: Emma, no nos debes ninguna disculpa
Yo: Y perdona el atrevimiento, pero no quisiera arrepentirme el resto de mi vida por no haber preguntado esto cuando tuve la oportunidad
Yo: Antes que nada, debes saber que entenderé perfectamente si te niegas, pues sé que siempre buscarás lo que consideres mejor para ella
Nuevamente reflexioné sobre las palabras que usaría a continuación, esta vez tomándome un poco más de tiempo.
Emma: Quieres pedirme que Julia se mude con ustedes?
Otra vez la taquicardia.
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Julia
Teen FictionEsta historia toca temas sensibles. La escribí porque no encontré una sola historia que toque el tema de los TCAs junto con el TBDL/ABDL. La historia no rotará alrededor de los trastornos alimenticios, solo será una pequeña característica que le dar...