Capítulo 11

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ALESS

No he pegado ojo, estoy pensando en sus palabras. "Me gustan las mujeres", "quizá tú seas mi excepción en los hombres". Me pone todo de ella, lo sucia que es conmigo y lo inocente que es con el resto del mundo. Estoy dividido en creerla o no. ¿Realmente le gustaran las mujeres?

Antes de seguir pensando en cuál es la respuesta a esa pregunta. Mi teléfono suena y parpadea con el nombre de Roko. El mundo se va a ir a la mierda, porque es uno de los guardias que le he puesto hoy a Gianna.

— Espero que sea importante para que me llames a estas horas.

— Don. Tengo malas noticias.

— Por el bien de tu cuello, espero que mi prometida esté durmiendo plácidamente en su cama.

— No está. Estábamos vigilando su cuarto y también debajo de su balcón. Alguien ha noqueado a Savio, es el que estaba en guardia debajo de su balcón.—  Alguien no, ha sido ella. Nadie tiene huevos a pillar desprevenido a Savio y seguir vivo, es uno de mis mejores guardias.

Le cuelgo y respiro porque juro por Dios que si se ha escapado para follar con alguien, la voy a matar con mis propias manos.

Me pongo lo primero que pillo, llamo a Luca y en 10 está en mi garaje, vamos en uno de mis todoterrenos y luego cogemos el jet para llegar a casa de mi querida prometida.

Las luces están encendidas, Alec está en el portón paseando nervioso. Cuando llego a él, me coge del cuello, no entiendo su actitud, lo único que sé es que mi cuñado tiene la pistola de Luca en la sien. Roko y Savio están apuntando su costilla y otro su cuello, pero no retira sus manos de mí.

— Todo esto, es tu culpa. La has presionado viniendo a cenar y pidiendo su mano de esa manera tan...— Se queda callado porque creo que de verdad está buscando la palabra perfecta, pero me suelta y resopla. Asiento para que todos bajen las pistolas. Lo entiendo, yo si tuviera una hermana, también estaría así de enfadado.

— Alec, puede que seas mi futuro cuñado, y puedo lograr entender tu enfado, pero es el primer y el último aviso que te doy. No me vuelvas a poner tus malditas manos encima o te enterraré con el cuerpo todavía caliente.— Su mirada vuelve a mí y sé que está arrepentido, pero no se disculpa. Lo arreglaré con él más tarde, no tengo tiempo para esto.

Nos guía adentro y encuentro a Alonzo hablando por el teléfono y sus guardias reunidos en su despacho mirando las cámaras de alrededores de la casa.

Cuando me ve, despide a quien tenga al teléfono y me saluda. Ladra algunas órdenes hasta que solo quedamos Alec, Luca, Alonzo y yo.

—Alonzo, explícame dónde está mi prometida.

— Es la primera vez que se va sin darnos aviso, normalmente avisa a Alec o a mí sobre sus salidas.— Analizo lo que dice y me quedo enganchado en lo de las "salidas".

— Me estás diciendo que Gianna suele salir sin vosotros.— Lo afirmo porque es lo que quiere que entienda de sus putas palabras.

— Quería contártelo en la reunión. Ella volvió a los 18 años de Rusia, desde entonces ha estado saliendo y viajando por el mundo. Ha estado cumpliendo algunas misiones que encomendó tu padre, las cumplió todas con éxito, nunca he puesto en duda su juicio o su lealtad. Le empecé a dar la libertad de salir, sé que mi hija es honorable. Ella es una auténtica princesa de la mafia, está entrenada por los mejores y sé que lo que hace allí fuera no es nada de lo que me vaya a avergonzar.—  Honorable mi polla, la noche anterior tenía mi cabeza entre sus putos muslos. Ha estado saliendo por casi 3 años, viajando y haciendo a saber qué.

— Alonzo, espero que no seas tan idiota como para mentirme. Ilumíname, ¿cuántos días suele desaparecer tu hija sin saber de su paradero?— Su cara está tiesa, Alec tiene ganas de asesinarme, y mi hermano está callado porque está almacenando cualquier información que nos pueda ayudar a encontrarla. Si hay algún genio que puede hacer eso, es mi hermano.

— Normalmente, se va por dos semanas y lo máximo ha sido un mes y medio. Siempre se va y cuando Alec le avisa por alguna misión de la familia, vuelve.— Estoy en shock, nadie me había dicho esto.

— Estupendo, tengo una prometida que desaparece como un fantasma y vuelve a su gusto, buen trabajo como Capo y como padre.— Agacha la cabeza, avergonzado, pero segundos después la sube con orgullo.

— Te juro, que conozco bien a mi hija, no se va por amantes si eso es lo que insinúas y te ruego que no saques las cosas de contexto hasta que la encontremos.—  Estoy aguantando las ganas de sacar mi pistola y matar a mi futuro suegro.

— Alec, doy por hecho que no la contactas por teléfono, dime cómo lo haces y empezaremos a trabajar juntos.— Propone mi hermano, me gusta cuando está serio y concentrado en su trabajo, es el mejor en ello.

— Solemos hablar por un correo que me dio, voy a por mi portátil y vuelvo.

Cuando Alec vuelve, me lo llevo conmigo. Volvemos a Las Vegas y vamos al despacho de mi hermano. Está lleno de ordenadores, es un buen hacker, sabrá encontrarla. Empieza a trabajar y mi paciencia va bajando por minutos.

—Mierda...— Dice mi hermano.— Esto está hecho por un genio, está tan encriptado que me da unas 200 ubicaciones distintas, ubicaciones en todo el mundo. Es casi imposible de rastrear.— Creo que se me va a caer la mandíbula.

— Luca, si no la encuentras en las próximas horas, no me haré cargo de lo que te haré a ti y a todos vosotros.— Señalo a los guardias y a Alec.

— He dicho que es casi imposible, no imposible.— Dice el listillo de mi hermano.

— Necesito horas para ir descartando las falsas ubicaciones y te pido con todo el respeto, que cuando la encontremos le ordenes que me presente al genio que le ha hecho este trabajo, lo quiero en mi agenda.— Paso de mi hermano y me concentro en que mi prometida esconde mucho más de lo que creía. ¿Por qué alguien escondería su ubicación de la persona en la que supuestamente más confía? Miro a Alec y sé que él se está planteando la misma pregunta que yo. 

Si normalmente avisa a su hermano o a su padre de cuando se va, ¿por qué esta vez no? ¿Realmente se ha asustado? O ¿Estará en peligro? Empiezan a caer preguntas y dudas en mi mente mientras Luca trabaja animado, como si fuera el mejor reto de su vida. 

Srta.Mc MillanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora